Otra estúpida historia de Amor

16.

Capitulo 16

cambió de asientos

Amarah

-Tienes una pestaña aquí - musitó quitando la pestaña de mis mejillas, Luego procedio a mostrándomela en su dedo.

- Ah, si- me límite a contestar. Tenía el corazón acelerado, y las mejillas rojas de la vergüenza, yo había malinetrepretado la situación, y cuando él se acercó a mi de esa forma yo cerré los ojos esperando un beso. Pero nada de eso pasó, y quedé como una Tonta, queria que me tragara la tierra.

Zayn tenía la intención de decirme alguna palabra, supongo que el había entendido que yo esperaba otra cosa, asi qué antes que me dijera algo vergonzoso lo eche del vestidor. - ¿Puedes salir? Me quiero vestir - le dije con toda la frialdad que pude.

-Vale- contesto saliendo del vestidor de una forma tan apresurada que olvidó hasta los cafés que traía antes.

-¡Que tonta Amarah!- me digo a mi misma mientras me doy golpesitos en la cabeza para hacerme reaccionar ¿Que me pasaba? ¿En que momento me había transformado en una Tonta? ¿Porque razón me estaba creando una película en mi mente?

Tenía que espabilar, no podía seguir actuando como una tarada facilona delante de Zayn. Tenia que actuar con profesionalidad, esto era solo un asunto de interés, nuestro matrimonio no se realizó en nombre del amor. Era lo mismo que con Yamal Admet, el medio para un fin. -Centrate por favor - volví a decirme.

Después de eso dejé caer el vestido y observé mi cuerpo frente al espejo. Ya no estaba tan delgada como antes, pero seguía teniendo una cintura muy pequeña y cadera un tanto anchas... Recordé que mi madre siempre decía que vendara mis senos, porque no eran de un tamaño adecuado, ella tenía razón...me gustaría tener al menos una talla menos.

Si me comparaba con Leah, era obvió que yo no le llegaba ni a los talones. Leah era una mujer alta, de curvas más prominentes, con un color de piel bronceado, cabellos lisos negros, pestañas bien pobladas, cejas perfectas... Y luego estaba yo, de estatura baja, piel de fantasma, cuerpo común... Era entendible porque yo no le gustaba.

Lancé un suspiro al aire y dejé de castigarme para vestirme rapidamente, y aprovechar el espejo para recoger mi cabello con una coleta. Al menos el conjunto me quedaba bien, me veía presentable, lo que no tenía sentido eran los tacones, y aunque no quería pedirle nada más a Zayn, debía pedirle que me comprara otros zapatos.

-Vamos Amarah, actúa normal- me di animo a mi misma antes de salir del vestidor con los dos café y el vestido en una bolsa. Me soprendi al ver que Zayn no solo estaba cambiado sino que tenía una caja de zapatos y un par de medias en las manos.

-Pense que los necesitarías - dijo con una medía sonrisa en el rostro que denotaba nerviosismo.

-Si, justo venía a decirte que aumentaría mi deuda contigo- Contesté lo más serena posible. Pero la verdad es que estaba tan nerviosa que me sudaban las manos.

- No me debes nada... Ya para con eso - musitó con enojó abriendo la caja y sacando las zapatillas Nike blancas iguales a las que el traía puestas. - Siéntate - me ordenó, yo le obedecí sin discusiones. Había demasiada gente en la tienda como para ponerme hacer un espectáculo. Yo le extendí los café para que los sostuviera, y yo poder cambiar de calzado, pero él simplemente se agachó y se dedicó a sacarme los tacones.

-No es necesario, yo puedo hacerlo, solo toma los café por favor - el pareció no escucharme, tomo los calcetines y me los coloco con una suavidad tan sublime que me erizó la piel. - Zayn... La gente nos mira - me queje nerviosa.

- ¿Conoces a alguien aquí?- se limitó a contestarme mientras me ajustaba las zapatillas.

- No- contesté mirándole como una boba... Mi corazón latía con fuerza y de forma rítmica.

- Entonces no importa si nos miran - él por fin levantó la cara y clavo sus ojos en Los míos. Luego me sonríe de una forma tan extraña que hasta hace que me sienta especial. Me siento muy confundida.

- ¿que es esto?- las palabras me salen solas.

- Un nudo- contesta haciendo referencia a las ataduras de los tenis... Suspiró y otra vez me siento una idiota imaginándome cosas.

- Claro... Es que no puedo reconocer un nudo - contesto levantándome de golpe. Zayn se incorpora confundido también. - toma tu café - le entregó el café para liberarme las manos.

-¡Gracias!- me dice con sarcasmo, evidentemente le ha molestado que no le haya agradecido el gestó , suspiró y no dejo de pensar ¿Debo darle las gracias por volverme loca? Pues parece que sí, el niño está ofendido y no se lo guarda - Desde que estás con Elena te has vuelto maleducada -agrega mientras camina en dirección a la salida de la tienda.

- Muchas gracias cariño - le contesto de forma burlista mientras le sigo el paso - eres un esposo maravilloso - agregó con enojó y Zayn se vira de inmediato.

-¿ Me estás vacilando?- su respiración es agitada, su mirada esta cargada de recelo. Está ofendido y se nota. Eligo el silencio como respuesta, no se qué decir, porque realmente siento que el que me está vacilando es él.

"Pasajeros del vuelo 278 con destino a Hawaii por favor embarcar por la puerta 34B"

Zayn suspira y deja de mirarme. - Es nuestros vuelos, vamos - habla con indiferencia mientras avienta el café en la basura...

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Zayn.

Embarcar no fue problema, el problema comenzó cuando nos dimos cuenta de que volaríamos en asientos separados.

-Es imposible... No podemos sentarnos en filas diferentes- le reclamó a la aeromoza que me mira con fastidio. Amarah me mira con angustia, se lo mucho que le aterra volar.

-Lo siento muchísimo, pero no has elegido los asientos al realizar el check in y por esa razón les ha tocado al azar...-

-Mira ella le tiene pánico a los avíones, y la única razón por la que estamos haciendo esto es porque nos acabamos de casar, es nuetro regalo de bodas -apele al drama y la cursilería, estás cosas siempre funcionan.




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