Otra novia para papá

Capítulo 11: Odio las mentiras

Lizzy
La cabeza me quiere explotar del dolor, no entiendo que pudo pasar, todo estaba bien hasta que no pude frenar y perdí el control del auto, al escuchar a Diana Christopher se separa de mí, pero yo estoy igual de desconcertada, no planee ese beso entonces ¿por qué se lo di?

— Diana no es lo que piensas— típica frase de hombre infiel, ruedo los ojos y me levanto como puedo

— ¡La estabas besando!! a esa infeliz — camina hacia mí, ver la cara que tiene ahora ya es un premio, claro que le duele si le quitan la gallina de los huevos de oro

— Cálmate Diana— Christopher la sujeta impidiendo que llegue hasta donde estoy y sonrío

— Maldita, no te quiero cerca de mi novio

— Él me busca — me encojo de hombros y Christopher me asesina con la mirada

— Te voy a matar Lizzy, conmigo no juegues arpía

— No soy yo la arpía Diana, no te confundas — río

— Ve al auto Diana, ahora — suelta a su novia y señala su auto, esta me mira mal y camina hacia allá

— Christopher

— Lo hiciste a posta ¿no? — viene hacia mí—¿por qué besarme? qué pretendes Lizzy?

— No fue a

— No me gustan los juegos y siento que solo juegas conmigo

— Oh vamos! ahora vas a decir que no correspondió al beso?— él toma mi mentón con su mano

— No la quiero volver a ver señorita Smith, odio las mentiras y los engaños y usted me parece un conjunto de todo eso, manipula a su antojo a las personas y yo no nací para que me manipulen, vaya con sus juegos a otro lado y déjeme en paz— me suelta camina hacia su auto y no pienso seguirlo, ya me he rebajado demasiado por una estúpida venganza sin sentido, Christopher sube a su auto, pero se queda ahí mirándome hasta que la ambulancia llega y subo a esta, no tengo más remedio.

— ¿Por qué esa cara? — Melissa me ayuda a acomodarme en la cama

— Acabo de tener un accidente, ¿qué cara quieres que tenga?

— Ya Miguel se está encargando de eso, pero creo que tu cara es por algo más, estás triste Lizzy— miro a Melissa

— Le gusto a Christopher, lo sé, pero no es el típico hombre infiel al parecer

— O quizás odió verte igual que a su esposa muerta, Lizzy eso estuvo feo la verdad

— Lo sé, me pasé con eso, no debí, volveré a mi color natural— Melissa ríe

— ¿Seguirás intentando conquistar al Dios de los autos?

— No le llames así y no, hasta aquí llego, no voy a estar detrás de nadie, quizás hasta quiere a Diana de verdad y tienes razón, no me puedo convertir en ella, no soy esa

— Todo el mundo le está llamando el Dios de los autos gracias a ti Lizzy, revistas, redes, no dejan de hablar del nuevo proyecto de Christopher

— Al menos algo de lo que planee salió bien

— Bien no, magnífico, salvaste ese proyecto y las personas te quieren al lado de Christopher en su empresa

— Mamá te traje esto— mi hija entra con una bandeja en la mano

— Eso es? — miro mal el plato, ella ríe

— Es sopa mamá

— No estoy enferma Rachel y odio la sopa

— Tuviste un accidente así que te lo comes o te lo comes — la deja en mis piernas y sonrío

— Gracias mi cielo, ¿me traes agua? — mi hija deja un beso en mi mejilla y luego sale corriendo — Por fin que pasó con lo de la abogada Melissa, la necesito ya, Owen no deja de llamar y ya recibí otra demanda por su parte

— Mañana era la cita con la abogada pero

— Pero nada, yo estoy bien y mañana iré a esa cita, déjame todos los datos— mi amiga asiente y dejamos de hablar, ya que mi hija entra sonriendo

***
Mala idea salir a la calle luego de un accidente, la cabeza me duele, el cuerpo me duele, por suerte pude disimular un poco el golpe en mi frente y llevo gafas de sol porque no dormí en toda la noche gracias a los dolores, entre ellos el dolor del rechazo, joder! yo me creía irresistible, pero Christopher es tonto al parecer
Entro al café donde es la cita con la abogada y me siento a esperar, al parecer la puntualidad no es lo suyo

— Disculpe la tardanza — dice la chica que se sienta frente a mí y cuando me mira abre y cierra la boca sin soltar palabra

— Hola Sheyla

— Waw, Melissa no me dijo que mi cita era con Lizzy Smith— expresa la cuñada de Christopher y abogada de su empresa

— Bueno, estamos acostumbrados a concertar citas a ciegas — ambas reímos

— Bueno, ya estoy aquí — suspira seguro insegura de querer continuar

— No tienes que hacerlo, entiendo que no sabías que era yo cuando aceptaste verme

— Bueno, primero háblame del caso y luego te digo que haremos, después de todo creo que Christopher te debe un gracias

— Un gracias?

— Claro, gracias a ti el proyecto renació de las cenizas — ella sonríe sin dejar de mirarme — ¿cómo es que luego de un accidente como el de ayer estás como si nada?

