Sinopsis

Eloísa Ramírez estudia Periodismo y vive a base de café, palabras y caos. Habla rápido, ríe fuerte y tiene una teoría para todo. Cree que todo en la vida puede explicarse con un buen titular y que la espontaneidad es su superpoder, aunque a veces le juegue en contra. Es de esas personas que se meten en líos sin buscarlos… pero siempre encuentran la forma de convertirlos en una buena historia.

Leonardo Duarte, en cambio, estudia Psicología y tiene la vida milimétricamente organizada. Callado, observador y metódico, analiza cada gesto antes de actuar y cada palabra antes de decirla. Su mente funciona como un mapa de rutas, con todo perfectamente planificado. Y, además, tiene novia desde hace años. Una relación estable, predecible y segura. O al menos eso cree.

Elo y Leo no tendrían por qué cruzarse. No comparten clases, ni círculos, ni intereses aparentes. Pero el destino —o algo que se le parece mucho— tiene otros planes.
Se conocen por accidente en una fiesta universitaria a la que ninguno quería ir: ella, arrastrada por su mejor amiga Mara; él, obligado por su amigo Andrés. Mientras sus amigos conectan al instante, entre Elo y Leo solo saltan chispas… de las que queman.

El primer encuentro es un desastre adorable. Elo habla sin parar, lo bombardea con preguntas, lo provoca con su humor rápido y su energía inagotable. Leonardo responde con ironía medida, tratando de mantener el control frente a esa tormenta con rulos y sonrisa contagiosa. Todo debería terminar ahí, con un cruce anecdótico y nada más.
Pero no.

Desde esa noche, no dejan de encontrarse: en la cafetería del campus, en los pasillos, en la biblioteca, en cualquier rincón donde el destino decida reírse de ellos. Y cada encuentro, lejos de apagarse, los enreda un poco más.
Lo que empieza como roces incómodos y discusiones absurdas termina en conversaciones que duran horas, en risas que ninguno puede explicar y en miradas que duran un poco más de lo permitido.

Eloísa intenta convencerse de que no siente nada. Que solo disfruta de la compañía de alguien que la desafía, que la escucha de verdad, que la obliga a pensar antes de hablar. Leonardo, por su parte, se aferra a la idea de que su relación va bien, de que no está cruzando ningún límite, de que todo esto con Elo no es más que… algo platónico.
Pero el problema con las emociones es que no entienden de lógica, ni de tiempos, ni de compromisos.

Entre trabajos prácticos, charlas universitarias y cafés eternos, Elo y Leo comienzan a conocerse de verdad. Y cuanto más intentan alejarse, más inevitable parece el encuentro.
Elo lo saca de su zona de confort. Leo la obliga a bajar un poco el ritmo.
Ella lo hace reír. Él la hace pensar.
Y entre ambos, sin querer, construyen un vínculo que desafía todo lo que creían saber sobre el amor, la ética… y ellos mismos.

Pero hay un pequeño detalle: Leonardo tiene novia.
Y mientras Elo jura que no va a enamorarse de un chico “ya comprometido”, su corazón —tan poco lógico como ella— parece tener otros planes.

A veces, el amor llega cuando menos lo esperás. En forma de una conversación que se alarga, una broma compartida o una mirada que te deja sin aire.
Entre debates sobre ética, periodismo, amor y destino, Eloísa y Leonardo descubrirán que lo que más intentás evitar es, justamente, lo que más necesitás.

Porque el amor, igual que los buenos titulares, aparece sin aviso.
Y cuando lo hace, cambia por completo la historia.