Salgo al pasillo, sin saber que esperar, no sé porque Jake me llamó aquí.
Camino un poco, no hay nadie aquí, está vacío y al fondo de este veo a Jake recostado en la pared con el saco sobre el brazo, él voltea y levanta la mano. Yo giro mi rostro solo para asegurarme que nadie está siendo testigo de este momento, aunque no tiene nada de malo. Solamente somos dos viejos amigos que quieren hablar.
—Hola —sonríe cuando me acerco.
Deja su saco en una silla que está aquí.
Le muestro una sonrisa rápida. —Um, ¿Qué pasa? ¿Necesitas algo? ¿Es sobre la boda?
Jake suelta una risa corta, sigue escuchándose tan linda como antes. Escucharlo reír, me hace recordar todos esos días en mi último año de secundaria. Vaya, esto sí que es difícil.
—No —él estira su mano y toma la mía.
No fueron muchas las veces que él sostuvo mi mano, fueron muy pocas, nunca las suficientes. Su tacto contra el mío, su piel contra mi piel, su sonrisa. Todo esto está provocando que mi corazón lata más rápido y tengo que recordarme que hoy es su cena de celebración de compromiso.
Jake se va a casar, no te ilusiones de nuevo Dolly.
— ¿Puedes venir un momento conmigo? —pregunta.
¿Cuándo le he dicho que no a Jake? Pasar tiempo con él a solas, es como un sueño realidad. Él se ve tan guapo hoy y yo me veo bien, mi futuro ideal se parecía a algo como esto.
Ojala esta fuera nuestra fiesta de compromiso.
Él me dirige tomados de la mano hasta la parte de atrás, abre una puerta pesada de madera y salimos a un jardín enorme. Sin duda la casa de Lauren es de ensueño,
Hay algunas luces por todo el lugar, creando un ambiente muy bonito, como de película. Como de película romántica donde el chico y la chica bailan lento en medio de todas las flores, a un lado de la fuente, bajo la luna y las estrellas.
—Esto es hermoso —le digo.
Jake no me suelta de la mana, él sonríe viéndome. —Lo es, es hermoso.
Lo miro a los ojos, sintiéndome un poco mareada. No mareada de enferma, mareada de estar aquí con el chico que pensé compartiría el resto de mi vida con él, mareada de pensar que jamás lo volvería a ver. Mareada de querer acercarme a algo prohibido.
— ¿Para que querías que saliera? —le pregunto respirando profundo.
Él mira hacia la puerta, asegurándose que no haya nadie. —Nada, es solo que, como te dije antes. Verte así me recordó a la noche del baile de graduación.
No lo hagas Jake, no hables del pasado. —Ah…
—Te ves de verdad, muy linda —sonríe—. Ojala hubieras ido esa noche Dolly, quería tanto verte y bailar contigo.
Niego. —No es cierto, tu siempre estabas con otras chicas —intento respirar para calmarme.
Él toma mi otra mano. —Tu no eras como las demás —se acerca un poco a mí—. Contigo me sentía diferente, me hacías sentir mejor.
Tengo que bajar la mirada, siento que quiero llorar. —Jake…
Él estira su mano y toma mi mejilla, ¿Qué está pasando? —Te extrañé Dolly, créeme. Quería que fuéramos amigos por mucho tiempo, verte de nuevo me ha hecho tan feliz.
Quito mis manos de las de él. —Bueno, pues ahora… nos hemos encontrado otra vez, ¿no? Aquí estamos, de nuevo frente a frente.
Tengo que moverme para que no note mis ojos, los cuales han comenzado a acumular algunas lágrimas. — ¿Por qué no fuiste al baile, Dolly?
Él se queda detrás de mí, con una mano sobre mi hombro. —Porque no había razón para ir. Ese año todo salió mal y solo quería que todo acabara.
Como esta noche, quiero que todo acabe para regresar a mi apartamento y llorar. Llorar de nuevo, por lo que pudo ser entre él y yo y por lo que nunca será.
—Quería invitarte —afirma y me volteo, frunciendo el ceño—. De verdad, quería hacerlo, quería tener valor por primera vez en mi vida.
Muerdo mi labio. —Pero tú estabas con Daisy —le recuerdo.
Como olvidar que a él le gustaba mí supuesta mejor amiga, que para ese entonces, ya no era más mi amiga.
Suspira. —Estaba con Daisy pero —regresa su mano a mi rostro—, yo quería a otra persona.
No es verdad.
—No mientas —le pido resistiendo la urgencia de llorar—. Te gustaba Daisy y te gustaban todas —menos yo—. No sé porque me dices esto ahora, creo que deberíamos regresar.
Me separo de él pero me detiene tomando mi muñeca derecha. —Quédate conmigo —pide, viéndome de una manera profunda—. Por favor, te necesito, Dolly.
¿Qué me quede ahora o por más tiempo? —Jake, ahí te están esperando —le recuerdo.
Niega, haciendo una mueca. —No lo sé, me refiero a que, ahora mismo solo quiero estar contigo.
¿Por qué está diciendo todo esto ahora?
—Dame un último baile —toma mi otra mano y la coloca sobre su hombro, él me toma de la cintura—. Un baile lento, como el que siempre quise tenerlo contigo.
Ni siquiera hay música, solo ruidos de la naturaleza como algunos insectos y grillos. Las personas adentro puede que se pregunten dónde está Jake, tal vez aún no se han dado cuenta. Tal vez se han dado cuenta que yo tampoco estoy ahí.
Él me mira directamente a los ojos mientras que mi corazón late con tanta fuerza que parece que está a punto de salirse de mí. En mis sueños de diecisiete años, nuestro baile sería como este momento.
Si las cosas fueran diferentes, me acercaría para besarlo.
Pero ahora él está comprometido con alguien más, no conmigo y es probable que jamás tengamos un beso. No puedo hacerle esto a Allison, que no me cae bien pero ella no tiene la culpa que yo siga enamorada de mi primer amor.
No puedo hacerme esto.
—No puedo —me separo—. Lo siento, Jake. Tenemos que regresar.
Jake niega. —Por favor Dolly, no te vayas.
Eso debí pedir yo, que se quedara en mi vida. Que no se fuera. Que me buscara. Que me dijera lo que estaba sintiendo. Que si era cierto eso del baile de graduación, que lo hubiera dicho a tiempo.