Lucas se sintió tan bien cuando despues de que Rafael dejo de abrazarlo recibió sus alas y sintio que todo su cuerpo se transformaba y su alma se elevaba en un continuo sentimiento de armonia y felicidad. No tenia miedo, rencor, odio ni nada que le recordara lo que habian sido sus dias en la tierra. El no entendía como es que el poder y la gloria de Dios a tra ves de Rafael, le habian hecho todo eso con solo un abrazo y luego poner las manos en sus hombros y mirarlo como si el no hubiera echo nada malo en sus últimos dias de vida en la tierra. Por un momento pensó que estaba soñando al ver en donde ahora estaba parado y lo que tenia que hacer ahora que era un angel de la guardia.
Asi que despues de que fueron a la inmensa biblioteca que estaba en esa inmensa ciudad de oro, se ubicaron como otras veces en una de las mesas de plata y Mebahiad le dio varias clases mientras le explicaba algunas cosas dibujandolas en un pizarron y despues de que leyeron los protocolos del cielo, de los guardianes y varios libros que le habian enseñado a Lucas los temas vitales que el como guardian y todo ser humano tenia que aprender viviendo en la tierra, Mebahiad le sonrió y entonces supo que el ya estaba listo para su primera misión.
—Señor.... —dijo Mebahaid cuando el y Lucas ya estaban parados frente a la presencia de ser supremo que desde su trono del cual a veces se levantaba para interactuar con sus ángeles, les estaba mirando con atención —Lucas ya ah pasado la leccion teorica de los guardianes, creo que el ya esta listo como para que sea mandado a su primera mision.
—Bien ¿ y tu Lucas ? ¿ crees estar listo para ir a la tierra y cuidar de un humano ? —Lucas lo penso durante varios segundos, pero dentro su corazon el ya tenia respuesta.
—Sí, señor, lo estoy.
—Bueno, entonces Mebahaid ya sabes que hacer... —el guardian asintio y luego miro con una gran sonrisa a Lucas.
—Hay que ir a la tierra... —Lucas asintio y luego los dos cerraron los ojos y como ya habian estado praticando antes, se teletransportaron y Mebahaid lo guio hasta el pais de Argentina, en provincia de Buenos Aires y el lugar destinado era la Capital Federal.
—Esto es la capital de mi pais... —dijo segundos despues de que ambos aparecieron parados en la vereda de la calle corrientes mientras multitud de gente caminaba y pasaba serca de ellos sin darse cuenta que ellos estaban alli.
—Si, asi es —dijo Mebahiad al mirar a su alrededor, recordando la vez que a el le habia tocado ir al pueblo de Las Colinas para presenciar el nacimiento del guardian que ahora estaba parado a su lado.
—Entonces ¿ voy a cuidar a alguien que va a vivir aqui ? —dijo despues de haberle echado un vistaso al obelisco y como la circulacion de vehiculos no paraba en toda la avenida 9 de Julio y casi se emociono al recordar la unica y ultima vez que habia pasado por alli en el coche con su padre y su hermanito.
—Si, vamos... —caminaron por la vereda pasando entre la gente mientras Mebahiad ponia cara de pensativo y cuando Lucas observo a la gente que pasaba a su lado, el ya sabia por las clases que habia tenido con Mebahaid que por ordenes de Dios ellos los ángeles guardianes no podían ser vistos por ningun ser humano porque su deber era ser invisibles para cuidar del humano que les era asignado, porque si ellos lograban verlos siempre iban a querer interactuar con ellos y eso solo complicaria la misión que Dios les otorgaba a los guardines y que debía mantenerse siempre como algo extrictamente profesional.
—¿ Por que caminamos si podemos teletransportarnos ?
—Es que estoy tratando de recordar en donde esta el humano que te asigno Dios... —Lucas no pudo evitar reirse.
—Que raro... crei que los angeles nunca se olvidaban de nada.
—Si, es cierto pero eso solo pasa cuando uno tiene mucho trabajo, no come o no descansa nada.
—Ya veo... —se puso serio y se sintió algo culpable de haber echo que Mebahiad usara todo su tiempo en enseñarle a el para ser un guardian porque Dios ya le había otorgado un humano y ellos tenian que estar listos antes del 3 de enero.
—Pero no te preocupes, cuando regrese al cielo, comeré mana y estare como nuevo de nuevo —sonrio y lucas tambien lo hiso mientras ninguno habia dejado de caminar con paso rapido por la vereda hasta que Mebahiad se detuvo y le miro serio.
—Ya recordé... —los dos se teletransportaron y segundos despues ambos aparecieron parados en medio de la recepción de un hospital.
—Crei que me habian asignado a un niño o niña que vivia en la capital —se sentia un poco decepcionado porque lo que el queria era cuidar a alguien que lo mantuviera en alerta todo el tiempo y creia que cuidar de un bebe no seria nada interesante.
—Estamos en la capital y si, te fue asignado un bebe pero este no sera para siempre un bebe... —dijo cuando ambos estaban llegando a la sala donde habia un ventanal grande por donde se veia a una mujer de unos veintipico de años, estando acostada en una de las camas porque acaba de dar a luz a una niña y en ese momento estaba justamente recibiendola de brazos de uno de los medicos que le había ayudado en el parto —veo que llegamos justo... —vio la cara frustrada de Lucas y le sonrio al mirarlo de lado —no lo tomes personal... a casi todos los guardianes siempre nos asignan a un bebe y luego nosotros los cuidamos y lo vemos crecer hasta que les toca partir de este tierra.
—Ok... entonces me alegro de que no haya sido una ecepcion, por un momento casi crei que no me creian capaz de poder ser un guardián.
—¡ Claro que eres capaz ! —dijo al darle una palmada en el hombro riendose —si no Dios jamas te hubiera convertido en un angel ni te hubiera dado el cargo de guardián. El jamas deja que cualquiera cuide de su creación, los ama mas que a su propia vida —eso lleno de alegria y energia a Lucas que respiro hondo y se sintió muy apto y con ganas de estar serca y cuidar junto a sus padres de esa niña que a un sin verla bien ni conocerla, ya empezaba amarla.