Otra novia para papá

Capítulo 12: Hablemos

Christopher
Santiago me da un trago y lo acepto sin dudar, aún no olvido a Lizzy y sí, estoy preocupado y me siento mal por todo lo que le dije, creo que me pasé y más ahora que gracias a ella vuelvo a estar en la cima

— Esta chica sí que es influyente Christopher, no la quiero de enemiga

— Yo tampoco — ambos reímos

— Deberías contratarla ya, eso quieren las personas, los quieren juntos a ustedes dos

— No creo que después de lo que le dije ella quiera trabajar conmigo, fui un tonto

— ¿Qué le dijiste?

— Demasiadas cosas— toco mis labios, aún no me saco ese breve beso de la cabeza, sus labios sobre los míos no me dejaron dormir en toda la noche

— Intento de asesinato

— ¿Cómo dices? — miro confundido a mi amigo que mira su móvil

— Acaban de decirme que el accidente de Lizzy, no fue un accidente, alguien manipuló el auto, la querían muerta Christopher— aprieto los puños y miro al techo

—¿Por qué y quien?

— Bueno salió por todos lados hablando del Dios de los autos — sonrío, me gusta ese sobrenombre — ¿quién crees que pudo molestarse?

— La competencia, pero su ex trabaja ahí, ¿crees que intentaría matar a la madre de su hija?

— Creo que él no pero tu hermano si

— No le llames mi hermano

— Pero Malcom es tu hermano

—¿Y si todo fue un plan? — miro a mi amigo—¿y si Lizzy está con ellos y el accidente fue para que dejáramos de sospechar de ella?

—¿Sigues pensando mal de la chica?

— Santiago, no lo voy a negar ella me atrae, tiene algo que

— Es igual a Siena, lo entiendo

— No, no es por eso y no son iguales, Siena era sincera, pero Lizzy es, ella te cautiva con esos ojos azules — sonrío — pero siento que no es del todo sincera, aveces parece estar actuando y esa sensación me mata, sabes que odio los engaños y ella parece jugar conmigo y divertirse en el acto — digo pensando en su sonrisa ayer cuando Diana nos vio juntos

— Quizás solo son ideas tuyas

— Quizás sí, pero no lo sé, no logro confiar al 100 en ella

— ¿Y por qué crees que se parezca tanto a Siena?

— Es otra cosa que me molesta a gran medida

— ¿Te molesta o te gusta? — mi amigo sonríe

— No me gusta Lizzy por su físico, sí, es bella, sí, es parecida a Siena, pero su carácter es diferente, parece el tipo de chica que no se deja pisotear, que no necesita ser protegida, es decidida y sabe lo que quiere, es de esas que ves y quieres proteger, pero sabes que no te necesita para nada

— Waw, lo tuyo es peor de lo que pensaba, estas

— No lo digas o te despido — lo señalo, él ríe y levanta las manos

— No lo diré, ok— mi amigo sale de la oficina riendo, yo miro mi móvil cuando suena y al leer el mensaje y la foto que me envían frunzo el ceño y salgo de mi oficina, debo ir a la casa.

— Hermano, te hacía en la empresa — expresa Robert cuando me ve entrar a la casa

— ¿Dónde está Sheyla? — es mi saludo y él señala hacia fuera

— En la piscina, creo que nadando — asiento y camino hacia ahí, la veo en el agua y me saluda con la mano cuando me ve

— ¿Podemos hablar cuñada? — sonríe y sale de la piscina, le extiendo una toalla que toma enseguida

— ¿Sucede algo Chris?

— Quiero que me expliques que hacías tomando café con Lizzy— su sonrisa se amplía y enarca una ceja

— ¿Me espías? — bajo la mirada — Waw, no es a mí ¿mandaste a seguir a Lizzy? Cuñado si no te conociera diría que eres un acosador

— No confío en Lizzy y sí, la mandé a vigilar para saber sus pasos y saber si trabaja con Malcom, pienso que es así y quería descubrirlo

— No trabaja con Malcom, no te preocupes — ella se sienta y hago lo mismo frente a ella

—¿Cómo sabes eso?

— Porque jamás trabajaría junto a su ex y porque es una chica agradable que no tiene que gastar su tiempo tendiendo trampas

— ¿Qué hacías con ella?

— Su esposo la demanda por la custodia de la niña, quería mi ayuda

— ¿La ayudarás?

— Antes le dije que debía hablar contigo

— Sheyla que trabajes en la empresa no significa que no puedas hacer tu trabajo en otro lado, mientras no sea para Malcom o su compañía no me importa — ella sonríe feliz

— Me alegra oír eso porque quiero mucho ayudar a Lizzy

— ¿Puede su ex ganar esa batalla? — me intereso sin saber por qué me importa, no es mi problema

— Bueno, legalmente no, pero Lizzy cree que él no jugará limpio, tiene miedo, es normal

— ¿Qué clase de padre intenta separar a su hija de su madre?

— Creo que el hombre que quiere de regreso a su esposa— respiro profundo, ¿sería Lizzy capaz de volver con su ex por su hija?— pero ya no puedo hablar más del caso contigo

— Lo comprendo y entiendo que mientras Owen no tenga nada en su contra Lizzy no tiene por qué temer ¿verdad?

— Bueno el pasado de sus padres puede afectarla, pero como no hay pruebas — se encoge de hombros y en seguida pienso en la carpeta que Leyla me dio — Ya no puedo decir más Chris— agarro su mano cuando pasa por mi lado

— ¿Sabes por qué se separaron?

