Oshiete

Parte 1

- Te encontré
- Por dios, que asco. Eres increíblemente aterradora

Una chica, con el cabello realmente largo, y los ojos castaños, cabello oscuro, solo miraba hacia abajo, con la mirada perdida, estaba realmente traumada, consternada, como si nada de lo que estuviera frente a ella le importara, solo suspiraba, y sus ojos, ni siquiera tienen color

- ¿Como te llamas?
- No eres de aquí ¿Verdad?
- Responde

- I-******

- ¿Es enserio?

- No tienes nada de japonesa, pero entiendo, no confías en mi ¿porque será?

Una risa realmente contagiosa y aterradora comenzaba a salir de mis labios, era interesante, como si un nuevo paso se hubiera descubierto frente a mi

- ¿Porque? No soy nadie

- Ya lo sé, no te pido que seas alguien, pero realmente, me sorprende que hayas durado tanto
- No me importa tu vida, tampoco a ti la mía, solo quieres justicia para el mundo

- ¿Justicia?

- Si, las cosas que te pasaron, nadie se disculpo contigo ni por despecho, tienes razón, no eres nadie, a nadie le importó que pasó con tu vida, o si estabas sufriendo por actos de los demás, tú sólo eres tú, y ya. Quizás, todo estaría mejor si estuvieran muertos, o me equivoco

Solo alzó la mirada, y me vio durante 5 minutos, respirando realmente consternada y mirándome con una actitud de odio

- ¿Que es lo que quieres? No tengo nada

- Tu cuerpo

- ¿Qué? ¿Porque el mio?

- En este momento estoy muerta, y por alguna razón eres la única que me puede ver, eso significa que eres especial, solo un 0.1% solo eso me importa, de que es capaz de hacer tu cuerpo

- No creo

- ¿Hm?

- Tú no sabes ni quién soy, o si realmente me vas a ayudar, solo quieres mi cuerpo y te vas a deshacer de mi ¿o me equivoco?

- Además de especial, inteligente, y pensar que alguien así, acabaría en un lugar aquí, que decepción.

- Solo si sabes quien soy, y me dices lo que quieres, solo te ayudare, pero si me vas a eliminar, entonces no quiero nada

- Trato hecho - sin pensarlo dos veces me dirigí dentro de su mente pero no encontraba nada, estaba todo oscuro, y el cuerpo de aquella chica solo se quedaba mirando al suelo, perdida, y sus ojos solo estaban en blanco, la mirada, no estaba haciendo absolutamente nada, solo con el corazón acelerado, mientras buscaba la razón a todo esto, no había nada, solo una puerta con una cerradura abierta, al parecer, tenía pensado guardar más rencores, de lo contrario, esto estaría con seguro

- como sea, menos problemas para mi

Al entrar más profundo se escuchó unas risas más ligeras, sublimes, la sonrisa más pura y grande que se pudo haber creado

- ¿Que... Es eso?

- Son a sus tres años..... Ya veo, con que aquí empieza todo

- Por lo visto, ni siquiera ha madurado, pero se esfuerza, para ver feliz a su mamá

Una niña, que a veces sonreía, a veces lloraba, pero nunca dejó de importarle nada

- ¡No, así no es! No vas a moverte de aquí hasta que no lo hagas mejor

- S-si

- ¡Puedes mejorar tu letra! ¡Hazla más bonita!

- Ja, esto no es nada

- ¡Un día me voy a morir y tú te vas a hacer cargo de esto!

Una lágrima rodó por su mejilla, y en su mirada solo quería llorar, pero solo se aguantaba, nunca había oído esa palabra, podían ser ocho, hasta seis años, pero eran tres

- Vivir como un adulto, que cruel.

En otra parte de la mente una versión más siniestra de ella se hizo presente

- Vamos a dejarte a la niña aquí

- Está bien, oye ¿quieres ver una película?

-¡Quiero!
- Mamá, papá.....

- Se......

- Vamos, la película ya empezó

- Si...

- Por favor, regresen

Apenas es el comienzo, por favor, controlate. Había pasado un año y medio, la niña ya estaba en la primaria, y estaba sola, sin un rastro de amistad, por ello decidió llevar consigo una muñeca que le regaló su mamá y la pasaba abrazando con fuerza

- Oye ¿esa es tu muñeca?

- ¿Eh?

- ¿Quieres jugar conmigo?

- S-si

Desde un lado me preguntaba, que era lo que afectaba tanto, que tonta, jamás me había imaginado, que sucedería más adelante, con el paso de los días ella se iba imaginando como un adulto, alguien que enseñaba a los demás y los corregía, fue por esa razón, que ella iba abriendo su mente, ella se abría cada vez más a sus emociones, hasta ese día

- Ahhh, no hagas eso

- ¿Que te sucede?

- Nada, solo le estoy diciendo lo que es correcto

- Olvidalo, yo me voy

- ¿Que pasa?

- ¿No crees que deberías dejar de hacer eso?

- ¿Eh?

- ¡Deja de actuar como si fueras un adulto!
- Adiós

Demonios, no es el momento, tal vez era un poco tonta, pero, imaginar eso, no era justo

- Me equivoqué......

- ¿Ahhh? Entonces, lo admitió, que fuerte

Al día siguiente, me acerqué a ella con la misma muñeca, con intención de disculparme

- Ahhh, Valeria - lo único que me veía esperar, es una expresión de odio y rencor, como si hubiera sido la peor persona del mundo-- Lo siento

- Bueno, es hora de.....

- Hija es hora de irnos

- ¿Aun falta?

- S-si

- Deja de llorar, un día tienes que hacerte cargo de todo lo que deje cuando yo me valla

- D-de acuerdo

- Basta con eso, que cruel

- Hija este será tu nuevo papá

- ¿Que?

Ella ya no lloró, solo apagó la mirada y se dispuso a la parte de arriba de la casa

- Esto es horrible

- Quiero ver a papá, pudo ser un monstruo y todo, pero nunca me faltó al respeto, me enseñó a amar a un hombre sin importar sus defectos



#14360 en Otros
#1111 en Novela histórica
#4102 en Relatos cortos

En el texto hay: tristeza, misterio, tristeza dolor

Editado: 13.02.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.