Otra oportunidad para el amor

30 | 18 de Marzo

Cuando entro en la cafetería, localizo a mi tío en una mesa al final del local

Cuando entro en la cafetería, localizo a mi tío en una mesa al final del local. Hemos quedado para vernos y aunque no ha querido decirme el motivo por teléfono, sé que lo que tiene que decirme es algo muy serio.

Le saludo con dos besos y me siento enfrente de él. Cuelgo mi bolso en el respaldo de la silla y mi tío llama a la camarera para pedirle dos cafés.

—Tengo algo importante que contarte.

Saca una carpeta de su maletín y me la entrega.

—¿Qué es?

—Ábrela.

Le obedezco y abro la carpeta, que está llena de documentos que no logro entender.

—¿Por qué me traes esto?

—Creo que debes saber algo sobre Nathan.

Niego rápidamente con la cabeza y cierro la carpeta. Se la devuelvo, pero la rechaza y me pide que lea atentamente.

—Por favor, es importante.

Termino cediendo, aunque ya sé lo que quiere decirme y todo tiene que ver con lo que ocurrió el sábado.

—Nos hemos enterado por una llamada anónima, que nos ha dado el chivatazo, de que Nathan estaba vendiendo y consumiendo drogas en el campus. Ayer nos pusimos en contacto con el director del campus y nos dio permiso para revisar su habitación y, efectivamente, encontramos en un cajón de su escritorio distintos tipos de drogas. Tienes que saber que Nathan está metido en algo gordo.

—¿Qué? —digo atónita.

—La universidad está estudiando su caso y seguramente le expulsen del campus.

Sus palabras me dejan helada. ¿De verdad van a expulsar a Nathan? Yo sé toda la verdad, Mark le ha tendido una trampa para asegurar sus espaldas para asegurarse de que Nathan no le denuncie.




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