Capítulo 10
libertad.
Zayn
Noah apareció segundos después y se unió a la fiesta del Caos. La cara de Leah cambio por completo y la de Noah era de sorprensa total.
-¿Cariño que haces aquí?- se dirigió a ella sin siquiera prestarnos atención.
- Mi vida, he venido a resolver unos asuntos con Zayn, pero ya voy de salida, Zayn perdió su oportunidad- Ella le comentó tomándole las manos con cariño. Sentí un nudo fuerte en la garganta. Realmente había sido un ridículo todo este tiempo para ella.
- ¿También has venido a pedirle consejos? ¿Te ha ayudado a cambiar de opinión?- el musitó emocionado, Leah me miro con enojó. Parecía que se estaba desquitando por haberme puesto del lado de Amarah antes.
-Hemos hablado de muchas cosas, entre ellas de la posibilidad de reagendar nuestra boda - Leah musitó sonriente. Ella estába burlándose de mi en mi cara. La irá se apoderó de todo mi cuerpo. Noah por su parte se le noto la ilusión en la cara.
- ¿Que mierda haces?- Le susurré mientras le apretaba el brazo.
-No pienso seguir esperando por tí, o la sacas de tú vida ahora mismo, o me pierdes para siempre - Ella me estaba retando. Lo supe cuando tomo la mano de Noah y se fue con él sin decir ni una sola palabra.
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Amarah
La irá es de las emociones más viles a la que nos enfrentamos los seres humanos. La mayoría de cosas que hacemos bajo su mando terminan convirtiéndose en heridas que dejan cicatrices imborrables y arrepentimientos que te abrazan de por vida.
Zayn había caído en su dominio porqué Leah así lo había querido. Mientras lo veía discutir con su madre de lo que sería mi futuro y al mismo tiempo recoger las mismas cosas que había él compró para mí no dejaba de preguntarme ¿si realmente así de ciego te volvía el amor? ¿De verdad él la amaba Tanto como decía? ¿Acaso Leah lo quería un poco?
A nada le encontraba respuestas. Ya realmente no me importaba que iba a suceder conmigo, porque de cierta forma la desesperanza me había tomado entera otra vez.
Me sentía igual que cuando estaba atada de brazos en la cabaña. Temblorosa y agonizante de miedo de saber que iban a castigarme con fuerza. Poco tiempo después el dolor de los palos golpeando mi cuerpo se había clavado en mis huesos durante horas. Grité y supliqué piedad y ellos igual no se detuvieron, no lo hicieron hasta que estuvieron satisfechos, hasta que el castigo estuviera completado. Luego me dejaron agonizar, en el frío. Desahuciada, con hambre, con sed. Esperando mi condena, la lapidación...
Zayn eligió a mi madre por error, me salvó de morir y casi muere también por eso... Nada de eso valió la pena porque el me estaba condendando nuevamente solo por vivir una estúpida historia de amor.
Pero no lo iba a dejar decidir, nunca nadie más tendría el poder de silenciarme. No iba a permitir que ningun hombre en Pakistán me ultrajara, ni se hiciera conmigo después de haber sido cuidada tanto por Yamal Admet. Nadie más me haría daño en nombre de ninguna religión, en nombre del amor, ni de ninguna otra forma de emoción humana. Me liberaría yo misma. Ya lo había decidido.
Mientras ellos discutían sobre mi futuro subí al borde del balcón. Cerré los ojos y pedí perdón a el Dios de Yamal Admet, porque se que castigaba el suicidio.
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Zayn
Aquellos ojos tan penetrantes y bonitos, se veían tristes y opacos. El brillo y la variedad de los colores que le caracterizaban estaban completamente apagados. Nuevamente me sentí muy mal, era como si cada vez que estuviera apunto de dejarla algo me apretujaba el corazón y me robará el aire.
-Zayn... Ya basta por favor esto es una niñada, esa mujer es una narcisista... Mira en el monstruo en el que te ha convertido - mi madre me miró decepcionada. - Tú no eres así- añadió está vez mal calmada mientras me sostenía el brazo con el que estaba guardado las cosas de Amarah en la maleta.
-Hace un mes y poco más me dijiste que quedarme con ella me traería problemas. Ahora me dices monstruo por dejarla ¿Cual de las dos versiones debo creer?- cuestioné dudoso y con la honestidad suficiente. Ahora
que Amarah estaba en el balcón tomándo aire fresco yo podía ser honesto con mi madre y decirle lo que pensaba sin miedo a que ella escuchará.
- la misma que voz que te ignoro a no escuchar mis comentarios ignorantes en aquel momento y que te llevo tomar la decisión correcta -
-¿La decisión correcta dices? ¡He sido muy infeliz desde que ella llegó a mi vida!-
-Tu ya habías decidido ser infeliz antes de que ella llegará, tu infelicidad es el resultado de la traición de aquélla "amistad" y "amor" a los que sigues defendiendo y tratando pese a que te llevaron a ir a la guerra- mi madre fue tan honesta que sus palabras se sintieron como balas atravesando mi cuerpo.
Sin embargo nada se comparo con el miedo enorme que sentí cuando vi a Amarah de pie frente al balcón...
Corrí lo más rápido que pude y abrí la puerta de vidrio del balcón. Ella me miró sin ni una pizca de miedo, y eso me asustó aún más porque estaba convencida a hacerlo.
-No puedo volver, no viviré suprimida a la nada como Fátima Ahmadi, no dejaré que nadie más me lastimé, yo seré libre- susurró y luego se dejó caer...
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Editado: 10.11.2024