¿otra vez tú?

Capítulo 5: "¡Despierta Bella Durmiente!"

Y ahí vamos de nuevo...

 

Nos dirigimos a nuestra última clase, Matemáticas, fue horrible, y no miento, debería estudiar en vez de ir a un Baile, pero ya le había prometido a Caroline que iría con ella. Comenzaba a emocionarme un poco el tema. Salimos de los salones y me adelanté un poco para esperar a mis mejores amigos en el parqueo... no quería que...
 

— ¡Leah!— una voz demasiado conocida para mí se escuchó desde el fondo.

 

En serio. Me pase todo el día... bueno todo el tiempo evitando esto y ahora aparece a convertir todo mi esfuerzo en acciones en vano, que no sirvieron para nada. Educadamente hice una falsa sonrisa y me di la vuelta.
 

— Hola Jason.— lo saludé cansada.
 

— Te he estado buscando todo el día mi amor.— fruncí el ceño al escuchar "'mi amor".— Sé que debes estar muy emocionada por el Baile así que quería preguntarte si querías ir conmigo...

 

Sabía que esto iba a pasar.
 

— Cuanto lo siento de verdad quisiera ir contigo.— Si, claro, aprende a mentir Leah.— Pero le prometí a Caroline que iría con ella.— dije y como por arte de magia mi amiga apareció a nuestro lado.
 

— Hola Jason, lo siento pero mi amiga irá conmigo.— dijo poniendo una mano en mi hombro.

 

— ¡Que lastima! A la próxima será...— no habrá próxima.— Una chica me ha quitado a mi cita.— puso una mano en su frente— Bueno, lo superaré.
 

Antes de que pudiese decir algo, con respecto a esto, o incluso aceptar su invitación si me rogaba demasiado...Caroline me salvó de esta situación, como siempre,  y tiró de mi por el brazo derecho. Comenzó a arrastrarme hasta la salida del Instituto como niño pequeño encantado con un juguete que no pueden comprar.
 

— Jason, tenemos que irnos. Luego nos vemos.

 

¿Qué quién es Jason?
 

Jason es mi ex novio. Si, ya escucharon. Mi ex novio. Desde pequeños en el Kínder nos llevábamos bien, y salimos por un año a finales de secundaria e inicio de preparatoria. Está en mi curso y pues suele ser algo intenso. No me mal entiendan, es una genial persona y todo... Aunque no nos llevamos mal, ya que la mayoría de los ex suelen odiarse, la razón por la que terminamos fue porque a fin de cuentas, lo quería pero como amigo. ¿Me tomó un año darme cuenta? No, al principio creí que podía funcionar... con el paso de los meses el tiempo demostró lo contrario.

 

— Gracias por salvarme en serio.

 

— No fue nada.— sonrió mi mejor amiga— Pero debes admitir que es muy dramático.

 

Me reí— Si que lo es.

 

— ¿Has pensado en ser sincera con él y decirle que te deje en paz, que no sientes nada?
 

— Si, pero sólo míralo, ya ves como es... además antes éramos amigos...—me justifiqué.
 

— Estas jugando con sus sentimientos Leah, no seas cruel.— me miro seria, con una seriedad realmente increíble.

 

— Vale.— respondí mirándola sería también.— Luego lo haré.
 

— Está bien ¿Y Noah?— preguntó recostándose en él auto del anteriormente mencionado cruzándose de brazos para esperarlo.
 

Lo buscaba con la mirada. Yo imité su acción. Ya eran algo así como las cinco de la tarde, hora en que todos los estudiantes del Instituto Wheeler terminaban las clases y salían al fin del infierno al que seguramente a más de uno, los padres obligaban a ir para ser alguien en la vida.
 

— Ni idea, debe estar por ahí....
 

— Será mejor que ambas quiten su trasero de mi auto antes de que tenga que tomar otras medidas.— apareció por detrás de nosotras, y rápidamente entró al auto.
 

— Alguien no está de buen humor hoy.—canturreó Caroline abriendo la puerta de atrás para ambas subir al coche.
 

— Si claro.— soltó con ironía y rodó los ojos mi mejor amigo.

 

— Oye que estés de mal humor no significa que te comportes como un idiota.—dijo ella molesta. Genial. Esto no iba a terminar bien.
 

— Chicos...
 

— Uh, cuando lo siento, la señorita perfecta, disculpe por tener un mal día.— bufó.— Venga ya, déjame en paz.
 

— ¿¡Perdona?!

 

— Chicos.— repetí intentando llamar la atención de ambos de mis amigos.

 

— Ya lo has escuchado.— le respondió Noah.
 

— Para que sepas....
 

—¡Chicos!— grité.
 

—¿¡Qué?!— me preguntaron al unísono, Caroline dirigió su mirada hacia mí y Noah me miro por el espejo retrovisor.
 

— Paren de discutir ya. En serio me estresan.— bromeé pellizcándome el puente de la nariz. Bromear en momentos como estos ayudaba a que la tensión disminuyese, al menos entre nosotros pasaba así.
 

(...)
 

Hice un ademán de despedida y entré a mi casa. Mi madre estaba en la cocina preparando la cena y mi hermano jugando en la Xbox de la sala. Sonreí, deje mis pertenencias y los saludé. A mi hermano como es natural pasé cerca del sillón y le alboroté el pelo, él sonrió. Luego me dirigí a la cocina.

 

— Uhm... qué bien huele.— me acerqué y le di un beso en la mejilla.

 

— Hola cariño.— sonrió picando algunos vegetales—¿Cómo te ha ido hoy?
 

— Bien, supongo.— me encogí de hombros restándole importancia y robando una rebanada de zanahoria.

 

— ¿Supones?
 

— Tres palabras:"Baile de Bienvenida" Sabes cuánto odio eso.— rodé los ojos con fastidio. Nada personal, es solo que, prefería quedarme en casa viendo una película que estar escogiendo vestidos y todas esas cosas.
 

— Deberías darle una oportunidad, sé que no te gusta pero este es tu último año, después en la Universidad no será lo mismo cielo.
 

— Lo sé, le prometí a Caroline que iría... Sabes que quizá al final de este curso nos separemos y...—fruncí los labios sin poder completar la frase, me dolía mucho.
 




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