Capítulo 4: No doy segundas oportunidades

 Christopher
Llego a la empresa sin dejar de pensar en mis hijos, una cita, sonrío pensando en eso, los gemelos están locos, pero en fin, yo estoy más loco porque terminé accediendo para que cenaran en paz

— Señor aquí está su café — mi secretaria, Helen deja sobre mi escritorio una tasa

— Gracias Helen,¿ qué reuniones tengo hoy?

— Bueno, de primero tiene una reunión con los de diseño y — sigue diciendo todo el trabajo que tengo hoy, estaré de reunión en reunión, pero a poco del lanzamiento es normal eso, ya estoy acostumbrado

— Bien Helen, puedes irte — ella asiente y sale de la oficina, en eso veo entrando a Santiago, el cual tarda demasiado en dejar de mirar el trasero de mi secretaria

— Amigo mío, pensé que estarías en casa— expresa y lo miro raro cuando se sienta

— ¿ Por qué estaría en casa?

— Bueno, no todos los días se cumplen 30 años hermano — ruedo los ojos

— No tengo tiempo para andar celebrando cumpleaños Santiago, hay mucho trabajo que hacer

— ¿Y tu novia? ¿ Dónde está?

— Diana aún no ha llegado a la ciudad, eso creo

— No estás enamorado Cris, ¿por qué estás con ella?

— ¿ Quién dice que no estoy enamorado? Diana es bella, me encanta y me hace sentir bien, con ella puedo ser yo mismo y es una buena chica— mi amigo asiente desconfiado

— No soporta a tus hijos

— Bueno, a Damon y Derek ni yo los soporto — ambos reímos — espero les vaya bien en su nuevo colegio porque si los echan de ahí también soy capaz de enviarlos a un internado

— Jamás harías eso, amas a esos bichos

— Sí, son mi vida, ahora dime, ¿habrá contrato con Lizzy Smith? — Santiago suspira de forma exagerada y ya sé lo que eso significa

— No quiere, ya hablamos con su representante y ella le dijo que no

— Debemos convencerla, Ficher también la querrá, ya que andan con un nuevo proyecto al igual que nosotros, no podemos dejar que ella firme con ellos, a esa chica la siguen demasiadas personas

— Es bella, hasta yo la sigo, ¿has visto esos ojos azules? por Dios parecen el cielo — ruedo los ojos

— Prepara alguna reunión, hay que convencerla o mejor— una idea cruza por mi mente — envíale una invitación para la fiesta por el lanzamiento, ahí hablaré yo mismo con ella y ya verás que la convenzo

— ¿Estás seguro? La chica ya dijo que no

— Debemos insistir, quiero que trabaje con nosotros y lo conseguiremos — sonrío confiado en mi mismo

— Como tú digas, ¿tu novia estará para el lanzamiento?

— No lo creo

— Christopher sería bueno que salieras con ella en las revistas, el millonario de oro deja de ser un soltero descarado y se compromete — pronuncia como si estuviera leyendo un anunciado

— Ya veremos Santiago, ahora vete, envíale una invitación a Lizzy Smith para el lanzamiento y asegúrate de que acepte ir

— Descuida, lo haré — mi amigo ríe y sale de mi oficina, yo recibo una llamada de Diana la cual no deja de decir lo mucho que me extraña, me ama y me felicita como diez veces mientras yo solo sonrío.

