Caleb Walker-Jones
Habían pasado dos dias desde mi encuentro con Lucia y todo termino sin aclarar nada ya que justo cuando la abrace y bese, llego Chris diciendo que habían atrapado a Emma y su madre y que mis padres me estaban buscando pues debíamos ir a la estación.
Le prometí a Lucia que volveria luego y hablaríamos con calma, pero no pude verla ayer y ya hoy debemos comparecer ante la Fiscalía y declarar los sucesos que dieron lugar a todo este asunto, sé que ella estara allí y espero podamos vernos.
Deseo hablar con ella respeto al tema de su hija y ofrecerle mi ayuda para que pueda sanar, me encantaría que vea en mi un apoyo que no la juzgue por lo que sea que hubiera pasado y aunque no tengo los detalles en mi corazón algo me dice que ella no es culpable como quiere creer.
Un ser tan maravilloso como ella jamás dañaría un ser inocente y menos si se trata de su propia hija.
—Buenos dias, Hijo vamos saliendo al juzgado estamos sobre la hora—mi madre irrumpe en mi habitación y decido no pelear con ella ya que estos días han sido difíciles, no la he ignorado totalmente, pero estoy resentido con ella por sentirse con derecho sobre mis decisiones de vida.
—Ya estoy listo, gracias—respondo sin pizca de educación.
—Caleb necesitamos hablar yo solo deseo lo…
—Si no me vas a decir que aceptas a la mujer que amo y que trataras de no inmiscuirte en mi relación no tenemos nada que discutir, eres mi madre, te amo y respeto, pero no permitiré que juzgues mis decisiones y hagas menos mis sentimientos—respondí y me puse de pie.
Lo mejor era salir y tratar de evitar una conversacion que sin dudar a dudas no llegaría a ningún lado ya que ella aun no estaba lista para aceptar que yo amaba a una mujer, 12 anos mayor que yo y justo esos menos que ella.
—Hola hermano—Winter se acerco cuando me vio salir y me acompañó tomándome de mi brazo.
—Hola princesa. ¿No tienes clase hoy?—cuestione a mi hermanita mientras la tenia abrazada y ella negó sonriendo.
—Por eso estoy aquí deseo acompañarte—dice y le sonrió agradecido por su preocupación y sobre todo el deseo que tienen ella y Autumn de apoyarme en este momento tan difícil.
—Pues vámonos —salimos y mientras todos estaban ansiosos por empezar algo que según mi tía y prima seria muy corto, yo solo anhelaba ver a Lucia nuevamente.
…
—Ellas están muy seguras que todo saldrá a su favor, pero tendrán una gran sorpresa, el juez a cargo es padre de una chica que fue abusada y es digamos que es anti abusadores—musito mi tía tratando de darnos ánimos.
—Este es un juicio de conciliación con el fin de llegar a un acuerdo entre las partes, por lo general estos casos no son presentados de esta manera, pero debido a que me lo han pedido de manera especial y que los demandantes desean que todo quede bajo perfil hemos decidido aceptarlo—el conciliador que no es más que un juez conocido para mi familia.
—Deseo escuchar la parte demandante y luego la parte acusada, por favor no interrumpirse cuando estén hablando—dio las indicaciones y los abogados asintieron.
—Mi representado, fue drogado junto a su pareja por petición de las señoritas Cárdenas, no solo con una sustancia que lo inhibía de sus movimientos o percepción de la realidad sino con una sustancia que aumenta el lívido y la excitación, luego fue abusado sexualmente por la señorita Emma Cárdenas con el fin de quedar embarazada y poder exigir los derechos que tendría el hijo de un Walker-Jones—El abogado de las Cárdenas aseguro que las cosas no eran asi, ellas solo pusieron una sustancia excitante en mi bebida y que todo el tiempo yo quise tener sexo con ella.
—Aquí están los exámenes médico que invalidan sus palabras, no estamos dispuestos a negociar, queremos que paguen con cárcel y que si llegara a quedar embarazada, el bebe sea dado a mi representado al nacer y que esta ceda todos sus derechos para con el menor si no aceptan nos iremos a juicio pero no tendremos ni un poco de empatía de ser asi—sentencio mi tía y ellas hablaron con su abogado en privado.
—Quisiera escuchar a Lucia Armendáriz—el juez pidio a Lucia hablar y esta aun no habia llegado.
—Ella aun no…
—Disculpen el retraso tuve algunos asuntos que arreglar—ella entro como toda una diosa no se parecía en nada a la chica que lloro en mis brazos dos dias atrás.
—Cuando estaba cenando con mi novio un…—luego de explicar todo desde su perspectiva el juez se quedo meditando y luego hablo.
—Tenemos dos opciones: Una las señoritas Cárdenas aceptan que son culpables y cumplen 8 años en prisión y ceden los derechos del bebe si existe el mismo o no vamos a juicio y les aseguro que allí no serán solo 8 años sino que muchos más y de todos modos perderían los derechos del menor al estar encerradas, yo no estoy para juzgar sino como mediador pero la primera opción es la que recomiendo basándome y mi vasta experiencia—observamos al par de brujas que parecían tan seguras unos momentos atrás.
—Aceptamos con la condición de que se nos permita acercarnos a mi futuro nieto cuando este sea mayor para entender todo, ya que no hicimos nada con maldad solo queríamos vivir y ser tratadas como las reinas que somos—me puse de pie furioso, Amy era tan descarada para exigir derechos como si acaso pudiera
—Caleb todo esto fue idea de mi madre, desde pequeña ella siempre me decía que sería tu esposa y la madre de tus hijos, siempre planeo esto y su unico objetivo era el dinero, yo solo me deje llevar pues tambien queria ser tratada como reina, me lo merezco y sé que tu puedes ayudarme, podemos casarnos y tener una familia—una risa sarcástica salió de mi haciendo que todos me miren.
—Ustedes son unas malditas perras que no les importo dañarme para obtener un poco de dinero y poder, pero yo no quiero un hijo tuyo ni de nadie y ojalá no estés embarazada pues tendré pena de esa criatura que nazca con tu sucia sangre, espero que ambas se pudran en el infierno y que tu plan no funcione o no sé cómo veré a ese niño recordando como estando sin poder moverme tu me cabalgabas mancillando mi cuerpo y mi esencia, jamás te perdonare—me puse de pie enojado y salí.