Otra Vez

19

JEREMY

Cuando llegamos mis padres ya estaban durmiendo y Andy me envió un mensaje avisándome que estaba de camino a casa. Ambos subimos a la segunda planta en silencio, Dolly se veía cansada pero a pesar de todo, seguía siendo hermosa.

No debería sentirme así pero lo hago, la veo y todos los sentimientos que experimentaba por ella en la secundaria, regresan. ¿Cómo es que Jake nunca se fijó en ella? Esta chica es hermosa por dentro y por fuera, es divertida y dulce. Su corazón es amable, sus ojos son preciosos y cada sonrisa ilumina todo el lugar.

Jake sin duda alguna es un idiota.

— ¿Tienes sueño? —Me pregunta cuando llegamos al frente de mi habitación—, tengo que confesar algo.

Frunzo el ceño. — ¿confesar algo? ¿Qué cosa?

Ella trata de disimular su sonrisa. —Mira, siempre de joven quise hacer una pijamada o algo así pero no tenía amigas, bueno una amiga pero sus padres eran estrictos y no podíamos quedarnos juntas y cosas así, el punto es que… no sé, ¿Quieres hacer una pijamada conmigo? —Ella se cubre el rostro—, lo siento, es tan patético. No olvídalo, somos adultos, tu eres un hombre y yo una mujer y sería raro, digo… no sé, no es como si yo intentaría hacerte algo pero…

Dolly habla demasiado rápido. Doy un paso al frente y le cubro la boca para que se detenga. —Tengamos una pijamada, Dolly —sonrío.

Ella quita mi mano de su boca. —Espero que no hayas tocado nada sucio.

Suelto una carcajada. —No te preocupes.

Dolly niega. —olvídalo, digo, incluso antes no nos hubieran dejado hacer una pijamada, tu eres hombre y yo no soy hombre, soy una mujer. Socialmente las personas piensan mal cuando dos personas están en una habitación.

Niego. —Créeme, mis padres no juzgaran nada. Trata de no propasarte conmigo.

Dolly abre la boca y golpea mi brazo. — ¡No haré eso! Ay, Jeremy, ósea no… no haría algo así —da un paso al frente—, soy más virgen que el aceite de oliva extra virgen.

Suelto una carcajada ruidosa y Dolly me pide que guarde silencio por mis padres aunque su habitación está lejos de aquí.

—Dolly, de verdad no has cambiado —sonrío—, pues yo igual, más virgen que el mismo aceite.

Ella entrecierra los ojos. —Entonces dos vírgenes que no se atraen estarán bien, ¿no?

No estoy de acuerdo en la parte de no atraerse, ella si me atrae mucho pero no haría nada que no quisiera. Sé que ella no quiere que haga nada. —Además recuerda que soy un virgen cristiano que cree en el matrimonio, teníamos que casarnos para que pase algo.

Ella rueda los ojos pero sonríe. —Lo tomaré en cuenta, gracias.

Hago una seña a su habitación. — ¿Entonces lo hacemos? —Dolly se enrojece de las mejillas—, ¡Dolly, eres una mal pensada! Me refería a la pijamada.

Ella vuelve a golpearme. —No soy mal pensada, tú no hablas claro.

—Dolly eres una sucia, hoy leeremos la Biblia toda la noche —bromeo y ella ríe.

En ese momento, escuchamos unos pasos y volteamos al mismo tiempo encontrándonos con Andy caminando tranquilo hacia nuestra dirección, nos ve y levanta las cejas luego mueve su mirada a mí y sonríe.

Niego y le doy una mirada, rogando que no hable. Pero es Andy, por supuesto que iba a hablar.

—Dolly, ¿Estas tratando de faltarle el respeto a mi hermano? —Andy la molesta.

Dolly abre sus ojos y niega frenéticamente. —No, no, no, yo no, nosotros solo íbamos a platicar y no sé, yo no, de verdad que no.

Andy ríe. —Vaya, hablas muy rápido —me mira—, ustedes realmente se ven bien juntos.

Lo empujo para que se dirija a su habitación, está al lado de la mía. —Vete Andy.

Él me dice en noruego: — ¿Ya diste tu primer beso? ¿Cómo fue?

Le respondo igualmente en ese idioma: —Tienes que detenerte, no arruines esto, ella no sabe que me gustaba.

Andy voltea con los ojos abiertos y me pregunta en alemán: — ¿No le has dicho? ¿Estas bromeando? ¿Por qué? ¡Dile! ¡Dile!

Dolly nos interrumpe. — ¿Por qué cambian de idiomas todo el tiempo? No entiendo nada.

Andy levanta un dedo. —Mira, lo que pasa es que Jeremy quiere decir que…

Le cubro la boca. —No lo hagas.

Dolly me mira confundida. — ¿Qué cosa? ¿Qué va a decir?

Andy se arranca mi mano de su boca y le dice sonriendo: —Jeremy empezó a amar las películas de crepúsculo por tu culpa.

Oh.

Bueno, eso no es necesariamente mentira y al menos no dijo lo que realmente estaba pasando aquí. Dolly levanta una ceja y luego sonríe. — ¿En serio? Pensé que eran demasiado cursis para ti.

Me encojo de hombros. —Me gustan y ya.

Andy niega. —Él hasta compró los libros y se sabe las líneas de la película, la primera.

Dolly sonríe presionando sus labios, está evitando reírse de mí.

Andy despeina mi cabello y levanta la mano en dirección a Dolly. —Bueno, me voy de aquí. Hasta las súper estrellas tienen que descansar, buenas noches tortolos, si se besan lávense los dientes antes y después, por las bacterias.

Dolly no está molesta por los comentarios de Andy, en realidad, se está riendo. Ella me voltea a ver y me dice: —Me cae bien tu hermano.

—A mí a veces —contesto.

Dolly toma mi brazo. —Ven, vamos a ver crepúsculo toda la noche, necesito quejarme de la indecisión de Bella y apreciar la belleza de Rob Pattinson —tira de mí y entramos a su habitación.

Y justamente eso pasó. Vimos la primera película, la tercera (la segunda no porque Dolly odia esa película, dice que no debería existir) la cuarta y para la mitad de la quinta, ella ya estaba dormida.

Estábamos sentados en la cama, con las espaldas en la cabecera y nuestras miradas pegadas a la pantalla frente a la cama de invitados. Cuando Dolly se quedó dormida, su cabeza cayó en mi hombro.

Termine de ver la película sin despertarla, en ocasiones miraba su mano y me resistía a tomarla. Dejé que descansara sobre mí mientras yo veía como los vampiros luchaban contra los otros vampiros de Italia. Aunque estas películas son malas en muchos sentidos, son adictivas.




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