Otra novia para papá

Capítulo 3: Es una niña

Lizzy
Leyla se acerca a mí y luego suelta una carcajada que me desconcierta

— Eres una mentirosa Lizzy, Owen jamás se hubiera acostado con Diana

— ¿Por qué mentiría Leyla? Es la verdad, los encontré juntos, en mi cama, en mi casa

— Deja de mentir— me grita y no reconozco a mi amiga— solo quieres alejarme de él, de ser eso cierto, lo hubieras gritado al mundo para hacerte la víctima

— Leyla

— Eres una zorra Lizzy, doña perfecta que se cree mejor que todos y ahora quieres hacer pasar a Owen como el malo, quizás fuiste tú la que te tiraste a otro

— Somos amigas Leyla, ¿Cómo puedes hablar así?

— ¿Amigas? — ella ríe — tú no tienes amigas, eres la peor persona que he conocido y escúchame bien, no voy a dejar que te quedes con Owen, él es mío — mi amiga, bueno, mi ex amiga sube a su auto mientras yo me he quedado algo confundida con todo esto, no puede ser que hablara en serio

— ¿Cómo dormiste? — es la pregunta de Owen cuando entro a la casa

— ¿Eres novio de Leyla? — palidece y niega

— Solo nos estamos conociendo, ¿estuvo aquí?

— Se fue, creyó que tú y yo, en fin, mejor me voy— paso por su lado, pero su mano en mi brazo me detiene

— Sabes que a la única que amo es a ti verdad?

— No somos nada Owen, no empieces — me alejo de su agarre

— Rachel se queda — dice cuando iba a subir las escaleras y lo miro

— Ayer no saliste del despacho, para qué quieres que se quede? para que juegue con tus empleados?

— Se queda y punto, mi día es desde ayer por la tarde, hasta hoy en la tarde, no puedes quitarme eso Lizzy, si quieres puedes quedarte — sonríe, yo solo asiento y veo a Leyla entrar a la casa

— Hola amor— se acerca como si nada y deja un beso en los labios de Owen—pasaré el día aquí como planeamos — me mira— supongo que ya te vas

— Explícale tu Owen, yo iré a ver a mi hija— voy hacia la habitación y encuentro a mi hija sentada en la cama con sus cosas en sus piernas

— ¿Ya nos vamos mamá?

— Aún no mi amor— suspira cansada

— Pero quiero irme

— Rachel — acaricio su rostro con mis manos— me quedaré contigo— sonríe ahora mirándome — y luego ambas nos iremos

★★★

Christopher mira a sus hijos con desconfianza, ambos están sentados en un sofá mientras su padre los observa en silencio sentado desde un sillón

— Papá queremos ir a jugar ya— se queja Damon cruzándose de brazos

— Antes quiero saber en donde estaban ayer temprano, Ángelo no me dijo— dice refiriéndose al guardaespaldas, los gemelos se miran entre sí

— Fuimos a una agencia de citas— suelta Derek, Damon lo fulmina con la mirada

— ¿Una que? — Christopher pregunta pensando que acaba de escuchar mal lo que su hijo dijo

— Queremos buscarte una novia papá y fuimos a la agencia — Damon se encoge de hombros — tendrás una cita y descuida le dijimos bien tus gustos, nada de rubias

— ¿Están locos ambos? — Su padre se pone de pie mirándolos — no quiero una novia, de donde sacan eso?

— Necesitas una y nosotros una mamá — pronuncia Derek como si nada

— Hijos, yo ya tengo una novia— ambos lo miran desconcertados

— ¿ Quién?