— Hola hijo— mi madre entra a mi oficina y deja un beso en mi mejilla— no te voy a felicitar descuida — agrega sabiendo bien por qué no me gusta celebrar mi cumpleaños

— Gracias Sol

— Vine a decirte que tu padre quiere verte hijo— comienzo a negar desde que empieza la frase

— mamá, papá ya dejó claro su postura, no quiero volver a verlo

— Christopher, tu padre te ama y

— Madre, mi padre nos engañó a todos, a ti más que a nadie, no puedes estar de su lado— ella suspira y rodeo mi escritorio para quedar frente a ella — tenía dos familias mamá y por si no fuera poco robó todo tu dinero y se lo dio a su otro hijo, Malcom para que este abriera su empresa, empresa que es nuestra rival mamá, nuestra competencia

— No es nuestra competencia hijo, ellos son inferiores — yo sonrío y tomo sus manos

— Madre, yo no voy a perdonar a papá, se robó algunos de mis proyectos y se los dio a Malcom, él ya escogió a su familia

— Se arrepiente

— Claro y crees que yo voy a creer eso? no confío en él mamá, podría volver a robarnos en cualquier momento

— Tienes razón, no sé que me pasó, lo siento

— Soledad — la llamo cuando se iba y me mira — te quiero mamá, nos vemos en la casa

— Yo iré hoy a recoger a mis nietos— dice y sé bien lo que significa, cada vez que va a recogerlos los tres pasan horas paseando en la calle

— No lo malcríes tanto

— Ya están malcriados — ella ríe y sale de la oficina.

Siempre he dicho que el perdón no es lo mío, odio los engaños y las mentiras, no perdono ni uno ni otro, no doy segundas oportunidades a nadie y quien me miente o me guarda secretos muere para mí y por eso se lo dejó claro a todos, a mi novia, a mis amigos y a mi familia, si alguno me engaña hasta ahí llega conmigo, quizás es un defecto mío, pero así soy y no cambiaré por nada ni nadie.

★★★
Lizzy
Demasiado trabajo en el día de hoy escuchando más de lo mismo, ¿por qué todos quieren una pareja sexi y rica? les da igual si es mentirosa o desagradable, el dinero para todos los que vienen es lo más importante

Salgo de mi oficina y voy hasta la de Leyla, suspiro al entrar en esta y cuando lo hago, la encuentro muy feliz sentada tras su escritorio

— Lizzy qué necesitas? — me sonríe, ¡cínica!

— Que te vayas de mi agencia — soy clara con mis palabras — estás despedida Leyla

— ¿Bromeas no? — ella se pone de pie y se acerca a mi

— ¿Me ves riendo? ¿verdad que no? estás despedida y no te molestes en buscar empleo en esta ciudad, me encargué de que ni siquiera una agencia de limpieza te contrate

— ¿Por qué lo haces? ¿ tanto te molestó que sea la novia de Owen? Eres una desgraciada que no lo supera— yo río mientras ella me mira desconcertada

— No es por Owen, es por mi hija, nadie le hace daño a ella Leyla, te metiste con lo más importante en mi vida y eso no lo perdono, ahora vete y por cierto — volteo cuando me iba— si quisiera volver con Owen lo haría, este me ama aún y con solo decirle que si, te dejaría de lado y vendría a por mí, pero no te preocupes — sonrío mirando su rostro desencajado— no ando recogiendo basura — le guiño un ojo y salgo de su oficina

— Melissa, si Leyla no sale de la agencia en media hora llama a los de seguridad — le digo y entro a mi oficina, cinco segundos después mi amiga está sentada frente a mi

— Lo escuché todo — dice mirándome — pero explícame, somos las mejores amigas, ¿ Qué pasó?

— También pensaba que éramos las mejores amigas— suspiro mirando a Melissa— ¿sabías que Leyla tiene un noviazgo con Owen?

— Me entero ahora

— Bueno, resulta que ayer tuve que dormir en casa de Owen por Rachel y ella se molestó, me dijo cosas horribles y me acusó de querer volver yo con Owen— río aún confundida — me dijo zorra y que quería quitárselo, cuando le dije por qué Owen y yo nos separamos me dijo que le mentía, que solo quería alejarlo de ella

— Que feo eso— Melissa me mira pensativa—Lizzy, ¿por qué Owen y tú se separaron? parecían amarse tanto a pesar de que trabajaban bastante, pero parecía que iban a durar toda la vida

