Capitulo III

En el momento donde dejo al poeta del otro lado de la puerta. Vio que al final de este pasillo, se encontraba ahí sentado con dos soldados ahí mismo protegiéndolo. Sabia que su ciudad y el estaban acabados, no tenia ningún motivo para vivir mas, era su fin. 

Cuando caminaba por este corredor con la poca luz que veía, se acercaba mas a su victima, aunque al parecer cuando llegue hacia ya, capas que le pidan que lo maten, ya que no le quedaba nada mas, solo quería morir para sufrir sus pecados que a cometido en su vida. 

Al caminar, aun recordaba a esa niña, algo tenia en ella que podía describir, era como si la había visto en una parte del infierno. Pero con el esfuerzo que hacia para recordar, era inútil, aunque si lo recordara, no le importaría mucho, cuando intento ayudar a alguien en ese lugar, solo lo entregaron a ellos para que recibiera su castigo, no había piedad en el limbo. 

Cuando llegaba a donde el rey, soldados fueron a la ataque para proteger a su rey, ya tenia su arma lista para acabar con ellos, pero de pronto el rey los detuvo sin razón aparente. Los soldados volvieron a su puesto para protegerlo, Oxluz no sabia el porque el rey detuvo a esos soldados, deberían estar ya atacándolo pero el rey se rehúsa por ello. 

Cuando esos soldados regresaron a su lugar, el les pidió que se vallaran de aquí, era peligroso que estén aquí, Eón no tardaba de llegar este lugar. Entonces los soldados hicieron lo que les pidió y dejaron la sala para poder salvar sus vidas. 

Al ver que se preocupa de sus soldados, le dijo: 

Oxluz: no sabia que usted pudo hacerles irse de aquí. 

Rey: de todos modos, iban a morir contra ti, Oxluz. 

Oxluz: ¿que? 

Rey: sabia que ibas venir a esta ciudad a matarme. Me lo dijo el viento y ahí supe lo que tenia que hacer. 

Oxluz: ya sabe que... 

Rey: se que me vas matar... pero te quiero pedir un ultimo favor. 

Oxluz: ...¿que es lo que quieres? 

Rey: que sea rápida... 

Oxluz: ¿que es lo que dijiste? 

Cuando escucho lo que le pidió. El rey se fue a ver por su ventana por ultima vez su ciudad, al ver como su ciudad estaba en las cenizas, recordaba antes como era cuando todo esto comenzó, cuando no había tanta muerte como ahora. 

rey: sabes no fue fácil ser rey... todo el tiempo tenia que cuidar a mi gente, pero mis soldados pagaban el precio. Cuando vino Eón, no sabia que hacer, era imposible intentar derrotar a sus ejércitos y al final, todo sale lo que el mismo planeo... todas esas familias inocentes que fueron consumidas por ese fuego infernal que trajo a mi ciudad. Todas esas personas que tenían fe en la esperanza, pero al final, solo caen una gran mentira de su propia padre... 

Oxluz: sabemos que todos tuvimos fe...pero solo es una tontería, solo me llevo al sufrimiento y... 

Rey: comprendo tu dolor Oxluz... pero se que había otro camino para ti, y solo lo rechazaste porque no podías hacerlo mientras todo el mundo recuerdan tu nombre. 

Oxluz: tu no sabes como es mi dolor. Y si quieres reunirte con gente, pues prepárate para verlos. 

Rey: se que estas ocupado y quieres terminar con tu trabajo. Solo termínalo, no te gastare mas tiempo. 

Oxluz: es hora de terminar con esto. 

Rey: estoy listo, termina con esto. 

Cuando saco su arma e iba terminar con esto, por una vez por todas. Se escucho que alguien entraba de la puerta, alguien que estaba igual aquí como Oxluz, pero con ello, buscaba algo del rey que necesitaba para su ejercito. 

Oxluz se dio cuenta de su llegada, se preparo rápidamente pero de pronto con un movimiento del otro con su mano, hizo que flotara hasta arriba y en ese momento lo empezó ahorcarlo con fuerza. 

Cuando lo hacia, empezó a hablar con el rey sobre algo que el tenia en su reino. 

Eón: al parecer era tu ultima opción, ¿no? 

Rey: yo creía que te ibas a demorar, Eón. 

Eón: fue muy fácil llegar, pero los que estaban en mi camino, pues están ahora un mundo mejor. 

Rey: (...) 

Eón: es hora que me la des. 

Rey: ¿que cosa crees que te de? 

Eón: la única forma de tener todo el poder y salvarme de morir. 

Rey: yo no la tengo... 

Eón: (...) 

Al escuchar lo que le dijo. De pronto apareció frente de el y le agarro la garganta ahorcarlo con su fuerza. 

Eón: crees que soy un estúpido. Se que tu tienes la runa que necesito para obtener el poder ilimitado... si lo haces, te perdonare tu patética vida. 

Cuando lo tenia sin oxigeno, le dijo: 

rey: esta... bien... 

Eón: muy bien hecho. 

Cuando lo hizo, soltó su cuello y lo escucho fijamente para obtener la runa. 

Rey: si quieres la runa... será por mi cadáver. 

De pronto saco un cuchillo desde su bolsillo y se la enterró justo en su cabeza, dejando un enorme charco de sangre en el suelo. Cuando se lo hizo, Eón estaba impresionado por a ver a ese hombre quitarse la vida, pero no demasiado. El tenia em peor que después de morir, puede extraer toda la información de la alma, ninguna persona podía hacerlo, solo el tenia ese poder entre los cadáveres, y eso, nadie podría ocultar sus secreto, ni siquiera después de la muerte. 