— ¿Recuerdan a Diana? Estuvo con nosotros en Navidad, ella es mi novia ya

— Hablas de Diana la pesada? — pregunta Damon curioso

—¿La misma que echó a nuestro perro de casa? — se interesa Derek

— Era alérgica — defiende Christopher a su novia

— Llamó a Lois, mi hámster, ratón asqueroso — le recuerda Damon

— Bueno, no le gustan mucho los animales

— Nos prohibió jugar dentro de la casa papá, es mala— Derek se pone de pie

— Hijos ella es mi novia

— ¡Jamás! — grita Damon caminando hacia su casa— si la traes acá la echaremos y más te vale ir a esa cita que concertamos

Christopher suspira y se sienta cansado, será difícil, Diana no es fácil y si, sus hijos no la quieren, no es novedad, pero bueno, él piensa que al final terminarán queriéndola cuando la conozcan bien y mientras Christopher piensa en su novia, los gemelos entran a su habitación bastante molestos

— Hay que hacer algo urgente — dice Damon a su hermano

— ¿Qué vamos a hacer? Ya lo oíste, tiene novia— Derek toma una pelota entre sus manos— ¿jugamos?

— ¿En serio Derek? no pareces mi hermano, hay que romper ese noviazgo — Damon sonríe con sus ideas — hay también que hacer que papá vaya a la cita que planeamos y créeme, esa Diana saldrá huyendo de esta casa

— Quizás no es tan mala — Damon bufa ante la respuesta de su hermano

—¿ Estás conmigo o no?

— ¿Y si esperamos verla de nuevo? Quizás cambió y es buena como la chica de la agencia

— Ya, está bien— se resigna Damon— pero si sigue igual de mala, la echaremos — ambos se dan la mano.

Lizzy sale al patio, necesitaba aire luego de ver a Leyla como si nada, como si no hubieran discutido, piensa que quizás su amiga tiene algún problema mental serio, Owen por su parte sigue en el despacho, trabajando, queriendo terminar el gran proyecto que tiene, sin importarle que su hija esté dando vueltas por su casa, queriendo hacer algo para llamar la atención de su padre

— ¿Qué haces princesa? — Leyla se acerca a la niña que está en la cocina

— Nada, solo quiero irme

— Mira, tu papá quería café, le llevas esto? — le pasa una tasa a la niña

— Pero papá odia que vaya alguien a su despacho

— Oh vamos! te va a amar cuando le lleves el café, ya verás, voy contigo si quieres— le guiña un ojo a la niña que sonríe y ambas caminan hacia el despacho de su padre, entran y Owen esta de espaldas mirando por la ventana a su exesposa mientras habla por teléfono, la niña se acerca a su mesa con el café en la mano, Leyla la empuja levemente y esta tira todo el café sobre el escritorio de su padre que al voltear y ver lo que su hija ha hecho la ira lo consume

— ¿ Qué demonios Rachel? — le grita a la niña que asustada retrocede— ¡Que te he dicho de entrar a mi despacho!

— Papa yo

—¡Callate! — le grita y mira las hojas manchadas de café, hojas que contienen cosas importantes de la empresa para la cual trabaja— mocosa desobediente — vuelve a gritar tomando a la niña del brazo de forma brusca

— Papá! — a esta se le salen las lágrimas

— Has estropeado mi trabajo— empuja a la niña lejos de él, la cual tropieza y cae al suelo sin dejar de llorar — Maldita mocosa— levanta su mano para golpearla, ya que el genio de ver su trabajo estropeado lo ha cegado, pero su mano se detiene a medio camino cuando ve a la chica frente a él, esos ojos azules que tanto ama, pero que ahora lo miran con odio

— ¿ Qué haces Owen? — le grita Lizzy que lo empuja lejos de su hija

— Estropeó mi trabajo Lizzy, no te metas

— ¿Le ibas a pegar? Estás loco, es una niña— Rachel se abraza a su madre

— Llevo días trabajando en esto— le enseña las hojas manchadas de café — y viene esta estupi

— Cuidado— lo corta Lizzy furiosa—a mi hija no le hablas así Owen, no le gritas y menos le pegas, ¿Qué demonios te pasa?

