PoV de Neil~
Una nueva mañana acaba de empezar, los rayos del alba pasan por mi ventana e iluminan mi rostro haciendo que me despierte, todo a mi alrededor parece normal sin embargo sé que no es así ¿Qué es esto que siento arraigado a mi corazón?
Las lágrimas recorren mis mejillas sin saber el motivo que las obliga a salir y solamente se detienen en el suave colchón en el que estoy tendido. Mi mente se siente incompleta, siento que falta algo en mi vida pero no sé que es, este tipo de sentimientos me atormenta cada día.
Las vacaciones de verano ya acabaron y este día empieza un nuevo año de estudios, estoy en mi tercer año de preparatoria y cuando termine tengo planeado ingresar a una universidad extranjera, ya hice mi solicitud y solo debo obtener buenos puntajes lo cual es algo sencillo; sin embargo a veces pienso que el mundo no cambiará incluso si hago nada, mi vida está vacía y este dolor en mi pecho me lo recuerda, estoy incompleto y siento que nunca encontraré lo que ahora no sé que buscar.
Limpio las lágrimas de mi rostro y respiro hondo, debo calmar mis sentimientos y refrescar mis pensamientos, de otra forma no podré soportar el peso de mi propia existencia.
Sobre una pequeña mesa a lado de mi cama mi celular empieza a vibrar y aparece en la pantalla una llamada de alguien llamado Raphael, no me sorprende ya que a menudo recibo sus llamadas así que decido responderle.
-¿Hola? - pregunto tratando de calmar mi voz.
-¡Neil! el día de hoy tendremos una reunión con nuestros accionistas, te enviaré el informe en la tarde y esperaré tus instrucciones - la voz de Raphael es la misma de siempre, él está lleno de energía a pesar de ser tan temprano, por el contrario yo siempre amanezco con un sentimiento de vacío y mis ojos derraman lágrimas inconscientemente.
-¿Sabes que puedes tomar tus propias decisiones, verdad? - le pregunto.
-Esta empresa es el mayor orgullo de tu padre, el cual es mi mejor amigo, no podría aceptar algo en lo que tú estés en desacuerdo.
-Ya veo, bueno, lo revisaré cuando lo envíes, pero encárgate de las cosas pequeñas, mi padre confió en tí y aunque yo sea el heredero tú eres una parte fundamental en la empresa.
-Si, haré lo que pueda. - me responde con orgullo.
Corto la llamada y salgo a la ducha para tomar un baño, la persona que acaba de llamarme es el mejor amigo de mi difunto padre, ambos estudiaron juntos y se trataron como hermanos, cuando mis padres murieron él se quedó a cargo de la empresa mientras que yo pasaba mis días encerrado.
Raphael es bastante agradable y confiable, por alguna razón él jamás se adueñó de la empresa, él siempre esperó a que yo me recuperara y pueda asumir el cargo que anteriormente pertenecía a mi padre.
Debido a que aún no soy mayor de edad no tomé el cargo de CEO y dejé todo en manos de Raphael, él se ha estado encargando de todo y está manteniendo las ganancias de la empresa, me envía reportes semanalmente y siempre pide mi opinión al respecto, él me agrada bastante y siempre pienso que en lugar de dejar la empresa a un incompetente como yo, estaría mejor dejárselo a él, sin embargo él no piensa así ya que está convencido que yo debo ser quien tome el cargo de la empresa cuando sea mayor.
Bueno, pasará bastante hasta que pueda tomar bajo mi mando la empresa de videojuegos de mi padre, la herencia familiar, por ahora seguiré ocultándome bajo la sombra de Raphael.
Al salir de la ducha me cambio de ropa, la preparatoria a la que asisto no tiene reglas especiales sobre la vestimenta así que todos los alumnos suelen ir con ropas casuales, hoy es el inicio de un nuevo año pero sé que este año será similar al anterior ya que no tengo amigos con los cuales divertirme y pasarla bien.
Después de la muerte de mis padres sufrí un periodo de depresión así que no pude hacer amigos en toda mi vida, además de eso circulaba un rumor que hacía que todos los que me veían voltearan la cabeza para evitar mirarme, supongo que este año empezará y terminará de esa manera, sin poder hablar con nadie.
Los rayos del sol aparecían por la ventana ligeramente abierta y traían el viento fresco que marcaba un cambio de estación, la hora estaba avanzada así que postergué el tomar desayuno. Salí de mi casa con una sonrisa falsa, intentando ocultar mis problemas sociales.
"No soy antisocial, el mundo es antiyo", eso es lo que pensaba. No tengo relación alguna con las personas a excepción de Raphael, sin embargo por alguna razón eso no cambia el sentimiento de vacío que siento en mi corazón.
-¡Ya me voy! - Grité dentro de mi casa, tal vez al aire, tal vez a las aves que reposan sobre el árbol al que da la ventana, o tal vez, a los espíritus de mis familiares que saben lo que ahora estoy sufriendo.
~★~
Al llegar a la preparatoria todo fue tal y como lo predije, al momento de entrar en mi aula todos voltearon sus cabezas para evadir mi mirada, no soy algún tipo de mostruo sin embargo todos tienen miedo de mi.
Afortunadamente el miedo que inspiro hicieron que nada malo me suceda, mis cosas nunca fueron tocados en toda la secundaria, era beneficioso para evitar bromas pesadas que involucraban mis pertenencias personales.
Pero aún así ¿Qué hago con este sentimiento de soledad? ¿Por qué lo estoy sintiendo justo ahora? Alrededor de mí observo varios grupos juntos y aunque no siento envidia por eso, siento que yo también tengo a alguien especial, sin embargo no sé quién es.
Llevo cuatro años enteros en esta misma situación y nunca había sentido el dolor tan arraigado en mí, estoy empezando a creer que es algún tipo de enfermedad mental o finalmente me estoy volviendo loco.
Ahora mismo estoy sentado en mi aula asimilando mi propia dolor, siento que la escuela me trae buenos recuerdos pero esos recuerdos se contraponen con la desgracia que en realidad he vivido.
La campana que anuncia el fin de las clases sonó varias horas después, había sido capaz de soportar las lágrimas que intentaban brotaban de mis ojos, aunque la forma de sentir el vacío en mi corazón nunca cambió.