Otra Oportunidad

5. Dormir

  • Dime Camila, dime que no sentiste nada
  • No, no sentí nada, que te pasa? Se suelta, fue un simple beso producto de la emoción del momento

Esteban se aleja de ella sonriendo

  • Me alegro que pienses así, no quiero dañar esta relación de amistad que tenemos
  • No te preocupes – le dijo conteniendo las lagrimas – seguiremos siendo amigos como si nada, ahora si me disculpas, tengo cosas que hacer – se fue y lo dejo con una expresión indescifrable en su rostro.

Esteban nuevamente llevo sus manos a los bolsillos y se fue a su oficina. Camila camino lo mas dignamente posible y se encerró en el baño con las lagrimas corriéndole por las mejillas ¿Cómo era posible que tuviera esos sentimientos en su corazón? ¿Por qué le había dolido lo que Esteban le había dicho? Ella no sentía nada por el y su esposo, su amado esposo estaba muriendo ¿Cómo era posible que estuviera pensando en estos momentos en otro hombre? Uno que no tenía ni el mas mínimo pensamiento amoroso hacia ella, lavo su cara y compuso su pelo, salió del baño y mentalmente se prometió que nunca mas dedicaría un pensamiento a Esteban Montiel.

Paso su carta de renuncia no sin antes explicarle a su jefe los pormenores de la salud de Fabian, el, muy comprensivo le acepto la carta no sin antes dejarle muy claro que las puertas de la empresa estaban abiertas para cuando quisiera y pudiera volver. Camila le pidió a Jorge que fuera muy discreto con lo que le acaba de contar, su esposo no quería despertar la lastima que siempre estas penosas situaciones provocaban. Recogió las cosas de su puesto, le echo un último vistazo y salió de la empresa que la acogió por dos largos años. Cuando llego a su casa su empleada Candy la esperaba con el almuerzo, su esposo la llamo y le conto que no alcanzaba llegar por lo que comió sola, al terminar subió a su habitación y decidió que esos últimos días de la vida de su esposo se dedicaría a hacerlo feliz. Busco su laptop y recopilo información de la enfermedad, luego busco todo lo que quería hacer con el, lo primero que hizo fue hacer una reserva en uno de los mejores restaurantes de la ciudad, igualmente reservo una habitación en un hotel cinco estrellas y unos boletos de avión para la playa. Hizo las maletas para ambos y le marco a su celular, le contesto de inmediato

  • Hola mi tesoro, te estas demorando
  • Si –tosió – ya salgo
  • Estas bien? – le pregunto preocupada
  • Si, no te preocupes chiquita, en media hora estoy en casa

Camila no podía relajarse del todo, por la información que había obtenido supo de los síntomas que podía presentar y quería estar muy pendiente de todo. Exactamente en media hora llego Fabian y le comento que estaba un poco cansado. Lo hizo recostarse por una hora para que descansara, sabía que era uno de los síntomas de su enfermedad, cuando despertó y dispuso a bañarse, se dio cuenta que tenía unos hematomas en la espalada y ahogo un grito de espanto, suspiro y le sonrió cuando el la miro

  • Que sucede
  • Nada mi cielo ¿quieres que nos bañemos juntos?

El la miro sorprendido – Nunca lo hemos hecho

Ella lo miro tímida, de pronto ya no le pareció buena idea

  • No quieres
  • Yo no he dicho eso – le sonrió – dije que no lo habíamos hecho antes, y que groso error, quiero hacerlo ahora todos los días

Ella se acercó feliz donde el, se desnudaron y dispusieron a bañarse, enjabonándose el uno al otro, dedicando gran parte del tiempo a hacer el amor. Se vistieron y fueron a comer, luego a bailar y por ultimo pasaron la noche en el lujoso hotel, Camila le comento los planes que había hecho y Fabian sonrió al verla feliz, ese era su mayor premio, verla sonreír. Había quedado impactado con la noticia de su enfermad, el medico le había dicho que estaba bastante avanzada, le explico los tratamientos y sus efectos, fue en ese instante en el que decidió que no lucharía, y no por que no quisiera vivir, lo hacía por ella, no quería que lo viera débil, muriéndose lenta y penosamente, había visto muchos pacientes morir de cáncer en los hospitales agonizando de dolor a pesar de los medicamentos que le suministraban, llevando penosamente las quimioterapias con las perdidas de cabello, las nauseas y todo lo demás que eso conllevaba.

Estaba preparado para morir, para todo lo que se le venía, pero lo quería hacer sin pasar por todo el proceso del tratamiento, iba a disponer de todo para que cuando el faltara Camila pudiera seguir su vida feliz sin preocuparse por nada, que valiera la pena todo lo que el había trabajado solo para que ella viviera plenamente; agradecía infinitamente al cielo por no haberle dado hijos, así no tendría que criarlos ella sola, no quería que nada la amarrara, que volara libre, que gozara todo lo que su egoísta padre no le había permitido; ya había hablado con su abogado y todo estaba dispuesto, no había tenido que hacer mucho, su padre era consiente y no habían mas herederos.

Al día siguiente viajaron a la playa, pasaron una semana increíble solo los dos en los que solo se dedicaron a disfrutarse mutuamente, cuando se cansaron de la playa Fabian le quiso regalar un viaje soñado a Paris, la ciudad del amor, caminaron cogidos de las manos por sus calles adoquinadas, vieron el atardecer en el campo de Marte y lucho con ella para que accediera a subir a la torre Eiffel, cuando ya su cuerpo no le permitió mas el clima de Paris, decidieron regresar, pero no fueron a su casa, se refugiaron en una cabaña que tenían en las montañas, solo los dos, sin nada de tecnología, solo un teléfono para emergencias, se conocieron de nuevo y nuevamente lo maravilló lo exquisita que era su esposa, su delicadeza, la alegría con que tomaba cada pedacito de felicidad que le daba la vida, le daba tristeza pensar en sus lagrimas cuando el partiera, pero no quería dañar esos momentos que le quedaban preocupándose , quería disfrutarla a ella.




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