— Un día encontré a Owen con mi hermana— suelto, Melissa abre la boca, pero la cierra atónita — yo estaba en casa de mi madre con Rachel, volví antes de tiempo sin decirle nada y — suspiro — los encontré en mi cama gimiendo y — cierro los ojos con fuerza— pero eso no fue todo — miro a mi amiga— descubrí luego de eso que mi esposo llevaba 4 años tirándose a mi hermana, casi todo mi matrimonio al parecer fue una mentira

— ¿Diana? Siempre supe que era una arpía pero esto es demasiado

— Por eso se fue de la ciudad, pensó que yo le diría a todos lo que había hecho

— Deberías haberlo hecho— Melissa se altera — yo tú los hubiera matado a ambos, es que aún no entiendo por qué te llevas bien con Owen luego de eso

— Solo lo hago por mi hija Melissa, pero si no hubiera una hija de por medio créeme que no le dirigiría la palabra

— Leyla esta ciega

— Pero no la despedí por eso, se atrevió a tenderle una trampa a mi hija y eso no lo perdono — le cuento todo a mi amiga mientras esta me escucha atenta y cuando termino sigue igual que antes, en shock, sin creerse que Leyla sea así

— Hola mis amores — Miguel entra gritando y Melissa rueda los ojos, no lo soporta

— ¿Miguel podrías no chillar cuando entres acá?

— Es que es un notición — chilla, Melissa sale sin mirarlo y yo debo aguantarlo sola— Christopher Lewis acaba de invitarnos a su fiesta de lanzamiento, ¡en su casa! ¡Lizzy! conoceremos la casa de Christopher!! — sigue chillando

— ¿Conoceremos? no iré ahí, seguro quiere seguir insistiendo y ya dije que no

— Tu si irás o te olvidarás de mi

— Miguel, conozco muchos que darían un ojo por trabajar para mí— él suspira cansado

— Por favor Lizzy, somos amigos, por favor, no te dejaré en paz hasta que no aceptes ir, vamos a esa fiesta, porfa, ¿si?

— Ok, vale— él ríe y chilla triunfante — pero si me insiste en cuanto al contrato lo mandaré al infierno delante de todos los presentes

— Has lo que quieras luego de que yo vea esa casa— ruedo los ojos, Melissa entra

— Lizzy te buscan los mismos

— Hola rubia — Damon no la deja continuar y entra junto a Derek y una mujer, yo sonrío

— Hola Damon — los tres me miran estupefactos al ver que ya los identifico y Miguel y Melissa desaparecen — Hola ¿usted es? — le pregunto a la señora con la que vienen la cual se ha quedado como tonta mirándome

— Soledad — me extiende la mano — puedes decirme Sol y soy la abuela de estos dos — correspondo a su saludo y nos sentamos

— Bueno, ¿ qué hacen aquí niños? — Damon rueda los ojos

— Dijiste que nos llamarías y no lo hiciste

— Damon no han pasado ni dos días y además, hay otras personas que

— Nosotros vamos primero — me interrumpe Derek — queremos ya la cita, nos urge más que antes— asiento y miro a la abuela que no deja de mirarme, ¿en serio le ayuda a sus nietos con esto?

— Ok— anoto en un papel día, hora y dirección — acá está el día de la cita para su padre— Damon lo toma

— Ves? no era tan difícil — ambos se ponen de pie, yo miro a Soledad

— Disculpe que le pregunte, pero por qué no deja de mirarme? — suelto, siempre he sido una persona directa, ella ríe y niega

— Lo siento, es que — se calla entrecerrando los ojos— la había visto en las redes, pero en persona es diferente— alzo una ceja

— No entiendo

— Es que ahora mirándola de cerca — ella suspira — eres idéntica a la madre de los gemelos— agrega dejándome sin palabras — excepto por el color azul de los ojos y el cabello— ríe — diría que eres ella — mi sonrisa se borra y miro a Derek, ¿por eso me dijo que le recordaba a alguien?