Otra Vez

20

De regreso a la ciudad y a mi vida laboral, pero al menos algo había cambiado.

Ahora tengo un amigo.

Kathy quería todos los detalles y le conté la versión mejorada de mi noche, le hablé sobre mi reencuentro con mi amigo olvidado, ósea Jeremy y de cómo todos me decían que me veía diferente. Le conté sobre el vestido, el hotel y la cena.

Todo menos las partes malas y mucho menos sobre la hija de mi jefa. Allison nunca ha venido por aquí, ni siquiera sabía que su nombre era Allison pero la he visto muchas veces en fotografías.  

—Entonces, ¿Tú y Jeremy son pareja? —Ella bebe su café caliente.

Casi escupo el mío. —Para nada, Jeremy y yo solo somos amigos. Es una gran persona, quizás quieras salir con él —bromeo.

Arruga la nariz. —No me gustan los caucásicos, soy más de hombres exóticos con piel bronceada y fuertes rasgos —finge abanicarse el rostro con su mano—. No los blancos.

Me hace reír. —Si alguien te escuchara dirían que es racismo invertido.

Ella rueda los ojos. —El racismo invertido no existe, es solo una forma estúpida que usan los privilegiados para dar lastima o intentar dar lastima.

Sonrío y sigo bebiendo mi café.

—Entonces… ¿Tienes fotografías con el guapo misterioso?

Supongo que “el guapo misterioso” es mi antiguo amigo. — ¿Jeremy?

Asiente acomodando su cabello con sus dedos.

—Ah… —la única fotografía que me tomé fue cuando Luciana nos pidió una foto grupal y aparecí a un costado con Jeremy, eso sucedió luego que Jake nos presentara a su novia. Luego ella se ofreció a tomarnos una solo él y yo, Jeremy le dio su teléfono pero esa fotografía no la tengo. Debería pedírsela.

Tomo mi teléfono y le muestro la foto grupal. Ella elogia mi vestido, mi maquillaje y sobre todo, a Jeremy. Dice que nos vemos bien juntos, que somos adorables y que debería invitarlo a salir.

Kathy no sabe sobre Jake. —Basta Kathy, solo éramos amigos.

Me da una mirada. — ¿Y eso  qué? Digo, si él está libre y tú también no veo porque no —espera una respuesta de mi parte pero cuando no respondo, ella sigue—, entonces… ¿Qué te impide salir con el modelo europeo?

Niego viendo hacia abajo. Es obvio que él no quisiera salir con alguien como yo y tampoco quiero salir con Jeremy. Es guapo y una gran persona pero en mis pensamientos solo está Jake. Después de la catastrófica noche para recordar, él volvió a ocupar mis pensamientos y luego de enterarme que él vive en esta ciudad con su novia, la cual es la hija de mi jefa, se me hace difícil no pensar en él.

Cada vez que veo las fotografías familiares de mi jefa en su oficina, cada vez que veo a Allison con su sonrisa natural, me recuerda a Jake. Me recuerda a lo que pasó entre nosotros y a todo lo que no pasó también. Me recuerda de la forma en que me miraba cuando estábamos solos, sus palabras y su promesa.

Esa promesa que no cumplió.

—No sé, no quiero citas ahora. —miento.

Ella termina su café. —Pues si es por eso, te apoyo pero si le tienes miedo al rechazo o algo así, no lo haré —Kathy se recuesta en su asiento—, si le tienes miedo a que te vuelvan a decir que no, ¿Cómo sabrás que la siguiente vez será un sí?

—Eso suena a libro motivacional —contesto riendo.

Ella se encoge de hombros. —Quizás lo saqué de ahí —me guiña un ojo—, pero ustedes siguen hablándose, ¿no?

Asiento una vez. —Sí, desde ese día seguimos en contacto —miro el reloj en la pared—, en realidad le prometí que hoy comeríamos juntos.

Kathy me empuja con una sonrisa. — ¡Eso Dolly! Conquista al chico.

Ruedo los ojos. —Ya te dije que no es nada de eso, solo somos amigos.

Kathy sigue sonriendo. —Amiga, estoy tan feliz por ti. Eres tan linda y amable, necesitas un buen hombre —se termina su café de un sorbo largo y seguido de tragar, finaliza: —nada como un viejo amigo para un nuevo comienzo.

 

Había pasado una semana desde la reunión y aunque he logrado distraerme, aún sigo recordando todo lo que pasó. Las toxicas, el abrazo de Jake, la forma en que besaba a Allison como si fuera el amor de su vida.

Quiero decir, tal vez sí es el amor de su vida.

Pensar en eso hace que se hunda mi corazón. Sé que estoy siendo ridícula, hace años que Jake y yo no hablamos, ya no hay esperanza de que algo cambie entre nosotros y hemos crecido, somos personas distintas. Pero aun así, pienso en él tanto como antes. No puedo dejar de hacerlo.

— ¿Quieres o no? —Jeremy me pregunta agitando la mano frente a mi rostro.

Sonrío apenada. — ¿Qué? —de nuevo estoy absorta en mis pensamientos.

Toma la pajilla de papel y me golpea la frente suavemente. —Otra vez estas perdida en tus pensamientos —me pasa seguido en realidad.

—Lo siento, ¿Qué decías? —me acomodo en mi asiento.

Estoy en el apartamento de Jeremy. De la misma forma en que conectamos naturalmente en la escuela desde el primer momento, lo hicimos desde nuestro reencuentro. Me siento cómoda estando con él y me alegra mucho que no hayamos vuelto a tomar caminos distintos luego de bajar del avión.

Jeremy fue el que me llamó al día siguiente de regresar preguntándome si podíamos almorzar juntos, le dije que sí y nos juntamos en un restaurante de comida rápida. Sin pensarlo ordené una hamburguesa con queso y papas fritas con tocino mientras que Jeremy solo ordenó papas simples y una botella de agua. No fue hasta que estábamos en la mesa que me di cuenta que estaba comiendo muchas cosas prohibidas para él.

Jeremy solo río y me dijo que no le molestaba cuando las personas comían carne, que cada uno era libre de hacer lo que quisiera. Disfrute mi hamburguesa sin pena.

Luego yo le envié un mensaje por la noche, era un mensaje de buenas noches acompañado de un gato con sombrero de vaquero. Jeremy me respondió con un audio.

Su voz estaba ronca, tal vez estaba dormido cuando lo recibió y me contestó: “Buenas noches muñeca malvada”




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