Encuentro

PoV de Neil

Honestamente no sé qué estoy haciendo, mis días de no entrometerme en situaciones desfavorables a terminado, pero es normal ¿No? No podía permitir el maltrato frente a mí.

Desde que estuve en primaria siempre me he odiado a mí mismo por no haber sido de ayuda para nadie, fui una víctima también pero cuando dejé de serlo gracias a los rumores malos sobre mí, no pude ofrecer ayuda a los demás.

Pienso que en gran parte no es mi culpa, todos creían que yo era alguna clase de loco que mataba a las personas por hacerme enojar aunque yo nunca he sido así, prácticamente todos ellos estaban en contra de mí y no era necesario ayudarlos ya que en lugar de agradecerme ellos se mantendrían más alejados de mí...

Entonces... ¿Cómo es que en estos momentos estoy ayudando a alguien a pesar de que siempre creí que la muestra de ayuda sería una nueva condena en mi soledad?

¡Oh! Ya entiendo, todo empezó cuando soñé con esa chica, su brillante pero a la vez tenue sonrisa en medio de sus agresores quedó grabado en mi corazón, se suponía que en lugar de ella sea yo quien esté en medio del odio y discriminación de todos los alumnos pero los papeles se invirtieron, ahora no era más que un simple espectador.

Quizás es porque me encontré en una situación familiar, cuando salí de mi aula para regresar a casa ví cómo los estudiantes formaban un círculo y en medio de ellos habían tres chicas maltratando a alguien indefensa, las bofetadas eran comunes y a cada momento pisaban su ropa y piernas, los insultos llovían y su cabello era desordenado por los múltiples jalones que le hacían.

Seré sincero, estuve a punto de ignorarlo, como alguien que experimentó esas condiciones sé que intentar defenderse podría hacer que la próxima vez sea peor, yo no soy ella pero si la ayudaba podría empeorar su situación, en temas como estos la defensa propia es solo una forma de agraviar la situación. Honestamente no quería involucrarme en algo que podría salir mal, además que mi reputación está por los suelos y existe la probabilidad de que ella baje a la misma situación en la que me encuentro, yo no soy ella por lo cual no puedo hacer que las cosas empeoren por algún capricho mío para reconfortarme por lo que nunca hice en el pasado.

Sus puños estaban apretados con fuerza y se mordía el labio inferior, todos creían que lo hacía para no gritar pero yo lo sé, ella lo está haciendo para no llorar.

Cuando intenté girar para ir a mi destino algo me detuvo, el sentimiento de soledad me golpeó con fuerza y mi corazón gritó, sentí que estaba buscando algo pero no sabía que era, sentí que todo el mundo giraba para ordenar mis pensamientos a medida que buscaba rastros de la existencia que creí perdida, toda mi visión giro por el pasillo hasta posarse en la chica que estaba tirada en el piso.

No sé cuándo fué, sus manos que formaban un puño se volvieron suaves, ella liberó su agarre resignándose a una vida perdida, sus ojos perdieron brillo y de su labio brotó un hilo de sangre. No sé qué ocurrió, cuando ví el hilo de sangre recorrer su labio vinieron a mí miles de recuerdos golpeando mi subconsciente, nunca he vivido eso hasta ahora pero esos recuerdos me atormentan como si fueran hechos reales, nunca los he visto ni vivido pero aún así mi corazón me golpea diciéndome que evada ese trágico final.

[La casa es silenciosa, el piso frío junto a la oscuridad rodea cada rincón de un hábitat desolada, en medio de todo aquel silencio un alma grita, y cuando me doy cuenta de dónde proviene esos lamentos, encuentro en el piso a mi amada]

[El rojo carmesí de su sangre recorre todo a su alrededor, mi calzado se ve afectado por el color de la sangre y mis piernas ceden ante tal fuerte impresión, no se atreven a dar un paso más]

[El cuerpo de mi amada está tendido en medio de su sala, los papeles y documentos blancos están dispersados por todo su contorno manchados de un fuerte color rojizo, el rostro de mi amada es tan suave como si estuviera durmiendo pero en medio de tal desorden, la vida de mi amada ha sido disipada]

No entiendo que es este sentimiento, no entiendo de dónde provienen todos estos recuerdos, mi corazón me duele tanto como si yo fuera el actor principal pero no sé quién es la persona tendida en el piso, no sé de dónde salieron todas estas memorias que actúan como si ya las hubiera vivido.

En el centro del pasillos aún se encuentra la joven tendida, el hilo de sangre aún brota por su labio y en mi mente se forma un gran río que me consume, no tengo miedo a la sangre pero al ver la suya hace que reviva dentro de mí un gran trauma del cual no tengo recuerdos.

En medio de todas aquellas acciones, viendo cómo un cuerpo humano está a punto de sumergirse en su propia perdición todos alrededor solo sonríen, sus risas para mí son desagradables, detestables, aborrecibles.

No soporto como todos ellos pueden sonreír a pesar de estar mandando a alguien hacia su muerte, simplemente todo este mundo es detestable, es un mundo de mierd*.

Inconscientemente mi cuerpo se movió hacia ella, no se qué tipo de mirada tengo pero me siento totalmente enfadado con todos lo que ahora me rodean, todos retroceden cuando me acerco y por primera vez agradezco tener la reputación que tengo; agradezco también estar solo en estos momentos, a decir verdad ya no entiendo el porqué siempre quise ser reconocido en mi salón, todas las personas con las que he tenido contacto son similares, solo son humanos corrompidos por su propio orgullo, prefiero llevar la vida que llevo ahora antes que hacerme cercano a ellos.

Su mano está fría, su fuerza se ha ido, sus ojos están sumergidos en desesperación y su reacción es lenta.

- Camina - le ordeno tratando de captar su atención, cuando tiro de ella se pone de pie y cuando empiezo a caminar ella me sigue, sus pasos son lentos y su mirada aún está perdida, parece que me sigue de forma inconsciente, aún así su rostro pálido y frío poco a poco empieza a recuperar su tono natural a medida que nos vamos alejando del conglomerado de personas.