— Como si nada no— rio— estoy adolorida, pero necesitaba verla — asiente y llama a un camarero al que le pide un café y yo también pido uno

— Disculpa Lizzy que no deje de mirarte como lo hago ahora es que... Dios.. es como estar viendo a Siena— me remuevo incómoda en la silla

— No debí cambiar el rubio— ella niega

— De todas formas eres igual a ella

— Bueno dicen que todos tenemos un doble por ahí

— Ya— se acomoda en su silla— pero son realmente iguales — si de momentos incómodos se trata, estos es uno de ellos— discúlpame, a lo que vine

— Ok, mi exesposo me está demandando por la custodia de nuestra hija— ella asiente y saca una agenda de notas

— ¿Crees que pueda ganar?

— No, claro que no, pero me dejó claro que no jugará limpio y su abogado es Joseph

— Vaya! Joseph tiene mala fama, hace trampa y dicen que nunca pierde un caso

—¿Será difícil entonces?

— Por suerte yo tampoco nunca pierdo un caso— ella sonríe, me cae bien, es de esas personas agradables que caen bien a la primera

— Eso significa que será mi abogada

— Antes debo hablar con Christopher, entre ustedes hay cierta tensión y no quiero problemas, trabajo para él y además estoy en su familia

— Bien, pero no quiero que le digas nada del caso

— No te preocupes, pero según lo que él diga será mi respuesta — suspiro resignada a esperar, con lo que Christopher me dijo ayer lo más seguro es que no quiera que su abogada sea la mía— Melissa me dijo que estabas desesperada, quiero saber la razón, ¿tiene Owen algo en tu contra?

— No, no tiene nada

— Entonces no hay nada que pueda usar en un juicio? — me quedo pensando mientras nos traen el café

— Bueno, quizás haya algo

— Dime, tienes que ser sincera conmigo

— El pasado de mis padres, digamos que fueron personas que hacían cosas malas, cometieron errores que quizás pueda afectar todo

— ¿Qué errores?

— Errores de los que te llevan a la cárcel, robo, asesinato — Sheyla respira hondo

— Waw

— Eso nadie lo sabe, ellos pagaron por las cosas que hicieron y yo me encargué de que cambiaran sus nombres, además todo fue borrado, son como fantasmas ahora mismo, pero había que hacerlo, había personas que los querían muertos y por eso todo el cambio

— Y supongo que no hiciste todo eso legalmente

— Así es, no todo fue legal, pero eran mis padres y estaban en peligro

— ¿Owen sabe eso?

— No, nunca le dije

— ¿Alguien sabe?

— Solo Leyla, ella era mi mejor amiga, su hermano me ayudó en todo

— ¿Por qué era? — sonrío nerviosa

— Se enamoró de Owen y bueno, los celos nos alejaron — la abogada asiente

— ¿Crees que ella pueda hablarle a Owen sobre eso?

— Creo que alguien con rencor y odio lo haría y ella me odia

— ¿Hay pruebas? — niego

— Espero que no

— Bueno, esperemos que no— la abogada bebe del café —¿ Lizzy tus padres y tú siguen en contacto?

— Por supuesto, son mi familia, mi hija adora a sus abuelos

— Eso lo vuelve todo más complicado, ya que dices que si ciertas personas descubren quienes son tus padres en verdad querrán hacerle daño a ellos y a su familia supongo

— Sí, tenían muchos enemigos

— ¿Algún otro secreto señorita Smith? — ella sonríe, yo niego

— No, solo ese y creo que está bien escondido

— De todas formas trata de hablar con esa tal Leyla, si su hermano te ayudó a borrar la vida de tus padres pudo quedarse con las pruebas — trago en seco, espero que Leyla no haya tenido eso en sus manos hasta el día de hoy

— ¿Cuándo sabré si me puede ayudar o no?

— Hoy mismo hablo con Christopher y te digo, pero si no puedo te pondré en contacto con un buen amigo y gran abogado— ella suspira —¿Lizzy por qué se separaron tú y Owen?

— Solo le puedo decir que me fue infiel, nada más — asiente no muy convencida de la respuesta

— Si me dices más quizás pueda servir en el caso— niego rotundamente

— No saqué eso a la luz en el pasado, no lo haré ahora abogada

— Bueno, no insisto, ya debo irme— mira su reloj, yo asiento— creo que Christopher de verdad tiene que darte las gracias, tienes más influencias que un político — río por su frase— podrías ser uno de esos

— Oh no, odio a los políticos

— Ah mira, Chris también

— Bueno, ya entiendo entonces por qué no me quiere a su lado, seguro me ve como a uno de ellos, ya que dije que soy una mentirosa y manipuladora — Sheyla ríe

— ¿Y lo eres?

— Cada quien obtiene lo que quiere como puede— mi respuesta la hace reír mientras nos ponemos de pie

— Eso no fue un no, waw

— Bueno, por algo Christopher ya me dijo que no me quiere en su empresa — caminamos hacia la salida, la abogada me mira antes de ir a su coche

— Creo que Christopher debe contratarla, de verdad que eres alguien influyente

— Creo que eso no pasará, gracias abogada

— Dime Sheyla que yo llevo diciendo Lizzy desde que llegué, ganaremos este caso Lizzy

— Veremos que dice Christopher

— La ayudaré aunque él diga que no, no soy madre, pero te entiendo — la veo subir a su auto y sonrío, ya tengo abogada Owen, ahora debo hablar con Leyla.



#1070 en Novela romántica
#381 en Chick lit

En el texto hay: humor, niños, romance

Editado: 03.06.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.