Otra Vez

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Siempre hay que comenzar por el principio decía mi abuela (que en paz descanse y que nunca me vio con novio)

Es un día de trabajo, estoy ocupada terminando de organizar el calendario de actividades para la próxima semana y revisando los últimos correos electrónicos en mi bandeja de entrada.

A pesar que aquí adentro hay aire acondicionado, el estrés siempre hace que me suden las palmas de la mano y los muslos. Siempre, desde que estaba en la universidad, intentaba controlar el estrés pero nunca pude hacerlo. No había ni una sola técnica de respiración o meditación que me evitara tener que pasarme las manos sobre mis pantalones para secarlas.

La misma vida cotidiana que ya conocía transcurría sin ningún cambio hasta que recibí un correo electrónico con un logotipo verde y azul, letras grandes y que nombraban un lugar que no he visitado en muchos años.

La secundaria.

ALUMNOS DE LA SECUNARIA BORDER:

SON TODOS USTEDES CORDIALMENTE INVITADOS A LA REUNION DE “UNA NOCHE PARA RECORDAR” TRES GENERACIONES DE GRADUANDOS HAN SIDO INVITADOS AL SALON ROSE DEL HOTEL ERMINGHTON INN.

ADJUNTAMOS PDF CON DETALLES ESPECIFICOS, DONACIONES PARA EL NUEVO GIMNASIO ESCOLAR Y EL LINK PARA ENVIAR FOTOGRAFIAS Y VIDEOS QUE TENGAN DE ESOS AÑOS. SE REALIZARÁ UNA PRESENTACION ESPECIAL, HABRÁ MUSICA Y COMIDA. PUEDEN LLEVAR A UN ACOMPAÑANTE.

FAVOR IMPRIMIR LAS INVITACIONES EN MEDIA CARTA Y LLEVARLAS LA NOCHE DEL EVENTO.

IR VESTIDOS DE GALA.

ATENTAMENTE, DIRECCION DE LA SECUNDARIA BORDER, LLEVANDO A SUS ALUMNOS HASTA LAS ESTRELLAS DESDE 1988.

Terminé de leer el Email y vuelvo a leer todo, una vez más. No hay forma que quiera verles las caras a esas personas, no tengo ganas de estar ni un minuto más en el mismo lugar con todos ellos. Estaba a punto de borrarlo cuando una chispa se enciende en mi cerebro antes de presionar “aceptar” para eliminarlo de una vez por todas. Mi menté me hizo una pregunta: “¿Estarán todos?” Y luego mi corazón pregunta: “¿Llegará él?”

Vaya, que cosa tan patética. Después de años aun pienso en quien considero mi primer y único amor. Es ridículo.

No, ya no guardo la estúpida esperanza en casarme con él, ya no pienso en él a menos que suene alguna canción de las que escuchaba en esos años de secundaría. Por suerte a los adolescentes de ahora les gusta más el kpop que el pop melancólico y eso evitar escuchar esas canciones en centros comerciales.

No fue fácil “olvidarlo” y lo digo entre comillas porque no lo he olvidado realmente, pero bueno, como decía no fue fácil. Pasaron un par de años para que aceptara que todo realmente había terminado, terminó lo que jamás empezó.

Nunca recibí un correo electrónico, un mensaje en mi antiguo perfil de Facebook que ya no uso o ni siquiera trató de buscarme en las redes sociales. Después de la escuela, ya no supe nada de él.

¿Debería ir?

No sé si sería buena idea. No solo estará él, también estarán un montón de personas que se comportaron de forma desagradable conmigo durante ese último año. ¿Debo ir solo para verlo?

¿Y que gano con verlo una noche? Bueno, sé que estúpidamente pienso muy al fondo de mi cerebro que una noche es suficiente para conectar de nuevo con él y finalmente empezar algo que debió comenzar hace años.

Si voy, tendría que viajar y comprar un vestido y todo eso. Esas cosas que no me emocionan en especial la parte de subirme a un avión, me pone demasiado tensa flotar en el aire a muchos kilómetros de distancia del suelo.

Pero sé que lo haría solo por él.

Ay, soy tan tonta. Pensé que ya lo había superado, me gustaba pensar que así era pero… pero, ¿Por qué me estoy imaginando a los dos bailando con nuestras mejores galas en medio del salón iluminado al ritmo de una canción lenta?

Además de él, no hay nadie más que quiera ver. Bueno, sí lo hay, una amistad que también se quedó en la secundaria. Supongo que ahora tengo dos razones para ir allí aunque no estoy segura si la segunda persona estará ahí, no era el tipo de personas que disfrutan los eventos sociales.

Si pudiera viajar en el tiempo, sé que haría muchas cosas diferentes y quizás con esta oportunidad puedo redimir algunos errores, además si me emociona darle un último vistazo al pasado. Suena ridículo porque lo es. Después de tantos años quizás él ya no se recuerde de mí, quizás está casado o comprometido. Quizás ni siquiera llegará.

Además, él ni siquiera ha pensado en mí luego de salir de la secundaria, estoy segura. Lo sé por la falta de interés en localizarme luego de la graduación. Yo sí quería hablar con él como antes pero, se sentía todo tan diferente. Sabía que al final, él no me eligió a mí y tuvo todo un año escolar para hacerlo.

Al final perdí.

Él y yo éramos los típicos estereotipos de película romántica. Él, popular y acechado por todas las chicas de la escuela y yo la chica invisible que estaba comenzando a “florecer” pero no lo suficiente como para capturar su corazón.

Ese último año me había dejado crecer el cabello, me aplicaba base para que no se me notaran tanto los granitos y había bajado unas libras pero no muchas. Siempre pensé que si lo hubiera conocido unos años después, seguro se hubiera fijado en mí.

A pesar de verme un poco mejor en comparación al año anterior, no era el tipo de chicas que a él le gustaban. A él le gustaban todas…

Todas menos yo.

—Dolly, ven aquí —mi jefa me llama.

Y sí, me llamo Dolly en honor a la cantante de música country. ¿Qué? Digo, a Selena Gomez la nombraron así por Selena Quintanilla, a mi papá le gustaba la música de Dolly Parton.

Me dirijo a su oficina limpiándome el sudor de las manos en el pantalón antes de entrar.

 Trabajo como asistente de una abogada muy bien conocida. Mi carreara no tiene nada que ver con las leyes, estudié marketing pero aquí estoy pues el salario es mucho mejor que los que me ofrecían en la empresa de un tío lejano, que nunca conocí hasta que papá me sugirió trabajar con él.




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