4. confesiones
Camila miró a Fabian sorprendida, ¿Cómo era posible que el se hubiera enterado? ¿Será que Esteban le comento a Jorge, y Jorge a su vez se lo dijo a Fabian? Si ese era el caso iba a matar a Esteban, ¿Cómo era posible? Nunca hubiera imaginado que el fuera así, su mente maquino mil y una forma de asesinarlo. Fabian empezó a dar vueltas por la sala, mientras Camila se retorcía las manos angustiada
- Antes que digas nada Fabian, yo… Fabian la interrumpió
- Quiero decirte algo, y por favor no me interrumpas – Camila asintió Te conté que ayer tuve que ir al medico de urgencias, me hicieron varios exámenes…
- Dijiste que todo había salido bien
- Por favor no me interrumpas
- Lo siento – le dijo apenada
- Me hicieron varios exámenes y…
- Que pasa Fabian? – pregunto angustiada
- Me estoy muriendo
- Que?
- Me encontraron una Leucemia Mieloide Aguda. Es una especie de leucemia que se desarrolla muy rápidamente
- No… no te entiendo
- Es una enfermedad que se desarrolla muy rápidamente y es algo difícil de detectar
- Y que hay que hacer? Cual es el tratamiento?
- Se da mayormente en personas mayores a 65 años, por lo que es muy raro que yo la tenga. Los doctores no encuentran explicación
- Te repito, que hay que hacer? – le grito desesperada
- No hay nada que hacer – le dijo derrumbándose en el sofá
- Como que no Fabian? Eres una persona joven, solo tienes 35 años por Dios, no podemos rendirnos
- La mira sonriendo – Lo siento mi amor – te prometí que no iba a dejarte sola – le sonrió tristemente
- No me hables así Fabian, no con esa actitud derrotista, no lo acepto. Algo se podrá hacer, aquí, en otro país, donde sea, pero tu no te vas a morir –termino con lagrimas en los ojos
Fabian se acercó a ella y la abrazo, juntos lloraron por esta trampa que les había puesto la vida, se sentaron en el sillón, el recostó la espalda en el respaldo del sillón y ella a su vez se recostó en su pecho, el le acariciaba el pelo mientras ella lloraba amargamente
- No te puedes morir
- No quiero verte así
- Tenemos que hacer algo Fabian – se levanta y lo mira a los ojos debemos luchar juntos, buscar alternativas, que se yo, medicina alternativa, china, naturista…
- No Camila – la interrumpió Fabian – hable con los médicos y no hay mucho que podamos hacer, no quiero terminar mis días conectado a tubos y dependiendo de medicina que me pondrán peor. Quiero morir dignamente, a tu lado disfrutando cada momento que nos queda, quiero llevarme el mejor recuerdo de los dos – sus lagrimas brotaban sin parar – quiero que te quede un bello recuerdo de mi amor, de mi presencia, que cuando pienses en mi sea como me ves ahora, no enfermo, cansado y angustiado
Camilo lo beso tiernamente en los labios
- Que voy a hacer sin ti? – lloro – como voy a vivir sin ti
- Lo harás, eres una mujer fuerte
- No te quiero perder
- Siempre voy a estar a tu lado
- Cuanto tiempo te queda?
- La verdad…
Camila lo miró reprendiéndolo
- Dos meses
- Que? – se levanto exasperada – por que tan poco tiempo? Como es que no nos habíamos dado cuenta de esta maldita enfermedad?
- Cálmate amor
- No Fabian, no puedo, no puedo estar así, de verdad que esto es tan difícil, no puedo aceptarlo, ¿Cómo puedes estar tan tranquilo? Por Dios, te estas muriendo, no quiero que me dejes, no quiero perderte, es egoísta pero no quiero estar sin ti, ¿Qué voy a hacer? No se vivir sin ti
- Lo podrás hacer, se que si puedes
- No, no, no… quería tirarse al piso y hacer un berrinche. Miro a Fabian y noto sus lagrimas y se dio cuenta de lo egoísta que estaba siendo. El debía estar peor que ella, por Dios Camila, el era el enfermo, el era quien estaba sufriendo, quien veía como se le escapaba la vida. Se acercó a el y lo abrazo, lo abrazo tan fuerte que pensó que se le iban a quebrar los huesos, y lo beso, le beso los ojos, la nariz, la frente, las mejillas, la boca, le dio mil besos, acaricio cada parte de su rostro grabando en sus dedos cada milímetro de su piel, por que a pesar de lo desafortunado del inicio de su relación, lo amaba, siguió besándolo sin importarle nada mas, lo empujo suavemente para que se recostará en el sofá y acarició todo su cuerpo, se desnudo para el tomándose todo el tiempo posible para que admirara su cuerpo, sabía lo mucho que le gustaba mirarla, la ayudo a quitarse la ropa e hicieron el amor como si fuera la primera vez, explorando sus cuerpos, besando cada centímetro de piel, anticipando los deseos del otro, sin prisa, sin presiones, sin preocupaciones.
Estaban en la mesa dela cocina degustando una deliciosa carne en salsa de maracuyá en completo silencio, disfrutando el placer de estar el uno para el otro, comieron tomados de la mano, cuando terminaron ambos lavaron la loza bromeando, subieron a la habitación y nuevamente se amaron; durmieron abrazados y tácitamente acordaron, sin decir una palabra, que pasarían los días que le quedaban juntos.