— ¿Te interesa? — suspiro mientras Sheyla sonríe

— Curiosidad

— Pregúntale a ella Chris, no soy una chismosa— Sheyla entra en la casa, yo me dejo caer en la silla, pero el grito de Diana me levanta de esta y corro hacia la casa

— Diana — murmuro cuando entro a su habitación y ella corre hacia mi

— Sácalo Chris, mira — señala hacia la cama, toda su ropa está ahí y en el centro está Shrek, el perro de mis hijos que muerde y babea todo

— Solo es un perro

— Los odio — chilla Diana y sale de la habitación llorando, ¡qué exagerada! — ¿ Dónde están? — sé bien lo que busca y encontramos a mis hijos en la sala jugando con una pelota que Damon patea y esta impacta en el rostro de Diana

— Gol— grita mi hijo riendo y sobo el puente de mi nariz mirando el rostro rojo de Diana

— Maldito mocoso— mi novia va hacia él, pero mi madre se coloca en el medio

— Solo jugamos Diana, tranquilízate

— ¿Tranquilizarme? Debo ahora tirar toda mi ropa y ese diablo acaba de pegarme en la cara

— Diana— tomo su brazo y hago que me mire— ve y compra ropa nueva, pero son niños, no les grites

— Edúcalos Christopher— me grita y sale de la casa, miro a mis hijos

— Damon por qué?

— No hemos hecho nada papá — se encoge de hombros

— Sabes que Diana odia a los animales

— Es una pesada y es mala— dice Derek— ¿ Qué le ves papá? deberías dejarla, no te quiere

—¿ Por qué dices que no me quiere? — mis hijos se miran entre sí y Damon se acerca a mi

— Ella se irá papá, nos encargaremos de eso y también te buscaremos otra novia, no te preocupes — pasa por mi lado y solo miro a mi madre que sonríe

— ¿Los ayudas?

— Los tres queremos lo mejor para ti Christopher— deja un beso en mi mejilla y sigue a sus nietos

★★★
Lizzy
Conduzco hasta la casa de Leyla, no quiero verla, pero toca hacerlo y bajo de mi auto antes de tomar una gran bocanada de aire, dos veces al timbre y la puerta se abre para mi

— De todas las personas en el mundo eres la última a la que pensaba ver — comenta recorriéndome con la mirada

— ¿Podemos hablar Leyla?

— ¿Hablar? — ella ríe — largo de mi casa Lizzy, no hay nada de que hablar, por tu culpa estoy sin trabajo, nadie en esta ciudad me quiere contratar porque en cuanto digo mi nombre todos dicen que me llamarán y nadie me llama, sé bien que es tu culpa

— Tú te lo buscaste Leyla, nadie daña a mi hija y sigue como si nada, debes entender que Rachel no se toca, puedo perdonar algo contra mí pero no contra ella

— Eres una maldita— se le llenan de lágrimas los ojos, Diablos! ya empieza el drama — Owen me dejó por tu culpa— alzo una ceja— le dijiste lo que hice a la mocosa

— Yo no le dije nada

— Mentirosa, eso es lo que eres, ahora vete, me querías ver derrotada, felicidades, alégrate

— Leyla vine hasta acá porque Owen me demandó, quiere a Rachel con él— ella sonríe triste

— No quiere a Rachel, te quiere a ti de vuelta, por eso hará lo que sea para ganar esa custodia

— Y por eso estoy aquí, eres la única persona que sabe sobre mis padres, tu hermano me ayudó, ¿destruyó todo verdad? — ella ríe como una loca

— Claro que no fue destruido — esas simples palabras hacen que mis nervios exploten

— ¿Cómo dices?

— Que yo guardé todo Lizzy, pruebas para poder, destruirte no— se queda pensativa — pero si te harían mucho daño

— Leyla eso no es juego, hablamos de la vida de mis padres y ahora de la custodia de mi hija, debes darme esas pruebas

— No las tengo — dice como si nada

— ¿Se las diste a Owen? — me altero pero ella ríe

— A Owen no— da un paso hacia mí — a tu enemigo número uno sí

— ¿ Qué enemigo?

— Christopher Lewis tiene todo Lizzy y se bien que lo usará, te odia — ella ríe — suerte amiga mía, la vas a necesitar— cierra la puerta en mi rostro, vuelvo a mi auto con un nudo en la garganta y conduzco hasta la mansión de Lewis, debo hablar con él, aunque no sé ni que le voy a decir, pero cuando llego y me presento solo espero que acepte verme

— El señor Lewis la espera en su despacho — dice el empleado que me atendió — sígame por favor— le obedezco sintiendo mis manos sudadas por lo nerviosa que estoy, la última vez que vi a Christopher me dijo que no me quería volver a ver, me rechazó, me humilló, para mí fue una humillación y también está ese beso estúpido que le di sin pensar del cual me avergüenzo ahora

— Lizzy Smith — dice cuando entro al despacho, está detrás de un escritorio con una enorme sonrisa —¿ Sabes? te creía una persona con amor propio, pero ya veo que no, ¿qué parte de déjame en paz y no la quiero volver a ver no entendió? — son sus palabras y sí debería irme, y no, jamás hubiera venido hasta acá, pero por mi hija soy capaz de dejar de lado mi orgullo y por esa razón me acerco hasta el escritorio

— Necesito que hablemos señor Lewis— él enarca  una ceja divertido con la situación — por favor.



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En el texto hay: humor, niños, romance

Editado: 03.06.2023

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