Oshi No Ko: Aprendiendo a amarte.

42 - La propuesta.

Me gusta imaginar, que sería si esto fuese realidad, me gusta imaginar, que aquí tu estas junto a mí y pasamos el tiempo haciéndonos reír, Wo...Wo.

La gente no entiende que yo te veo y te puedo hasta oler, siempre que quiera tal vez, puede que tengas razón, pero nunca has sentido lo que ahora siento yo, Wo...wo.

Quedate, quedate tan solo una noche, siempre acompañame donde estés, cuidame, Wo wo wo, Wo wo wo, Wo...wo.

Tokyo - Japón.

7:00 de la noche.

Tres días después del encuentro entre Ai y Yuki, una nube de color negro con ligeros tonos grisaceous, se apreciaba surcando sobre toda la capital de aquél país Nippon, tratándose de un hecho climático que además estaba conllevando a que una muy leve llovizna se distinguíera cayendo sobre las gigantescas tierras urbanas de Tokyo, misma llovizna que a su vez en ese preciso instante, se podía visualizar siendo complementada por lo que parecía ser una profunda e intensa neblina blanquecina.

Acontecimiento que no hacía más que provocar que las diversas calles de la capital Nippona estuvieran totalmente solitarias y libres de cualquier automóvil, de esta manera, otorgándole un paisaje muy distinto a las contadas personas que en ese momento recorrían tranquilamente las numerosas zonas de la bella ciudad, personas que sólamente iban de un lado a otro ante una llovizna que poco a poco iba incrementándose en aquél escenario inundado por la oscuridad de la noche.

Paisaje que actualmente, no se apreciaba siendo contemplado por dos jóvenes en concretó, jóvenes que a su vez eran portadores de una cabellera rosa y negra, flamantes adolescentes de diecisiete años de edad que en ese momento, se podían visualizar dentro de un establecimiento lleno de diferentes máquinas recreativas.

Siendo uno de esos populares lugares conocidos en Japón como Árcades, lugar que a diferencia de la ciudad en general, se apreciaba realmente lleno de personas, mismas personas que al parecer, se contemplaban otorgándole un ambiente muy agradable a aquél establecimiento ubicado en la zona central de Tokyo.

Increíble ambiente que a su vez se visualizaba siendo totalmente disfrutado por los dos flamantes jóvenes conocidos como Sasuke Uchiha y Sakura Haruno.

Sakura: Gracias por traerme a este lugar, la e pasado muy bien.

Comentó con una suma felicidad en sus angelicales palabras mientras que al mismo tiempo le entregaba una radiante sonrisa a su gran compañero pelinegro, individuo de apellido Uchiha que en ese preciso momento, se ubicaba junto con la pelirosa en la zona del comedor de aquél lugar repleto de máquinas recreativas.

Aunque más precisamente, ambos jóvenes se podían visualizar sentados en una de las diversas mesas circulares que se apreciaban posicionadas en aquélla zona.

Sasuke: Hace tiempo que quería venir aquí, pero no había tenido la oportunidad.

Habló con tranquilidad en su intimidante tono de voz antes de decidir corresponderle la sonrisa a su compañera, aunque a diferencia de la sonrisa de la pelirosa, el guardaespaldas se apreciaba demostrando una más ligera y pequeña, aún así, se trataba de una facción facial que se contemplaba encantandole a más no poder a la fémina de ojos esmeralda.

Sakura: Parece que ambos compartimos ese enorme gusto por los videojuegos.

Habló con aquélla radiante sonrisa aún adornando su angelical mirada antes de comenzar a juguetear con uno de sus propios mechones de cabello rosa pastel, sonrisa que actualmente, se distinguía dejando sumamente encantados a varios hombres que se ubicaban en esa respectiva zona de las instalaciones del Árcade.

Siendo un hecho que al parecer, había comenzado a molestar al intimidante pelinegro, aunque este mismo se estaba encargando de no demostrar esa molestia.

Sasuke: Y dime, ¿has podido encontrar finalmente un trabajo?.

Preguntó de una forma un tanto curiosa mientras que a su vez intentaba evadir aquélla molestia que había comenzado a introducirse rápidamente en su corazón, pregunta que a los pocos segundos transcurridos, ocasionaría que la linda mujer de apellido Haruno desapareciera por completo su maravillosa sonrisa.

Sakura: Hace unos días tuve una entrevista de trabajo en un pequeño establecimiento que vende cosméticos, dijeron que me llamarían, pero hasta ahora...no lo han hecho.

Respondió con un tono sumamente apagado en sus palabras al proceder a desviar de una forma ligera su mirada de la de aquél hombre de apellido Uchiha, respuesta de parte de la adolescente de diecisiete años de edad que a su vez, sólamente provocaría que el pelinegro volviera a demostrar una pequeña sonrisa.

Ligera facción facial que además sería perfectamente notada por la hermosa fémina originaria de la maravillosa y majestuosa ciudad conocida como Kyoto, la cuál, no dudaría en adoptar una pequeña mueca de disgustó a causa de la acción realizada por el individuo dedicado a la total y eficaz protección de personas.

Sakura: Porque estás sonriendo torpe?.

Decía con molestia en su voz al estar observando fijamente al joven que se apreciaba sentado justo enfrente de ella, mismo individuo que a continuación, decidiría cruzarse de brazos mientras seguía con aquélla sonrisa en su mirada, sonrisa que además de la molestia que provocaba en la pelirosa, haría sonrojar ligeramente a esta misma adolescente.

Lindo sonrojó qué no haría más que lucir todavía más hermosa a la fémina poseedora de unos inigualables e incomparables orbes color esmeralda.

Sasuke: Sonrió porque eso era lo que quería escuchar, ya que...tengo una importante oferta de trabajo para ti.

Exclamó con un ligero toque de seriedad ante una fémina que prácticamente había quedado en silencio a causa de lo mencionado por parte de su compañero, mismo compañero que durante el siguiente lapso de tiempo transcurrido, se encargaría de brindarle demasiada información a su maravillosa compañera.

Fémina que simplemente permanecería en un absoluto silencio mientras repasaba una y otra vez en su mente las palabras de aquél guardaespaldas de cabello negro, mismo pelinegro que a continuación, solo tomaría la decisión de incorporarse de aquélla silla en la cuál había estado sentado desde hace algún tiempo atrás, individuo que una vez totalmente de pié, enfocaria sus profundos ojos negros como la noche en dirección a su bellísima compañera de diecisiete años de edad.



#15992 en Novela romántica
#2420 en Fanfic

En el texto hay: amor, naruto, mayores de 18

Editado: 24.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.