JEREMY
¿Cómo es que esto sucedió?
Quería volver a verla, por supuesto. Fue la única chica que me trató con respeto y amabilidad. Fue la única que no le molestaba mi físico o mi acento, que aunque había disminuido, aún estaba ahí.
Luego de la última vez que nos vimos, que fue en la escuela, me pasé el resto de mis días pensando esporádicamente en ella. Sí quería seguir en contacto con Dolly pero no sabía cómo hacerlo, algo dentro de mí me alertaba a no cruzar los límites que imaginariamente nos habíamos trazado.
Lo especial de nuestra amistad era que fuera de la escuela, no nos contactábamos de ninguna forma. Por aquellos años ya habían algunas redes sociales pero evitamos agregarnos en ellas, no sé porque. Dolly creía que yo no tenía Facebook pero si tenía, solo que no con mi nombre real y no tenía agregado a nadie de la escuela, lo usaba solo para ver publicaciones de mis páginas favoritas de noticias de cine y otras de personas famosas.
Dolly no sabía muchas cosas de mí antes, ni siquiera sabía que Andy era mi hermano. Andy, el famoso Andy Brand, conocido y amado por todos era uno de los populares a pesar de ser de segundo de secundaria mientras que yo, en tercero, era completamente invisible y lo prefería así de cierta forma. Dolly ignoraba nuestra relación biológica lo cual me parece curioso pues él y yo si nos parecemos pero supongo que no lo suficiente como para que ella se haya dado cuenta.
Al salir de la secundaria, constantemente le preguntaba a Andy si ya la había encontrado en Facebook pues él si mantuvo el contacto con sus compañeros y personas de otros grados, como Jake.
Pero ella nunca apareció, no sabía dónde vivía, no tenía su número de teléfono y la única fotografía que teníamos juntos era de un evento escolar que sucedió el último mes de ese año, uno donde nos llevaron a un parque ecológico junto con los demás grados y nos tomaron una fotografía grupal. Fue la única vez que Dolly y yo tuvimos contacto fuera de la escuela, pero no contaba pues fue una excursión escolar. Ella y yo aparecemos en una esquina, casi no nos vemos pero a mí me bastaba para recordar su rostro.
Cada año que pasaba perdía más y más las esperanzas y me sentía algo tonto por seguir pensando en una chica que no llegué a conocer realmente bien como me hubiera gustado, pero cuando pasaba alguien con cabello similar o parecida a ella, me hacía voltear ilusionado.
Y cuando di por hecho que ya no nos volveríamos a encontrar, llegó esa invitación y prometo que estaba más que dispuesto a darme una vuelta por ahí solo para verificar si ella también había asistido hasta que se tropezó entrando en el avión y la reconocí de inmediato.
Ella, antes lucia diferente pero para mí era bonita. Sé que físicamente no encajaba en el perfil de chica guapa pero no me importaba. Me encantaron sus ojos y sus pestañas largas, me gustaba su nariz que no estaba respingada pero se me hacía tierna. Su cabello estaba largo y ondulado naturalmente. Siempre olía a vainilla y llevaba las uñas pintadas de varios colores.
Me avergonzaba admitirlo pero desde el primer día que la vi, me enamoré de ella. Tal vez no fue enamoramiento pero eventualmente sí que lo fue. Mi corazón latía rápido cada vez que pasaba cerca de mí aunque ella no me notara.
La primera vez que nos vimos a los ojos fue cuando la saqué de la piscina. Su ropa estaba empapada y el cabello pegado a ella pero ahí estaba yo, sosteniendo su mano. Temblaba un poco y le coloqué mi chaqueta encima.
Pensé que me reconocería también pero debo aceptar que he cambiado por lo menos, un ochenta por ciento. Ella me observaba y por un momento fingí que no la conocía pero no podía esperar en revelarle mi identidad, aunque jugué con ella un rato.
Dolly me miraba asombrada de mi cambio, no dejaba de señalar lo atractivo que me había puesto y eso por supuesto, me hacía sentir muy bien. Cuando otras mujeres me dicen cosas así, no le doy mucha importancia pero ella no es cualquier mujer.
Ella es Dolly.
Dolly ya era una chica bonita antes pero ahora está espectacular y no solo por su cambio de look, ahora camina sin miedo. Sonríe y les habla a las personas a los ojos. Se nota que ahora sí tiene confianza en sí misma, me alegro por eso.
No tenía idea que me iba a encontrar a mi primer amor en un vuelo a casa de mis padres. Estaba tan feliz de verla de nuevo, de que me haya aceptado tomar un café conmigo y que ahora nos dirigiéramos de camino a casa para que se quede durante un par de noches, sin embargo ella aun piensa en Jake.
Es terrible que así como yo no pude sacármela de la cabeza, ella no pudo sacarse a Jake. Jake tampoco era la gran cosa, siempre me pareció sobrevalorado por todos en la escuela y sobre todo, no era la buena persona que ella quiere creer.
Mi idea de ir a la reunión de ex alumnos se canceló cuando entendí que ella había venido hasta aquí por nadie más que Jake. No hay nada que pueda hacer para que cambie de opinión, no sucedió en la secundaria y no sucederá ahora.
Pero en este momento que Dolly me cuenta sobre la vez que un mono la perseguía en un zoológico que visitó de niña porque se escapó de la jaula, pienso que me encantaría estar más tiempo con ella, a pesar que eso signifique tener que ir a una estúpida reunión con personas que no quiero ver.
Pero a ella, si la quiero ver por más tiempo.
—Dolly —digo—, ¿recuerdas cuando me dijiste en la secundaria que estabas enamorada de Edward Cullen?
Ella suelta una risa. — ¿Cómo olvidarlo? Tú eras tan anti-vampiros, me diste como veinte razones por las cuales Crepúsculo era una mala película.
—Ahora tengo más —suelto—, pero, ¿Adivina qué? Por ti compré los libros para ver si eran tan geniales como los hacías parecer.
Dolly aplaude alegre. — ¿Qué te parecieron?
Coloco mis manos sobre mi boca y finjo arcadas. Ella rueda los ojos y niega. Yo suelto una carcajada.