Otra oportunidad

Capitulo 39

 

Jacoba termino de tomar su te y enseguida se fue a limpiar los cuartos, mientras que Katelijn, Rafael y Brisa seguian con su merienda en la cocina.

—¿ Y...puedes mostrarme tus alas ? —dijo con timidez la niña al mirar a Rafael que se sorprendio por su pregunta.

—Katelijn no molestes a Rafael, no puedes pedirle eso —le dijo Brisa al mirarla con reproche.

—Claro que puede... —dijo el al mirarla serio y ella levanto las cejas al darse cuenta de que por fin le habia dirigido la palabra y le habia mirado a la cara, y luego Rafael se paro y en un segundo le hiso una demostracion a Katelijn al extender sus altas alas blancas.

—¡ Wuau ! —dijo la niña al dejar su taza sobre el desayunador y luego le miro emociada —¿ puedo tocarlas ?

—Si, ven aqui... —la niña se bajo del taburete y luego rapido fue hasta el y con una mano toco cada pluma de su ala derecha.

—Es muy suave... —dijo sorprendida mientras no dejaba de pasar su mano por cada pluma que formaba el ala izquierda de Rafael y luego se detuvo y miro hacia Brisa —ven, tocalo tu tambien... —ella casi se atraganta con la chocolatada y enseguida se sonrojo y Rafael no pudo evitar reirse por eso —¡ dale ! ven Brisa.

—¡ Katelijn ! —la reto y luego miro hacia el interior de su taza tratando de ocultar el rubor de sus mejillas. 

—Anda, ven que no pasa nada si tocas... yo no muerdo —dijo al mirarla desafiante con una curvada sonrisa en sus labios y ella al verlo, sonrio tratando de mostrar confianza y luego se bajo del taburete y se aserco a el. 

Cuando su mano toco las plumas de su ala derecha, recordo enseguida la pluma blanca que habia encontrado ese dia en la terraza cuando Lucas vino a verla y como despues le dijo que fue el quien le habia salvado de ser atropellada.

—¿ Es sedosa verdad ? —dijo Rafael al ver que estaba entretenida tocando sus plumas y que a la vez parecia muy pensativa.

—¿ Eh ? si... —dijo nerviosa al encontrarse con su mirada azul y radiante y al darse cuenta que estaba con sus dos manos, tocando de su ala derecha como si se tratara del suave pelaje de un gato, saco sus manos de alli como si se hubiese quemado y el enseguida se rio.

—¿ Verdad que seria lindo tener alas ? —dijo Katelijn al mirarla con expression soñadora y Brisa se repente se puso seria.

—Si, pero para eso todavia falta mucho... —dijo y luego rapido fue a sentarse en su taburete y siguio tomando de su chocolata sin mirarlos y Katelijn encogida de hombros miro a Rafael que seguia con sus alas extendidas.

—¿ Y como se achican ? —dijo al caminar atras de el mirando como las alas salian desde el interior de su camiseta.

—Ah, bueno solo pienso en recogerlas y ellas me obedecen, tal y como ahora —dijo al mirar de costado y al instante sus alas se recogieron tan rapido que Katelijn no se dio cuenta casi como se metieron en el interior de su espalda y luego no dejaron ni un agujero ni nada roto en su camiseta.

—Wuo... y no te quedo roto la camiseta —dijo sorprendida  y Brisa con curiosidad miro a Rafael.

—Si, es porque mi ropa es solo para mi, viene echa para que cada vez que saque mis alas y las recojas no me quede la camiseta o sudadera con agujeros en la espalda —se rio al mirar a la niña y Brisa  alzo una ceja antes de mirar hacia adelante y  luego se llevo de nuevo la taza hacia la boca.

—¡ Que lindo !  ¡ yo tambien quiero ser un angel ! —dijo saltando emocionada y el la alzo y la volvio a sentar en su taburete.

—Si, pero es como dice Brisa, falta mucho para eso. Asi que no te emociones tanto.

—Pero, ¿ por que ? —dijo al mirarlo con cara triste.

—Por que si te dan alas, eso quiere decir que iras al cielo y que ya no veras mas a tu madre, ni a Brisa, Jacoba ni a ninguno de tus amigos.

—Entonces... ¿ tu tambien te iras al cielo ? —el se quedo pensando y Brisa que justo habia terminado de tomar su chocolata, tambien se quedo pensando y mirando a Rafael en especial su cabello castaño claro que en ocasiones parecia rubio.

—Si, yo tambien tendre que ir al cielo —largo un suspiro de resignacion y luego se puso de pie.

—¿ Cuando ?

—¡ Katelijn ! —la niña le miro y Brisa le reto con la mirada y con eso Katelijn ya sabia que tenia que callarse mientras Rafael volvia a sentarse en su taburete y luego agarraba su taza para terminar de tomar  su chocolatada.

—¿ Que esta haciendo Katelijn ?   ¿ otra vez empezó con sus preguntas ? —dijo Jacoba al venir desde la sala con una franela anaranjada en la mano.

—Si... —dijo Brisa al mirarla y luego se volvio hacia Rafael —a pesar de que solo tiene cuatro años, es muy habladora y si no sabe alguna palabra siempre busca la forma de decirlo o saber que significa.

—Ya veo —dijo el riendose y enseguida hablo la niña.

—Tengo cinco, pronto los cumplire... —Brisa, Rafael y Jacoba se rieron de lo que dijo y de la cara de puchero que habia puesto.

De repente alguien toco timbre y Jacoba que habia dejado la franela sobre la mesada, lista para ver quien era, se detuvo porque Brisa le hiso seña de que iria ella.

—Voy a mirar antes de abrir... —camino hacia la puerta ante la atenta mirada de Jacoba, Rafael y Katelijn.

Miro por la mirilla y al ver quien era el hombre que estaba parado del otro lado, abrio la puerta enseguida.

—¡ Papa ! —dijo al abrazarlo con fuerza y agarrandolo desprevenido. Normalmente ella no haria eso y menos con su padre a quien le habia tenido un gran rencor, despues de que le abandonara con su madre y de que el mismo la despreciara hablando con su esposa, pero como Brisa se vio cara a cara con la muerte ya dos veces, ahora no queria perder la oportunidad de abrazar a su padre que por mas mal que el le haga ella no podia dejar de quererlo, porque para bien o para mal, el seguia siendo su padre.

—Brisaiden... —dijo conmovido porque no entendia que le pasaba y entonces con cierto miedo apoyo  sus manos sobre su espalda e intento abrazarla tambien pero ella enseguida se aparto.




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