Our (fanfic Starker)

Sueños vs Realidad

Peter sentía que seguía preso de un sueño. Se golpeó el rostro, dos veces, para constatar que no lo estaba.

¡Mierda lo había hecho!

Sonaba a exclamación, pero era pregunta. ¿En verdad lo besó? ¿En verdad Tony le respondió?

Sus pies iban y venían por la sala. Esquivando los muebles, algunas veces chocando con ellos, daba vueltas y vueltas por aquel lugar sin poder creerlo y sabiendo que era verdad. Su mente era un alborotó de recuerdos, sensaciones y deseos. ¿Por qué no? también era un juntadero de sueños y porvenires.

Venom había sacado la cabeza de su cuerpo y está rebotaba algunas veces contra la suya cuando Peter se dejaba guiar por sus nervios sobreexcitados y golpeaba algún mueble tambaleándose. Podía oírlo hacer planes, susurrar por lo bajo montones de idioteces sobre poder y conquistar el mundo. Por un solo segundo sus pies frenaron cuando este —extasiado a más no poder— empezó a relamerse al pensar en tener esclavos.

Una parte de él sabía que debía sujetarle la correrá y decirle que deje de hablar de esas idioteces. No habían ganado nada, pero Peter tenía sus propios asuntos. Más luego él arreglaría la entraña idea que ahora tenía el simbionte de su futuro y más tarde le explicaría sobre la abolición de la esclavitud. Obviamente tocaba darle clases de historia.

Peter, más bien, sujetó de imprevisto uno de los tantos almohadones del sillón, lo cogió entre sus manos y enterró la cara en él gritando como un niño que había tragado diez toneladas de dulces. La adrenalina aún corría por su cuerpo, se sentía tan exaltado que daba pequeños brincos arrojando cosas a su pasó o empujándolas.

Quería bailar. Mierda quería hacerlo. Podría. En su mente alguna melodía cualquiera empezó a reproducirse y soltó una risita un tanto neurótica sintiendo como la energía fluía de formar constante e infinita por entre sus músculos. Casi quería sujetar la cabeza flotante de Venom y darle clases de foxtrot. Solo el miedo de que Tony entrara y los atrapara haciendo algún tipo de baile de salón lo frenó. El bochorno ante la idea sin embargo cuajó en su interior, haciendo que se calmara un poco y dejara de gritar como una fanática loca que había visto de cerca a su ídolo.

«¡Tú lo besaste!» lo disculpó una parte de su mente, demasiado eufórica para seguir manteniéndose tan negativa y sombría, pero pese a esa cosa que no cesaba de bullir en su interior, Peter sabía que debía mostrarse entero y calmado. Difícil, pues, otra parte de él no paraba de chillar enloquecida con el recuerdo del besó. Y no solo un beso. Qué si fuera eso, mierda pasaba, podría ser, un pequeño besito como el primero que le dio, algo tosco inesperado y poco hasta incómodo. Pero mierda santa Tony lo devoró, Tony se dio un festín con su boca, con cuello y si Venom no hubiera interrumpido ordenándole que se baje los pantalones, quién sabe qué más.

«Estúpido simbionte» refunfuñó repentinamente molesto. Mierda, si no hubiera empezado a gritar en su mente, quién sabe dónde estarían ahora... La sola idea hizo que Peter volviera a gemir, que volviera a sentir un ligero estremecimiento recorrerlo entero, haciéndolo explotar de deseo. La forma en la que sus manos se colaron bajo su ropa, la forma en la que lo apretó y se frotó contra él. El calor que desprendía su cuerpo, como todo dentro de él se revolvió y se derritió. Peter volvió a retorcerse en el sillón, casi recreándose una y otra vez en las sensaciones, en la forma en la que sus dientes se clavaron en su piel, las ganas que tenía de que le arrancara la ropa y descendiera por su cuerpo, las ansias que embotaron su mente y explotaron sus sentidos. El aroma de su shampoo y su colonia que tantas veces olió en sí mismo, ahora mezclado con el fuerte aroma de Tony...

Peter se estremeció otra vez y sintió como los dedos de sus pies se encogieron cuando su abdomen lo hizo. El calor volvió a subirse por el cuello y de un segundo al otro volvió a ser víctima de ese frenesí que lo empujó a lanzarse por su boca y besarlo de la forma correcta.

—Contrólate —se dijo con firmeza y asintió respirando lentamente antes de que su miembro volviera a endurecerse y él necesitara bajarse el calentón en el baño. La perturbadora idea de masturbarse con Venom al acecho bastaba para calmarlo y entre insatisfecho y agradecido se relajó de golpe como si le hubieran lanzado un cubetazo de agua helada.

Desenterró el rostro de la almohada y se llamó al orden apoyando en ella el mentón. Su vista se fijó en el reloj moderno que había en la pared y pese a que habían pasado dos horas, Tony no volvía. No quería pensar que es lo que eso significaba, se imaginó por un breve instante que quizá estaba arreglando el desastre que Venom y él armaron. Recordó a Archie y pese a que en la cornisa de aquel edificio sé sintió tan triste y desolado, en ese momento le daba lo mismo.

A la mierda con él. Al final, había hecho lo esperable de un fanático del cine de ciencia ficción. Qué esperar de un idiota arrogante...

Saco la cabeza del almohadón y suspiro intentando aligerar el bullicio que hacia su mente entre recuerdos y posibilidades. Inspiró hondo un par de veces y se dijo que debía pensar seriamente que haría a continuación.

¿Tony querría tener una relación? Osea la idea era alucinante, pero ya más seriamente hablando, ¿Peter siquiera podía permitirse eso?

Podemos —tajó Venom de golpe y Peter volvió a dar un traspié con el inmenso sillón.

Su frente se arrugó y miró al simbionte cuando esté flotó frente a sus ojos.

Peter marica no puede arruinar nuestra posibilidad. —lo amenazó y Peter le alzó una ceja.

—Primero, es mía, no tuya —lo corrigió experimentando una sensación de poder tan inmensa, que hasta gracia le empezó a causar el simbionte y su actitud.

Peter marica —dijo lentamente Venom y Peter le rodó los ojos— mío. Solo Venom.




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