Hoy recibí la invitación de Zidane a la plaza, dijo que algo importante tenía para decirme.
Habíamos quedado en una determinada hora en un lugar en específico (en el lago que se hallaba en una parte de la plaza). Lo esperé casi unos 30 minutos aproximadamente, luego recibí un mensaje de él:
Linda, perdóname pero no podré ir.
Tuve un imprevisto, prometo recompensarte.
Suspiré entristecida, me quedé en aquel lugar ya que la iluminación era excelente para leer. Saque el libro de mi mochila, me puse los auriculares con musica de violín y me puse a leer.
Después de estar sentada leyendo, vi que una sombra se me acerca, levanté la mirada y esa persona parada frente a mi ya la conocía de algún lugar, sus ojos azules ya los había visto.
Él se sentó a mi lado, rápidamente me saqué los auriculares y él comenzó hablar.
-Hola- le sonreí y sacudo la mano- ¿cómo estás?- con mis dedos le indiqué que estaba bien y él me sonrió- aquella ves que te choqué...- alcé una ceja- ...no tuve tiempo a presentarme o a pedirte perdón- agaché la cabeza avergonzada, fui yo quien lo había chocado sin mirar- de seguro te fuiste rápido por el susto y te pido perdón por eso- en realidad no me había ido por eso. Su rostro mostraba arrepentimiento así que saqué de mi mochila mi cuaderno y empecé a escribir.
Quedamos de vernos otro día para que le mostrara la belleza que la ciudad ofrecía ya que era nuevo por allí.
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De a poco vamos conociendo a los personajes de esta historia. No te pierdas ningún capítulo para descubrir más de ellos.
Hasta la próxima.