Ya estaba agotado, desganado y solo queria que su agonia de hambre y sed se terminara dando su ultimo respiro. El ya estaba acostado boca arriba sobre la paja mientras iba entrecerrando sus ojos esperando que esa noche donde no se veia a ninguna estrella ni a la luna, fuera lo ultimo que viera antes de ponerse a dormir por completo pero entonces una voz lo sobresalto.
—No te rindas... —enseguida pensó que la voz sonó gruesa y de alguna manera muy diabolica como para decir que era la voz de Dios intentando darle fuerzas a un hijo desamparado.
—¿ Quien eres ? —dijo con la poca fuerza que le quedaba y sin poder levantar la cabeza como para mirar quien era al que le estaba hablando ya que la voz sonaba serca casi como si estubiera ahi mismo muy serca de el.
—Eeh... un amigo... —se rio y Lucas trago en seco, penso que ya estaba delirando despues de casi tres dias sin comer ni tomar agua —yo podria darte un poder sobrenatural con el que podrias andar sobre este mundo y vengarte de aquellos que te hicieron daño... —su voz sonaba tan tentadora que Lucas sonrio de lado al pensar en ello.
—Si, claro...
—Lo digo en serio Lucas —eso le sorprendio y aunque tenia miedo de poder ver quien le estaba hablando y ver sus ojos igual busco hacerlo, pero como si se tratara de una muestra de valentía de parte de el. Asi que movió la cabeza de lado, hacia su derecha de donde habia escuchado su voz pero no vio nada mas que la oscuridad que lo rodeaba.
—¿ Quien eres ? —volvio a repetir mientras reunia todas las fuerzas que tenia y en su mano derecha formaba un puño apretandolo con fuerza.
—¿ De verdad quieres saberlo ? —sonrio con maldad a pesar de que Lucas no podia verlo y de pronto mientras Lucas corria su cuerpo de lado vio en la oscuridad a dos grandes ojos de color amarillo pero que parecian encendidos por una llama de fuego ardiente y se estremecio por ello.
—Si —dijo estando seguro es que ya lo habia escuchado de otras personas cristianas contar que cuando estas debil espiritualmente ahí es donde mas los demonios atacan, pero lo que Lucas no sabia era que lo que tenia enfrente de el, era algo mas que un simple demonio.
—Soy Satanas... —por unos segundos Lucas se quedo viendo a esos dos grades ojos y sintio como el palpito de su corazón desminuia cada vez mas —pero si verdad quieres lo que yo puedo darte, tendrás que hacer ahora mismo un pacto conmigo... —dijo con tono serio y Lucas se rio porque despues de tantas plegarias, lectura de la biblia y visitas a la parroquia de su pueblo esperando que algun dia, cuando le llegara su dia de partir de este mundo pudiera conocer al Dios de los cielos, y ahora ironicamente en sus últimos minutos de vida se le presentaba la voz de Satanas y no la del ser supremo de la que todas las religiones hablaban.
—Tu no puedes darme nada, solo lograras que mi alma sea condena al infierno.
—¡ Ja ! ¿ y tu crees que despues de todo lo que hiciste, Dios te perdonara y te dejara entrar al cielo ? —Lucas esquivo sus ojos mirando hacia la oscuridad, entrecerrando y abriendo los ojos —mataste a Patho, encubriste junto con la de el, dos asesinatos, mataste a tu amigo Abel y encima te escapaste del penal donde pensabas remendar tus errores... ¿ tu crees que eso es de verdad perdonable ?
—Yo no mate a Abel... —dijo con voz firme pero luego sono débil, porque en realidad el no estaba seguro de ello y tenia miedo de que Satanas le estuviera diciendo la verdad.
—¡ Oh ! ¡ si ! claro que lo hiciste... lastima que el muchacho ya le había entregado su alma a Dios o si no ahora mismo te estaria felicitando y aplaudiendo por ello —Lucas le miro con el ceño fruncido mientras los ojos de Satanas se movian de un lado a otro a la vez que hacia una mueca sintiéndose divertido —pero lo unico que me alegra es que su esposa quedo viuda y con dos hijos menores y uno que crecerá sin haber visto si quiera una vez el rostro de su padre.
—¡ Demonios ! ¿ que quieres ? ¿ ayudarme o hacerme sentir peor ?
—Eeh... ¿ las dos cosas se puede ? —se rio de nuevo y Lucas no lo aguanto, giro su cabeza hacia el cielo y luego cerro los ojos mientras una lagrimas corrian por sus mejillas, sintiéndose la persona mas despreciable del mundo.
—Oh, Dios apiádate de mi y ya déjame morir en paz... —fue su ruego mientras todavia estaba con los ojos cerrados y seguian cayendo lagrimas por sus mejillas.
—¡ Ah, no ! ¡ a ese no le pidas nada ! ¿ acaso no te das cuenta de lo miserable que a sido toda tu vida por dedicarte a la religion y a un Dios que siempre que necesitaste de el, te solto la mano ? —Lucas miro de costado hacia la oscuridad y luego se quedo mirando fijo sus ojos pensando en todo lo que habia vivido desde la muerte de su madre pero en realidad su triste vida habia empezado mucho antes. Era desde que tenia uso de razon y su padre solo lo trataba con desprecio mientras que su madre vivia trabajando para su padre y a el junto con su hermano los dejaban con una niñera que mucho importancia no les daba.
—Ok, hare el pacto contigo solo dime que tengo que hacer... —dijo un Lucas rendido espiritualmente y fisicamente tambien. Solo deseaba una cosa, acabar con su vida y con esa maldita desesperanza que no lo dejaba si quiera morir de una vez por todas.
Satanas solto una carcajada que le erizo la piel a Lucas y cuando este giro la cabeza y miro por ultima vez hacia el cielo nocturno que tenia encima, escucho que algo se deslizó por el suelo y cuando miro a su derecha vio a un cuchillo de cocina serca de su brazo.
—No me interesa como lo hagas, solo termina con tu agonia y luego nos veremos en el abismo mi querido amigo —sus ojos de fuego desaparecieron en la oscuridad y Lucas estando completamente decidido, se quedo sentado en su lugar, agarro el cuchillo con una mano y luego se miro la muñeca. Sabia que le dolería, pero tambien que eso solo duraria unos minutos y que luego seria ese ser sobrenatural que Satanas le habia prometido y si este no cumplía con su palabra no le importaba porque aparte de el, ya no quedaba nadie mas como para defraudarle.