Caleb Walker-Jones
Las despedidas nunca son fáciles pero son parte de nuestros procesos y crecimientos, despedirme de mi público fue agridulce, anuncie allí que estaba formando mi familia y mis hijos y esposa merecían mi total atención.
Me dedica varios dias a firmar autógrafos y sacarme fotos con mis fanáticos para que tuvieran un lindo recuerdo y luego regrese a casa.
Todo ha sido muy difícil y la muerte de Emma fue algo difícil de sobrellevar pues saber que ella misma lo provoco pensando que de esa manera obtendría mi atencion fue muy triste, Amy no se siente culpable y creo fervientemente que esa mujer es una completa psicópata, ya que existen pruebas de que ella fue la que le indico a su hija que hacer para poder ser llevada al hospital se le esta acusando por la muerte indirecta de su hija, por lo cual su pena aumento 10 años lo cual agradezco pues no quiero ni pensar en ver su rostro.
Escucho un llanto y corro a la habitacion de mis hijos, verlos en sus cunas me llena de satisfacción y hace que mi pena sea, más llevadera, me dolió mucho lo sucedido ya que mi hijo murió por las locuras de dos psicópatas, y aunque muchos me dicen que quizas eso fue lo mejor no lo puedo ver tal cual y por un tiempo me sentí culpable por su muerte ya que si yo hubiera ido a ver a Emma cuando me lo pidio mi hijo estuviera aquí con nosotros.
Lucia me hizo comprender que no era asi y si hubiera aceptado su capricho estuviera siempre sujeto a sus manipulaciones y caprichos, ya que ellas no parecían entender o aceptar las cosas como eran y habían sido establecidas.
—Oh mi princesa. Que sucede?— la tomo en brazos y ella se acomoda en mi hombro, mi hija es rubia con ojos color ambar no se parecen tanto a su madre sino más bien a mi familia aunque sin duda alguna heredo sus bellos ojos, en cambio nuestro pequeño Iker sí se parece mucho a su madre aunque con mis ojos verdes.
Ambos son la combinación perfecta de nosotros y me siento el padre mas orgulloso y feliz por el inmenso regalo que la vida y Dios me han dado.
De regalo por traer mis hijos al mundo le prepare a mi esposa algo que ella no se esperaba lo cual la hizo muy feliz y fue algo que me contó que deseaba desde pequeña pero nunca se lo dieron debido a sus situaciones.
A mi parecer era muy simple pero que para ella era una ilusión infantil, cuando dieron de alta a los tres le guarde en casa un hermoso juego de joyas hecho especialmente para ella, pues lo que deseaba darle debía esperar unos meses y justo ahora era el momento.
Tres meses han pasado desde la llegada de nuestros gemelos y ambos están sanos y fuertes, debo decir que amo a mi hijo pero sin duda Isabella es la niña de papi, siempre se calma en mis brazos y ama estar acostada sobre mi pecho.
—Jamás pensé que mi propia hija me robaría el amor de mi hombre—sonrei y levante el rostro para ver a mi hermosa esposa con nuestro pequeño Iker en brazos completamente rendido.
—Sabes que antes eras mi princesa y en cuanto me diste una pasate hacer la reina—expuse y ella se sentó en mis piernas y beso mi mejilla.
—Este hombrecito se quedo profundamente dormido luego de comer hasta dejarme seca asi que ahora espero y a la gruñona aquí presente le deje dormir el resto de la noche—musita y los llevamos a sus respectivos lados,, nosotros decidimos hacer colecho pero dejando que en el día duerman en sus habitaciones para que se vayan familiarizando la idea es que a los ocho o nueve meses estos empiecen a dormir solos una noche de por medio para que al año ya estén solos.
Esto lo decidimos en conjunto algunos de nuestros familiares principalmente los mayores no estaban muy de acuerdo pero respetaron nuestra decisión, los ninos crecen y dejarán de querer estara nuestro lado asi que aprovecharemos cada oportunidad para tenerlos pegaditos a nosotros.
—Te tengo una sorpresa—ella me mira y asiente nos llevamos uno de los radios y la llevo a la parte de la casa donde se puede ver mi escuela de música, esta aun no funciona pero ya tiene todo listo, quise esperar a que los niños estuvieran un poco mayores para no dejarla sola.
—Esa gran caja es tuya, te recomendó tengas cuidado—Lucia me mira confusa pero con un pequeño empujón se acerca y abre la caja, unos grandes ojos la observan y ella deja salir algunas lágrimas.
—Me dijiste que siempre quisiste un cachorro y adopte ese para ti la verdad busque un poco ya que no queria comprarlo pero tambien deseaba que fuera uno con tus especificaciones, incluso estos meses lo tuvieron entrenando tiene siete meses de nacido—ella toma al cachorro entre brazos y luego me abraza.
—Gracias, gracias eres el mejor esposo del mundo, te amo soy muy feliz—expuso llena de felicidad por lo cual yo tambien lo era.
—Tambien te amo mi preciosa musa—esboce una sonrisa al verla observar el pequeño animalito, su hermosa sonrisa era todo lo que estaba bien en este mundo.
Cuando me entere de que tendríamos una niña le propuse a mi esposa ponerla el nombre de su hija, pero ella me dijo que no, que deberíamos dejarla tener su propia identidad y que no se sintiera la sombra de nadie y menos de su hermana mayor.
…
Meses mas tarde
—¿Vas al cementerio?—pregunta mi madre entrando a mi casa y asiento.
—Si hoy se cumple un año de su muerte—me despido y subo a mi auto.
Aquel día del trágico suceso sacaron el feto del cuerpo de Emma y me lo entregaron en una cajita la cual esta descansando en el mausoleo familiar, allí esta una con el nombre que le hubiéramos puesto a mi hijo si hubiera nacido y hoy por ser ya un año de su partida le quise llevar flores, algunos no creen en estos lugares ya que no esta el espíritu, sino resto pero cada mes he venido y deseo seguir haciéndolo.
—Hola, hijo, sabes que aunque nunca te conocí y al principio no estaba feliz de tu llegada llegue a esperar tu llegada con emoción, sin embargo fuiste una estrella fugaz que desapareció antes de poder admirarla, tus hermanos están grandes y muy despiertos ya gatean y tienen a mamá Lucia de aquí para haya detrás de ellos….