Otra Vez

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Jake baja la mirada. —Dolls… —se pasa la mano por el cabello—. Lo siento tanto. Fui un idiota por no… sé que habían rumores y todo eso pero… supongo que sabes que yo sabía lo que iban a hacer.

Asiento. Cuando eso pasó, no lo sabía. Fue hasta hace un tiempo que Jeremy me lo dijo.

—Lo sabía y… no sé. Jeremy era el único que sabía mi secreto, lo de ser bisexual —me explica—, un día Janey y yo nos cruzamos en el camino. Yo le pregunté por Steven pues… aun sentía algo por él pero ella se enojó, me dijo que por mi culpa sus padres lo mandaron con sus abuelos. Estábamos peleando y Jeremy se apareció. Pensé que no importaba, que era un chico más pero luego lo vi en la escuela y tenía miedo, no quería que nadie supiera eso.

En ese momento llegan las pizzas. Él se para para recibirlas, cierra la puerta y las deja sobre la mesa. Cuando regresa se sienta con la espalda recta y me ve de frente.

—Entonces ese día… no sé, supongo que eran mis complejos y todo eso pero cuando me dijeron que le harían algo a él, me alegré. En ningún momento Jeremy dijo algo de mi sexualidad pero en ese entonces era un idiota y no me importó.

Trato saliva sintiendo una presión en el pecho. —Pero yo estaba ahí también, a mí también me iban a hacer eso. De mí también estaban burlándose.

Asiente avergonzado. —Lo siento tanto, fui un tonto. Un estúpido. Pensé que si los detenía… no sé, algo podía pasar. No quería que nada se arruinara, solo faltaban unas semanas para que la escuela se acabara, quería quedarme en el lado de ellos.

Niego molesta. —Jeremy jamás iba a decir nada —lo miro enojada. Creo que es la primera vez que me enojo con Jake—. ¿Sabes algo? Un día tuvimos una conversación que nos llevó al tema de Janey, me dijo que te vio a ti discutir con Janey pero me dijo “no escuché de que estaban hablando” —recuerdo ese día—, ¿Te das cuenta que ni siquiera tiempo después, con alguien de confianza, reveló algo personal tuyo?

Jake me mira apenado, con tristeza también. —Lo sé, fui un tonto. Ojala lo hubiera sabido manejar mejor, por mi culpa ustedes… él también sufrió por mi culpa.

Me dejo caer en el sofá, hundiéndome en el respaldo. —Al menos has cambiado, las toxicas siguen siendo unas perfectas engreídas con casas de lujo.

Jake niega. —Mienten —afirma—, Luciana tuvo un amante, Monique está endeudada con sus tarjetas de crédito. Ni siquiera recuerdo el nombre de las otras dos pero ellas no son perfectas en absoluto, a una de ellas la vi saliendo con un tipo de cincuenta años y la otra siempre ha mentido de todo. Desde la escuela le gusta inventarse una vida que no es real.

Debería hacerme sentir mejor pero no lo hace, solo me entristece como todos después de la escuela aun queremos aparentar algo que no somos. Me entristece que todos de niños teníamos sueños inocentes, que por el paso de la vida, se quedaron en el olvido y terminamos viviendo vidas totalmente diferentes a nuestros sueños.

— ¿Sabes? —Miro a Jake—. Hace unos meses te hubiera pedido que no te casaras con Allison pero ahora tengo otra petición para ti —le tomo sus manos—, cuídala. Haz las cosas bien con ella, es mejor de lo que pensé.

Jake sonríe. —Gracias Dolls, lo haré.

Asiento y se siente bien tener un cierre. Hace meses no quería un cierre, quería que mi vida siguiera al lado de Jake por siempre. Quería quedarme a su lado hasta que la muerte hiciera su parte.

A los diecisiete soñaba con despertar a su lado, preparar panqueques por las mañanas y sentarnos juntos en el balcón. Soñaba en tomarnos fotografías y bailar bajo la luna, visitar muchos países y comer comida exótica. Anhelaba viajar con los vidrios bajos y la música hasta arriba, emocionados por nuestro siguiente capítulo en la vida. Hijos, mascotas, no importaba si era con Jake.

Ahora he abierto los ojos y me entrego a mí misma la llave, esa llave para salir de la prisión de un enamoramiento juvenil.

Porque los primeros amores son así. Son cortos, inocentes y nuevos. Te hacen experimentar nuevas sensaciones por primera vez, te hacen soñar y amar como nunca más lo harás. Los llevas en tu corazón por el resto de la vida, pero no como un candado para evitar que alguien más entre sino como una bella decoración. Una reliquia, algo que permanece y es muy importante para ti, pero no estorba.

Jake, mi primer amor, siempre permanecerá en mí. Siempre lo recordaré como uno de los momentos más agradables de mi vida, un signo de exclamación en mi existencia que jamás reemplazaré pero eso es lo que Jake será para mí únicamente, una pequeña anotación en mi historia.

No toda mi historia y sin duda, no el final de mi historia.

Porque ahora quiero comenzar una mejor, con una persona que siempre estuvo ahí.




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