En la mañana volví a casa con la condición de que me cuidara y no haga alguna locura (sé perfectamente a qué se referían los doctores cuando me nombraron ese detalle primero, no tengo pensado en hacer tal descabellada idea).
Le avisé a Anya sobre la noticia y ella se encargó de difundirlo a los demás.
En la tarde llegó una visita a casa. Pasamos el rato con los gemelos, hablamos de cosas sin sentido y ese momento me sentí muy afortunada al tener un gran amigo.
Una ves que se fue, recibí un mensaje.
Hola linda, me enteré que ya te
dejaron en libertad. Dime una cosa, ¿Te gustó el regalo que te hice?.
El corazón me latió a mil y mis mejillas empezaron a tomar color.
No quería abrir el presente (no hasta descubrir que era lo que tramaba con aquello) pero la intriga era más fuerte que mi razón. Cuando abrí la caja decorativa se encontraba dos papeles; una hoja pálida rayada doblada a la mitad y la otra decorada de negro, marrón, rojo y dorado. Saqué los papeles y comencé a leer (mis ojos se llenaron de lágrimas).
______________________________________________
¿Qué palabras tendrán esas hojas?.
Descúbrelo en el próximo capítulo.