Chris Junior Walker-Jones
Llego a un lugar que preparan globos con helio y pido varios, tambien algunas flores y chocolates, luego de dejar todo encargado entro a una tienda de caramelos y compro uno o dos de cada variedad no sé cuáles serán sus gustos asi que exagero un poco eligiendo de todo lo que tienen.
Cuando tengo todo listo, le pido a mi madre que vaya a mi casa y entretenga a Camila en el balcón trasero, ya que no quiero que me vea entrar, no le doy muchos detalles, pues temo que piense que deseo una relación con ella o algo asi, estoy consiente que anhela verme enamorado y en una relación formal desde hace mucho tiempo.
No obstante nunca he sentido más que atracción por ninguna chica y Camila es casi una niña asi que no creo que logre más que eso, me gusta besarla y sentirla cerca es divertida y ama a mis hijos como si fueran suyos, pero creo que siento por ella agradecimiento más que otra cosa.
"No sé qué tramas, pero haré lo que me pides, aprecio a Camila es bella, buena persona y ama a mis nietos, espero valga la pena y la hagas sonreír ella se lo merece, te amo"
Sonrió al leer el texto de mi madre esa señora es todo un caso, a veces no entiendo como mi padre la soporta, pero entonces veo el amor en sus ojos cuando la mira y sin duda si algún día me doy cuenta de que veo a alguna mujer de esa manera no dudare en hacerla mi esposa.
—Joven Chris ya está el pedido listo, donde iremos—me dice mi guarda espalda, sonrió divertido, pues su rostro está algo incómodo al tener todos esos globos en tonos rosas en sus manos.
—Iremos al departamento debemos entrar en silencio sin llamar a la atencion de nadie—expreso el asiente dejando todos los globos en la parte trasera del auto.
Pedí un arreglo de globos con el número 18 que dice feliz cumpleaños, pues supongo que no celebro tuvieron algún detalle con ella.
Tambien pedí 18 globos grandes con palabras motivadoras y bonitas.
No estoy seguro de cuantos pero al menos llevo 100 caramelos diversos.
Un pastel para cuatro personas de chocolate y por último un tarro de helado.
Sé que sus colores favoritos son el morado y rosa casi toda su ropa son en esos tonos e incluso sus pantuflas, por eso use esas gamas de colores.
He notado que no tiene mucha ropa y quiero que se compre pero lo más probable es que no me lo acepte ya que se es muy testadura.
Llegamos al edificio y vuelvo a escribirle a mi madre, me dice que puedo subir ya que están en el balcón con los niños disfrutando la vista.
Con ayuda del hombre seguridad buscamos unas bolsas negras grandes y entramos todo para evitar cualquier sorpresa.
Entramos al departamento y casi corriendo voy a la habitación de Camila y comienzo a colocar todo, los globos los dejo ir hasta el techo el número 18 lo pongo en la cama, el pequeño pastel y los caramelos y chocolates los dejo alrededor en la cama.
Cuado dejamos las cosas salimos y me voy al encuentro con las mujeres, mi madre sostiene a mi princesa en brazos mientras Camila tiene a mi príncipe.
—Me alegra que ya tengan nombres debemos ir mañana a registrarlos—expresa mi madre.
—Si cuando quieras, lo haces, Camila puedes dejar a Dy un momento quiero mostrarte algo—ella asiente algo confundida y le pasa el bebe a mi compañero de aventuras, todos mis empleados han cargo mis hijos debido a los llorones que eran asi que no se extraña cuando se lo pasan.
Ambos caminamos hasta su habitacion y la detengo enfrente de la puerta cerrada, la miro sus mejillas estas algo sonrojadas es normal en ella desde que vivimos juntos y debo decir que me encanta, ya que cada vez que estoy cerca, la miro o tenemos algún tipo de roce puedo verla colorada y me encanta.
Camila Beepat
La intensa mirada de Chris me pone nerviosa y sonrojada, no sé qué pretende y mirándome de esa manera me hará desmayar.
—Quiero que sepas que eres una persona muy especial, nunca lo dudes—luego de expresar esas palabras él abre la puerta de mi habitación me empuja dentro y enciende la luz. Estoy segura de que deje las cortinas abiertas para que entrara luz natural.
—¡Dios!—exclamo asombrada, mi cama y bueno toda mi habitacion está llena de globos.
De inmediato algunas lágrimas salen de mi rostro, jamás imagine que haria algo asi, cuando menciono lo de darles flores o chocolates pensé que me traería una caja de bombones, pero esto es demasiado.
—Gracias no era...
—Camila eres una persona especial te mereces eso y mucho más—dice sonriendo. me acerco y veo un gran arreglo de globos con el número 18 un mini pastel flores y un montón de chocolates, caramelos y chucherías.
—Imagine que no tuviste nada el día de tu cumpleaños asi que te traje ese pequeño presente, los 18 globos en el techo representan esos años que nadie te consintió y ese montón de chuches un gesto de cariño para esa niña que cada mes le llega algo incómodo recordándole que se está convirtiendo en una hermosa mujer—ahora si lloro a mares y me acerco a abrazarlo nadie hizo nada tan bonito por mi, mi madre cuando podía me daba algún presente, pero no en esta magnitud.
Mi corazón cada día late más apresurado por este chico y no sé qué pensar al respecto ya que estoy segura de que el no me ve de la misma manera aunque quizas este gesto signifique que está sintiendo cosas o no sé en fin dejare que el de ese primer paso.
—Esto lo valoro muchas gracias—hablo al fin mientras me alejo de el.
—Allí te deje una bolsa con sales aromáticas y otras cosas de chicas que no sé bien que son, toma un buen baño, relájate y cuando estés lista te vienes con nosotros yo cuido los niños—el salió y me quede viendo todo detenidamente, mi movil es un poco viejo pero decidí sacar algunas fotos para el recuerdo.
Tome una chocolatina y la lleve a mi boca luego revise la bolsa y tenia varias cosas femeninas para el periodo entre otras cosas de baño, tambien medicamentos, en fin me sentí como una princesa de cuento de hadas.