-Muy buenas tardes soy Simon Gray ,gusto en conocerla.
Dice con una sonrisa sincera.Su rostro está marcado por las arrugas , me recuerda a los viejos catedráticos de la universidad, esos que casi siempre te miran por sobre los anteojos y te hacen cuestionarte si en verdad tienen dificultades para ver o es que solo los utilizan porque es una ley implícita para todas las personas mayores de cincuenta, pero su voz es la que me infunde confianza , es suave y calmada como la de mi padre.
-Usted debe ser la señorita Annabeth Cole, tome asiento por favor.Así de simple mi calma salió corriendo de la habitación.
-¡¿Cómo sabe mi nombre?!, creo que me voz resultó ser más fuerte de lo que esperaba.
Él sonríe con amabilidad.
-mi secretaria me lo dijo señorita Cole. Arquea ligeramente las cejas y yo sonrío avergonzada
-Lo siento estoy un poco nerviosa, eso sucede cuando no sé qué esperar de alguna situación
- No se preocupe, es en verdad algo muy simple, y sin muchas extravagancias, no tengo una bola de cristal o cartas de tarot,vuelve a sonreír con amabilidad, primero señorita Cole una pregunta muy simple ¿Por qué está aquí?
-Yo… Mmm, una amiga me recomendó venir a una sesion, quiero decir una...lectura y...
-No pregunté ¿Quién la trajo aquí?,pregunté la razón por la cual está usted sentada esta tarde en este cuarto.
-Yo tengo...sueños...sueños que no había tenido nunca antes, sobre lugares que nunca había visitado ,lugares que no creo que existan ahora .vine hoy aquí porque en esos sueños veo que mueren muchas personas, que no sé por qué razón , pero me afectan sus muertes y; finalmente, después de observar esa catástrofe yo muero.Estoy aquí porque quiero que todo eso pare,porque tengo ese maldito sueño, cada maldita noche y estoy muy muy cansada.
Él me mira impasible a pesar de que en le grité las tres cuartas partes de mi respuesta.
-¿qué le parece si comenzamos ya? Yo asiento sin decir nada más.
-¿puede por favor poner el metrónomo en marcha por favor?
-sí...ya está.parece que logré recuperar mi voz.
Se acomoda en el sillón del frente;estira las piernas sobre un extremo del cómodo sillón y en el otro apoya su cabeza.Espero con los ojos muy abiertos a que pase algo, no obstante durante cinco minutos permanece en silencio sepulcral, hasta que surge una voz diferente, ya no se parece a la de mi padre, esta nueva es plana, sin ningún tipo de timbre.
-la entidad vivió alrededor del 10000 a.C. Un poco antes del último cataclismo que azotó a la civilización Atlante.