Al extraer la información del cadáver, se olvido de tener inmóvil a que lo iba a matar. Oxluz se libero de su magia y fue rápidamente a matar a ese maldito por mantenerlo ahí flotando en el aire por todo el rato que tuvieron en el rey y el. 

Fue rápidamente hacia con la guadaña en la mano, salto hacia el e intento en atacarlo. Pero al hacerlo, se percató de su presencia y lo tomo rápidamente del cuello para que ni hagara nada en ese momento. 

Eón: vaya pardillo que eres, intentado matarme. 

Oxluz: me quitaste mi victima. 

Eón: de todos modos ibas perder mas que solo las partes de cuerpo... te conozco Oxluz. Siempre matas a todos solo porque quieres librarte de ese lugar. 

Al tenerlo así, saco una daga y la enterró en su brazo para poder librarse de el. Al hacerlo tomo de nuevo su guadaña y le dijo: 

Oxluz: ¿que sabes tu de maldiciones? 

Eón: se que estas maldecido por el. Yo también tengo mi maldición solo con esas runas, podre vivir para siempre. 

Oxluz: cree me, no te gustara eso. 

Eón: bueno... si quieres acabar con tu maldición, mátame. 

Oxluz: será un placer. 

Cuando se preparaba para dar su siguiente movimiento. Éon estaba ahí aun parado y totalmente tranquilo, muy confiado lo que iba pasar. 

Oxluz vio esa sonrisa que ponía cuando dijo que lo dejaría matar. Con esa sonrisa, le hacia enfurecerse demasiado, ya que alguien como el debía estar preparado para cualquier cosa. 

Cuando ya estaba listo, Eón hizo unas señas de que viniera a matarme. Hizo lo que quería y fue rápidamente a dar el primer golpe, dividió la guadaña en dos para poder estar mas coordinado en sus ataques para que surgiera mas efecto. 

Al llegar hacia el frente a frente, con la guadaña de la derecha, le intento hacerle un corte, pero la pudo esquivar y para devolverle lo que le intento hacer, solo le un combo demasiado fuerte que lo lanzo hacia la pared con toda la fuerza que le dio, chocaría de una manera que casi rompería la pared en varias partes. 

Al tenerlo en esas condiciones, fue rápidamente hacia el, tomo su cabeza y lo lanzo hacia el techo con mucha fuerza, hizo que chocara fuertemente y al caer, caerían varios trozos grandes del techo encima de el. 

Al verlo estar enterrado de los escombros del techo, solo sonreía por la clase guerrero que era. Era muy humillante que quedara así, con solo dos movimientos de el. 

Al estar con todo lo que cayo al techo y ver esa maldita sonrisa que ponía. Oxluz se empezó a enfurecer mas, y con ese odio que tenia en su cuerpo, salió disparado desde las escombros hacia Eón. 

Cuando estaba al frente suyo, empezó a dar varios ataques hacia el para que uno de ellos le diera. Pero cuando lo hacia, Eón lo esquivaba muy fácil los ataques que daba Oxluz, uno por uno lo esquivaba y ninguno puede darle justo a el. No podía hacerle ningún daño, lo hacia con toda su rapidez y aun así, nada lo dañaba. 

Cuando aun seguía atacándolo. De repente se acerco con demasiado a Oxluz y le dio un golpe justo en el pera y después lo patio justo en el estomago hacia la pared otra vez, chocando muy fuerte. De pronto apareció al frente suyo, lo tomo del brazo y lo golpeo contra el suelo rápidamente, después al otro, al otro, al otro y después lo lanzo con mucha fuerza hacia que pared, atravesándolo y sacándolo de la torre. 

Al caer de varios metros, cayo justo en suelo todo su cara en vuelta a sangre y varios huesos de el rotos y sobre saltando de su cuerpo. Estaba muy mal estado, como si fuera a morir. 

Cuando estaba justo en el suelo desangrándose, ahí en la torre, Éon lo veía justo ahí en el suelo todo destrozado, se había pasado un poco la mano pero eso lo que le pasa por a verse enfrentando a alguien superior. 

Eón: vaya que estas todo muerto... ni pensar que seria fácil pero si fue una molestia muy pequeña. 

Oxluz: ...agh... 

Eón: solo mírate. Creíste que seria fácil pero te equivocaste. Nadie no es tan fuerte para matarme, y ahora sabes que pasa a los que me desafían. 

Cuando Oxluz intentaba pararse del suelo. Eón hacia algo con sus manos, la ponía en una posición que era para algo mas peor para el. En las llamas de cada parte de la ciudad, se reunían en un solo punto, en el punto donde estaban los dos. Las llamas se formaban en el cielo, creando un enorme ola de fuego hacia Oxluz. 

Ni podía imaginar la clase de emperador que era Eón, y por eso es que a todos le temen, Oxluz ni sabia que clase de demonio se enfrentaba pero era imposible para uno solo. 

Cuando contemplaba esa ola de fuego. Éon le dijo sus ultimas palabras antes que nunca viera de nuevo a Oxluz. 

Eón: bienvenido de nuevo al infierno. 

Y entonces, lanzo todo ese fuego hacia Oxluz consumiendo todo alrededor de el, toda la parte de la ciudad se convertía rápidamente en cenizas. Oxluz no podía hacer nada y ya era demasiado tarde para el. Recibió todo ese poder e hizo que desaparecía rastro de el. 

Eón solo veía que fuego termino con el y con todo la ciudad en un minuto. Al ver todo lo el fuego consumía, se parecía al mismo infierno. Pero para Eón, era como si por fin veía el cielo a su antojo, todo ardiendo en em fuego de su ambición y codicia. 

Al terminar con toda la ciudad, se retiro sin decir nada a esta ciudad que ahora solo habitaba el enorme marca de su ira.