El cuerpo de Peter se estremece entero al apenas contacto de sus dedos. Tony le sonrie indulgente, pero repite el movimiento.
—Tony, por favor… —gime retorciendo las piernas, intentando cerrarlas, alejarlas de él.
—¿Cansado, Parker? —le pregunta muy divertido, deslizando la mano por su abdomen, volviendo a rodear sus pezones con la punta de sus dedos.
—Cómo puedes no estarlo tú…
Con una sonrisa socarrona, Tony se desliza por encima de su cuerpo, le separa las piernas y hace que estas lo rodeen. Peter, que no deja quejarse y pedir paz, las cierra con firmeza y suelta un resuello placentero.
—La juventud es más que edad.
El chico resopla, pero no pelea contra las ataduras que Venom creó para sostenerlo al cabecero de la cama.
Estudia su rostro, ve como se contrae y como se arruga graciosamente su nariz. Tony desliza la boca por su cuerpo, siguiendo el camino que sus manos había trazado. El chico se empuja contra su rostro cuando llega bajo su abdomen, besando delicadamente el inicio de su pubis.
La mirada blanca se clava en el cuando Tony se saltea su miembro y baja por entre sus muslos, gateando lentamente lejos de él. Peter puede estar quejandose de cansancio y probablemente sea cierto. Había vuelto de la cacería hacía menos de dos horas y generalmente el pobre no dormía nada por 72 horas. Desde la noche previa a la salida del jet Peter perdía el sueño y el hambre. En el viaje no la llevaba mejor, caminaba por el jet, miraba por las ventanas los paisajes varios y nuevos, pero se mantenía a buena distancia de Tony o el que fuera a su lado. Luego, era peor. Se mantenía lejos del mundo, impidiendo que nadie se le acercara con una sola palabra de consuelo.
Como a Tony aquello lo enfermaba, era Rhodes el que se encargaba de ir y asegurarse de que nada se salía del plan orquestado.
Ahora, cansado o no, fatigado o no, con remordimientos o no, Peter frotó su duro trasero contra las sábanas, separandole las piernas.
«Venom, súeltalo» de un segundo al otro, consiguiendo como siempre marabillarse con aquella habilidad telepática que había desarollado con él el simbionte, Tony ve comolos largos hilos negros se funden sobre la piel del chico.
Entonces Peter salta y Venom no le cuidara la espalda, Tonyhubiera terminadoenelpiso. El simbionte le empuja la espalda y le deja contener el arranque de Peter sin temer por perder el equilibrio.
Tony lo besa con el mismo desespero, con el mismo desenfado que siempre cuando Peter al fin vuelve a él al aterrizar en el complejo. Peter llega de la caza con el semblante rejuvenecido, con la mirada brillante, la piel sonrosada y una erección de campeonato. Tony sabía que la última parte lo avergonzaba, le daba asco. Peter detestaba cuanto había aprendido a disfrutar de cazar a esos hombres y mujeres. Tony intentó hacerle entender que era Venom el que lo disfrutaba y que el sentimiento de deleite y excitación era muy difícil de contener como para no dejarse arrastrar por este también. Peter tenía energía para hacer andar un generador industrial con un solo golpe cuando Venom se desataba al cien por cien y parte del control que el chico podía ejercer sobre el simbionte venía de darle esos momentos.
Pero claro, Peter no se sentía bien, temía de que estuviera loco o fuera un enfermo. Tony le dio una disertación sobre la influencia de altas dosis de oxitocina sobre el cerebro para dejarle en claro que querer follar como animal en celo no era un tema de buen o mal gusto, era un tema de jodida biología.
Y él, abnegado como pocos, disfrutando de la fuerza que recorría sus venas cuando el simbionte en pleno estado se colaba en su sistema, revive las mejores épocas de su juventud.
Rhodes amenazó con lanzarles un cubo de agua fría la primera vez que Tony vio a Peter sonrojado y excitado mirandolo como si fuera a comérselo vivo. Que siempre le habían mirado de arriba a bajo, que siempre sentía casi golpearlo el deseo contenido de las mujeres y los hombres cuando se les acercaba para saludar. Pero ese día Peter desprendía algo tan, tan animal…
Empujándolo sobre el colchón, Tony se sube sobre él y se frota contra sus caderas. El chico gime y lo aprieta entre sus muslos impidiéndole moverse, Tony ni lo soñaría, pero desea verlo en su maravilloso esplendor, asi que se deja caer sobre el colchón, arrastrando sobre su regazo al chico.
—Ultima vez —le aclara con poco aire y muchas ganas, el disque controlado Peter.
—Veremos.
El chico menea la cabeza, pero se inclina para besarlo. Tony desliza las manos por sus mejillas y se entrega gustoso a ese placentero pecado. El cuerpo de Peter se alinea solo a su miembro, su entrada resbalosa y dispuesta lo toma casi sin esfuerzo, pero una vez entrar en él, el que gime como bestia es él. Sus caderas se alzan y empuja el pecho de Peter contra el suyo, mordiendo sus labios, mientras los tentáculos de Venom empujan el trasero de Peter a su encuentro. El chico se deja hacer, cada día más entregado a que hombre y simbionte cooperen en la cama.
Tony le ordena a Venom que lo enderece y lo sostenga, mientras que unas finas y oscuras lineas empiezan a atravesar la piel roja de Peter, Tony le aprieta los muslos y lo guia para que empiece a cabalgarlo como le gusta, como bien sabe que a él le gusta.
El chico suelta un gemido, los tentáculos se arremolinan en los pezones oscuros, sus propias manos viajan por sus piernas y le cogen el trasero abriendolo con vulgaridad para empujarse fuertemente dentro de él. El chico se queda si aire, salta para seguirle el ritmo, pero está mucho más cansado que Tony que tiene aquello en mente desde hace días y se preocupó de hacer el cardio suficiente para poder resistir y hacerlo desfallecer.
La cama chirría, el colchón se deforma cuando Peter grita empujandose duramente sobre él, Tony jadea por más y cuando un tentáculo se cierra sobre la polla de Peter y otros sobre sus testículos, el chico lo mira casi babeando de placer. Tony se relame viendolo, siente como cada parte de su cuerpo se estremece de placer, de ansias. El chico se ferra a sus antebrazos, se mece enloquecido contra él y contra Venom, desesperado por liberarse. Tony se queda quieto, lo escucha soltar un lamento frustrado, que rápidamente da pasó a un gemido colérico cuando Peter decide hacer solo el trabajo.
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Editado: 13.07.2021