— Por eso está como está, desobediente y

— Ese es mi problema! — le grita Lizzy que vuelve a empujarlo cuando se acerca— En tu maldita vida vuelvas a gritarle a Rachel así y si le levantas la mano te juro que te destruyo Owen, jamás vuelvas a hablarle así a mi hija

— Lizzy

— Haré todo ese trabajo otra vez— Lizzy señala las hojas sobre la mesa—todo quedará como nuevo y limpiaré todo esto, pero no vuelvas a gritarle a mi hija, ahora vete

— Lizzy.. — Owen ve su error y trata de pedir perdón pero Lizzy lo interrumpe

— Sal, ¡vete! arreglaré todo esto, vete con tu novia— señala la salida y mira a Leyla, el odio de Lizzy aumenta al saber que su amiga estaba ahí y que no hizo nada para defender a la niña

— Lo siento — murmura Owen que sale con la cabeza gacha del despacho y Lizzy se pone a la altura de su hija que no ha dejado de llorar

— Mi Ángel no llores más — le reclama limpiando sus lágrimas

— Lo estropeé todo mamá y papá está furioso

— Mi amor, eso lo vamos a arreglar ahora mismo, ya verás — Lizzy acaricia la mejilla de su hija— todo estará como nuevo y mejor que antes

— Pero mamá

— ¿No confías en mí? — esta pone cara triste y su hija ríe — somos perfectas y hacemos cosas perfectas así que dale, que me vas a ayudar

— Te quiero mami— Rachel la abraza mientras ella sonríe

— y yo a ti mi cielo

— Papá me iba a pegar— murmura la niña abrazando más fuerte a su madre

— Eso jamás pasará mi niña, me tienes a mí — la separa un poco de ella para ver sus ojos— nadie te grita ni te toca, ¿entiendes? yo te protejo y hablaré con tu padre seriamente

— Fue mi culpa mamá

— Deja de decir eso, ya verás como lo arreglo todo, Rachel hija— toma el rostro de su hija entre sus manos— todo quedará como nuevo

— Te ayudaré, no quiero salir y estar sola con mi papá

— Hija, no le tengas miedo, él solo estaba cansado sí? no volverá a pasar — dice Lizzy queriendo creer lo que dice porque de ser así y si vuelve a pasar ella lo mataría sin pensarlo.

Lizzy comienza a limpiar los papeles mientras su hija limpia la mesa, no fueron muchas las hojas que se dañaron y todo se puede recuperar y así ella comienza a trabajar hasta que algo en una hoja llama su atención y Owen entra al despacho, su hija le da la espalda y se aleja del mientras Lizzy lo mira

— Ya casi termino—dice esta y Owen suspira

— No han comido nada y llevan horas acá, ya pueden irse si quieren o pueden

— Nos iremos — expresa Lizzy y mira las hojas que tiene en sus manos— no sabía que trabajabas para esta empresa

— Pues si, desde hace un año, precisamente tenía que terminar un proyecto importante

— Son la competencia de LW Cristoph— Owen asiente

— Así es, mi jefe y el idiota ese se odian a muerte y no solo por los negocios, en fin, perdóname Lizzy

— No soy yo quien debe perdonarte — Owen mira a Rachel

— Pequeña perdóname, papá se equivocó — Rachel mira a su madre, la cual asiente y entonces se deja abrazar de su padre

— Está bien papá.

Madre e hija se encaminan hacia el auto mientras Owen no deja de mirarlas arrepentido de todo lo sucedido y Leyla se coloca a su lado

— Mamá quizás me equivoque, pero— la niña mira a Leyla cuando ya están dentro del auto

— pero que mi cielo? — Lizzy la mira y arranca el auto

— Creo que no me tropecé cuando entré al despacho con el café, juraría que Leyla me empujó— lo último lo dice casi en un susurro y Lizzy aprieta el volante con fuerza mientras conduce— pero bueno, debo equivocarme, Leyla es como mi tía, jamás haría eso ¿verdad?

— Así es mi cielo— pronuncia Lizzy con rabia— ella jamás haría eso— agrega sabiendo ya de lo que Leyla es capaz.



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En el texto hay: humor, niños, romance

Editado: 03.06.2023

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