Oúranos

El Diversificador

Aún no sé si el dolor que siento está ubicado en la parte superior de este cuerpo que ahora cargo o en cualquier otro punto. Desde que estoy aquí mi cólera es inmensa; a donde sea que miro solo veo rostros rancios de bondad y agradecimiento, al mismo tiempo que vierten su mediocre lástima sobre mí.

Lo único que me atormenta es saber que mi cuerpo se pudre lentamente en mi tumba. Mi cara está irreconocible y huele a carne podrida. Burbujas de un verde intenso emergen sin control por todos lados: en mi cara, mis brazos, mi abdomen, en fin, no hay lugar donde no pululen. El día de mi funeral bramé al ver como lo hacían descender en la tumba mientras mi esposa lloraba a mares. Es pura hipocresía; cuando aún el oxígeno acariciaba mis pulmones se atrevía a repetirme cuanto me despreciaba. Pero, ¡mírenla!, yace en el suelo a causa de un fuerte desmayo. No le importa hacer el ridículo cuando conoce de sobra que varios de mis amigos están al tanto de cuanto me odiaba; también de todas las ocasiones que me engaño adúlteramente, fornicando en casi todo lugar inimaginable.

¡No sé cómo mitigar este vasto dolor que siento! Como si todo esto no bastara desde hace días un hombrecillo con cara de santo no para de seguirme a todos lados. ¡Como anhelo tener una de mis dagas para acometerlo sin piedad! Estoy harto de su persecución; iré hacia él y lo maldeciré con todas mis fuerzas.

- ¿Por qué me sigues maldito? ¡Déjame en paz! No necesito tus fétidas palabras de bondad.

-Te equivocas amigo, en este lugar no hay fronteras y somos libres de merodear por donde queramos- me dijo el hombrecito que, viéndolo bien, parece un beato con esa larga barba que cuelga de su mentón- Aquí solo rigen las leyes del Diversificador.

- ¿Quién es el Diversificador? -pregunte con algo de burla.

- Él es el que controla todo en Oúranos, que es donde estamos. Aquí el tiempo fluye de otra manera.

- ¡Lárgate! No me interesan tus explicaciones.

-Deberían interesarte puesto que no tardaran en buscarte los Revisores. Ellos conocen exactamente cuántos hemos arribado a Oúranos y, por lo tanto, saben de tu llegada. Solo cuídate y no intentes huir de ellos- me dijo por último el fastidioso personaje.

Inmediatamente procedió a alejarse, dejándome con la frívola interrogante sobre quiénes precisamente son los Revisores a los que demuestra tanto temor.  



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En el texto hay: fantasia, personajes sobrenaturales, terror

Editado: 09.08.2023

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