Logré tranquilizarme después de unos minutos. Melissa estaba observando la escena desde su posición, como si disfrutara, mientas Kaly estaba detrás de ella, escondida.
Parece que hice un gran escándalo.
Abrí los ojos, para encontrarme en una posición diferente a la que recordaba. Justo antes de quedarme dormido por unos momentos, recuerdo que estaba gritándole a Julie y a Kaly, creo que eso fue un error.
–Parece que al fin despiertas.
La voz de Julie se escuchó sobre mi cabeza, por lo que me volteé para encontrarme a escasos centímetros de su rostro. Espera, eso quiere decir.
–¿Te gustó dormir en mis muslos?
Lo sabía.
Julie no tenía un temperamento infantil, como algunas conocidas, pero, de vez en cuando, le gustaba actuar de una manera un tanto mimada.
Permanecí acostado por unos momentos más.
–Pareces un niño mimado.
Ella tenía razón, de vez en cuando me gustaba que cuidaran de mí. Nadie en el ejército sabía de esto, solo Julie, ellos me respetaban y me veían como su superior. Sin duda, su respeto hacía mi se hubiese esfumado.
Me levanté de entre los muslos de Julie y me senté. Kaly salió de su escondite y se acercó a mí, podía ver que estaba un poco asustada.
–Lo siento.
–Tranquila, fue mi culpa perder la cabeza.
Después de disculparse, parece que el brillo que la caracterizaba volvió a su rostro, se veía alegre. Corrió hacia donde estaba Julie y saltó sobre ella. Yo volteé hacia Melissa.
–Qué bueno que ya te hayas calmado.
Ella tenía una sonrisa un poco espeluznante, aunado a que era ciega y estábamos en un lugar con escasa iluminación. Un leve escalofrío recorrió mi cuerpo.
–S-sí.
–Bueno, ahora que despertaste, creo que podemos seguir hablando cómodamente.
Ella se levantó y comenzó a caminar hacia mí, apoyada de un bastón. Me levanté para ayudarla.
¿Eh?
Me había levantado con normalidad, no debería poder hacerlo debido a las heridas que tenía. Era imposible que hubiesen sanado tan rápido. ¿Qué es lo que ha sucedido?
–Si preguntas por tus heridas, las he curado personalmente.
–¿Cómo?
–Es un secreto familiar.
Podía asegurar que ella no se había movido de su lugar, ¿y me había curado? Eso era algo que no podía creer. Además, parecía que había estado dormido por unos cuantos minutos, ni siquiera me había tardado tanto.
Creo que es mejor no preguntar.
Me aproximé a ella y la ayudé a sentarse junto a nosotros. El espacio era estrecho, por lo que podía sentir el calor de todas. ¿Esto es una especie de recompensa? ¿Está bien que piense de esa manera?
–Gracias.
Después de ayudar a Melissa, regresé a mi lugar al lado de Julie, ella estaba entretenida jugando.
–Parece que Kaly se divierte.
–Eso parece.
Melissa suspiró. Yo apoyé mi rostro en mi brazo y me quedé observando cómo jugaban.
–Supongo que esto funcionará.
Podía oír que Melissa estaba murmurando algo, pero no le tomé importancia, supongo que ella tenía sus problemas.
–Julie. –Melissa habló de repente.
–¿Sí?
–¿Adoptarías a Kaly como tu hija?
Ambos, Julie y yo volteamos hacia Melissa, sorprendidos de su petición. Después de prometer proteger a su hija, ¿quiere que la adoptemos?
–Tranquilos, no tiene que ser formal, solo tómenla como su hija, después de todo, ocupan una fachada, ¿verdad?
Estaba un poco inquieto con su petición, así que volteé a ver a Julie, ella estaba con Kaly en sus brazos, de verdad parecía su madre. Espera, ¿qué estoy diciendo?
–Y-yo, creo que no deberíamos.
Julie respondió tartamudeando.
–No creo que haya problema, solo necesito que ella esté junto a ustedes.
Podía entender lo que Melissa pedía, pero creo que esto era un poco excesivo. Apenas podíamos cuidarnos entre nosotros, por lo que ni hablar de cuidar a un tercero. No importa si es una niña pequeña, no podemos hacernos cargo.
Mientras pensaba, Julie respondió por ambos.
–¿Por qué no tomamos a las dos como nuestras hijas?
–¿¡Julie!?
–De esa manera, vivirán juntas.
–¿Eso es posible?
Podía sentir que Melissa estaba a punto de llorar, ella amaba a su hermana hasta tal punto, que incluso podía dárnosla para que la cuidásemos, con tal de que estuviese a salvo. Al oír la propuesta de Julie de vivir juntas, ella comenzó a llorar de felicidad.
–¿Melissa? Lo siento si dije algo inapropiado.