Oye Rapunzel, ¿me prestas tu sartén?

Prólogo

"Te amo, no me importa si eres un vampiro; no me importa nada. Muerdeme y unamos nuestras almas por toda la eternidad, Aaron" 

-¿Otra vez estas viendo esa estúpida serie de vampiros Maggie?-preguntó mi hermano mayor, Stefan alias el "idiota mas grande de todos"- vamos hermanita, son vacaciones hay que salir, comer un helado y ver a las chicas en bikini-volvió a hablar, mientras tomaba con su mano derecha el control remoto y apagaba la televisión. 

Me pare luego de eso, no podía discutir con el; solo lo miraba en verano cuando regresaba de estudiar en la universidad; salimos juntos y compramos helados. Estabamos en la heladería, mirando a las chicas con bikini (un pasatiempo extraño entre nosotros) cuando se acerca un chico a saludar a mi hermano. No note su presencia hasta que dijo mi nombre, al verlo mi conexión cerebro cuerpo  dejó de funcionar por unos segundos, el es hermoso, su cabello oscuro y ondulado, su sonrisa con hoyuelos y su bronceado cuerpo. No dije nada, no podía, solo moví la cabeza y trate de sonreir. ¡Qué vergüenza!  Se despidió luego de unos minutos, terminé mi helado sin decir nada; caminamos a casa mientras mi habalabamos de cosas triviales, al llegar me fuí directo a mi habitación. Me heche en mi cama y pensé en aquel chico, en su sonrisa, en sus hoyuelos, en todo él. 

Fue en ese instante que me dí cuenta, que por primera vez en mi vida un chico me hacía sonreir de esa manera. 

MI PRIMER AMOR, ES UN CLÁSICO CLICHÉ DE VERANO. Ay Zeus, mátame por favor. 



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En el texto hay: primeramor, dramajuvenil, romance adolescente

Editado: 03.01.2019

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