Otra Oportunidad

13. El Plan

Esteban decidió llevarla a un restaurante campestre a las afueras de la ciudad, no quiso tocar mas el tema del beso, solo le pregunto de sus aventuras en los viajes que hizo con su mama, ella le contó sobre los países que había conocido, por que habían decidido radicarse en Paris, le habló sobre la enfermedad de Fabian y en esas estuvieron hasta al anochecer, cuando vieron la hora decidieron partir, el la llevo a su casa y Camila lo invito a pasar pero el se rehusó, ella lo miro algo extrañada por que sinceramente quería que siguieran así, hacia tantos años que no hablaba tan a gusto con alguien que no fuera de su familia, pero el sencillamente le dijo que tenía un compromiso, la dejo en su casa con un beso casto en la mejilla y se fue.

Camila entro a su nuevo apartamento algo decepcionada, se había imaginado el final de ese día muy diferente, algo así como ella y Esteban debajo de las sabanas… ay por Dios, en que estaba pensando. Desde que supo que iban a cerrar el trato con el se había puesto nerviosa, se había ido con su mama dispuesta a olvidarse de todo, siguió al pie de la letra las instrucciones de Fabian, vivió, disfruto, conoció pero no amo. Lo necesitaba a el, a Esteban, cada vez que pensaba en conocer a alguien, en enamorarse, se le venia el rubio ojos verdes a su memoria, en ese perfecto y único beso que habían compartido. Después de tanto tiempo no podía evitar sentir que las piernas le temblaban siempre que lo recordaba. Había pasado noches enteras solo imaginando lo que podía pasar si se rencontraba con el, y por fin había llegado el día.

Estaba tan nerviosa cuando lo vio en la sala de juntas, con ese traje que le quedaba a la perfección, su cabello peinado pulcramente y esa barba que se había dejado crecer, era el pecado en persona, pero no supo que hacer, cuando el nuevamente la beso creyó tocar el cielo con las manos, pero seguía sin saber como actuar delante de el. Se sentía estúpida por estar tan nerviosa, por Dios, solo había sido un beso, pero para ella había sido de las experiencias mas maravillosas de su existencia, no sabía si era por la falta de experiencia o por si sentía realmente algo por el, lo cierto es que no se lo podía sacar de la cabeza y la estaba perturbando, por el momento lo único que quería era pasar una noche con el para seguir adelante con su vida, por lo que sabía el no era un hombre que se enamoraba locamente de una mujer, y ella no estaba dispuesta a salir con el corazón roto.

Se paso las manos por la cabeza varias veces y se mentalizo, una noche de sexo, nada mas eso pedía, no iba a involucrar sentimientos, no importa que luego se sintiera que el mundo se acabaría, no quería terminar su vida sin saber que era estar en los brazos de Esteban; eso era por lo que había venido, no se sentía capaz de amar a alguien mas después de Fabian, bueno exceptuando a Esteban, pero dado sus antecedentes, estaba segura que no podía haber nada mas entre los dos.

Cuando el la beso en la sala de juntas pensó que iba a ser mas sencillo de lo que se había imaginado, pero Esteban al parecer cambio de opinion pensó que iba a ser esa noche, pero no sabia que le paso a el, la pasión con la que la había besado después de la reunión había desaparecido y volvió su amigo, el de siempre, con este pensamiento se fue a la cama y se quedo dormida.

Al día siguiente se despertó sobresaltada, estaban tocan la puerta de su apartamento insistentemente, se levanto de la cama y abrió la puerta, era Esteban con un sequito de meseros, entraron como una tromba y Camila se quedo sorprendida cuando los vio trabajar

  • Buenos días – le dijo Esteban entregándole un ramo de rosas rojas
  • Que esto – le dijo señalando al personal que estaban disponiendo la mesa del comedor con suculentos manjares
  • El desayuno
  • Pero de esta forma – le dijo mientras se acercaban a la mesa
  • Quería darte una sorpresa
  • Y que sorpresa – de pronto se dio cuenta en las fachas en las que estaba – estoy en pijama

Esteban le sonrió

  • Estas preciosa

Camila se sonrojo desde la cabeza a los pies

  • Ya regreso – salió de la sala dejando a Esteban con una sonrisa, llego a su cuarto y se dio una ducha rápida, se puso un jean y una camiseta y se dirigió a la sala, Esteban estaba solo
  • Donde están todos?
  • Ya terminaron, ven – le tendió la mano, ella se la tomo – te serviré el desayuno

Tomaron asiento y hablaron sobre cosas banales, comieron cruasanes, chocolate, jugo de naranja y frutas, rieron sin percatarse del tiempo, al cabo de un rato, Esteban se levanto y recogió todo ante la insistencia de Camila de dejar todo así, pero el no le hizo caso, cuando hubo terminado, le dio un beso tierno en la mejilla y se fue. Camila quedó aun mas consternada, no salio de su casa en todo el día pensando en lo que estaba ocurriendo, a que estaba jugando Esteban, al caer la tarde sonó su celular, era Esteban

  • Hola – le dijo simplemente
  • Que vas a hacer esta noche? – pregunto el
  • Hasta el momento nada. Que propones?
  • Paso por ti en media hora - y le corto la llamada sin darle tiempo a preguntarle a donde irían.

No sabía que ropa usar por lo que opto por un pantalón de dril azul oscuro, una camisa blanca de seda y unas sandalias plataformas del mismo color del pantalón, solo se echo un poco de rubor , brillo labial y recogió su cabello en una cola, justo cuando termino tocaron la puerta.




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