–Uf, ese fue un buen aterrizaje.
Una chica apareció cuando el polvo se disipó por completo. Había partes mecánicas que sobresaltaban de su cuerpo, un exoesqueleto de metal la cubría por completo. Su pelo de color rojo llegaba hasta su espalda, justo de donde salían unas pequeñas protuberancias con forma de alerones hacia cada uno de los lados de la chica. Tenía una especie de casco que cubría solo algunas partes de cu cabeza, además de proyectar una especie de holograma sobre un pequeño vidrio ubicado frente a sus ojos.
A simple vista, no parecía humana.
Ella estaba en una posición de aterizaje forzado, con una de sus rodillas apoyada en el suelo, al igual que una mano.
El suelo alrededor de ella había sido transformado en un pequeño cráter debido a la velocidad con la que la chica descendía.
–Ese fue mejor que el anterior, Ana, vas mejorando poco a poco.
La chica, identificada como Ana, se puse de pie y se acercó a Edge. Adler trataba de calmar a los chicos para que no hiciesen un escándalo de lo que estaba sucediendo.
–¿Entontraste algo?
–No hay rastros de ellos.
El exoesqueleto metálico de Ana comenzó a cambiar de forma, ocultándose dentro de su cuerpo, haciendo que ella tomara una forma más humana. El cambio repentido pareció alterar a Aly, Camille y Eduard, los cuales seguían sin poder comprender lo que apareció frente a sus ojos.
–Discúlpenme –Ana se dirigió a ellos–. Aún soy nueva y no sé cómo se comportan las personas.
–¿A qué te refieres?
–Ups, eso es clasificado. Creo que he hablado de más.
De nuevo, el exoesqueleto comenzó a brotar de su cuerpo, cubriéndolo por completo, ella se estaba preparando para despegar.. Los propulsores estában ubicados en la planta de sus pies y en su espalda, en forma de mochila propulsora, los cuales servían para mantenerse en el aire. Unas pequeñas alas se desplegaron desde su espalda, y, con un gran estruendo, despegó del suelo a una velocidad casi imperceptible, dejando tras sí, una pequeña estela de humo causado por los propulsores.
–Capitán Edge, ¿quién era ella? –pregunta Aly.
–Ohhh, es perteneciente a un nuevo laboratorio de investigación.
–¿Laboratorio de investigación?
–¿Recuerdas el incidente del laboratorio B.L.O.N.D. hace casi diez años?
Aly miró al Capitán con un poco de confución, no entendía a qué se refería cuando mencionó al laboratorio. Estaba seguro que eran dos cosas completamente separadas.
–Lo recuerdo claramente.
–Esta una evolución, ya que, a diferencia de los antiguos, no es completamente biológica.
Edge comenzó a caminar hacia la salida mientras seguía con sus ojos el rastro que debaja Ana mientras sobrevolaba el desierto a gran velocidad, parecía dirigirse hacia algún sitio en específico.
El Capitán simplemente dio la vuelta y encaró al grupo.
Aly no le quitaba la vista al capitán Edge, mientras sentía algo de miedo por lo que acababa de observar. A su lado, Camille estaba inquieta
–Bueno, es hora de salir de aquí.
–¿No nos dirá que esto es un secreto? –preguntó Camille.
–Claro que no, ustedes son libres de comentar lo que quieran. Tarde o temprano, todos se enterarán.
En ese instante, el capitán Edge llevó su mano al bolsillo derecho de su pantalón y sacó cinco extraños artefactos en forma de cubo de casi un centímetro por lado. Cada uno de estos tenía un color diferente, además de un pequeño número en uno de sus caras, junto a una pequeña imagen referente a una pieza de ajedrez. Arrojó el marcado con el número 01 y un Caballo a Aly, este lo tomó con agilidad y lo observó por un rato. El color rojo estaba abarcando uno de los lados del cubo.
–¿Qué es esto? –dijo Aly mientras jugaba con el artefacto.
No podía entender el funcionamiento del extraño cubo en sus manos, hasta que, por accidente, tocó la cara con el caballo. En ese instante, sintió un dolor agudo en su cabeza, al mismo tiempo que una luz blanca era desprendida desde sus manos.
–¡Agh!
Aly gritó por un momento. Sentía como algo trataba de entrar a su mente. No tardó mucho para caer en al suelo, desmayado. El cubo cayó de sus manos hacia la arena. Edge caminó y lo levantó, sacudiéndolo un poco. Camille soltó un pequeño grito al ver a Aly en el suelo, y corrió a revisarlo. Eduard tenía a Mia en sus brazos, por lo que buscó un lugar para dejarla. Encontró una piedra de buen tamaño que podía servir como asiento, por lo que la dejó ahí. Adler saltó contra Edge, tratando de quitarle los otros cubos. Sin pensarlo dos veces, le lanzó una patada a la altura del pecho.
Edge esquivó ágilmente el ataque de Adler, al mismo tiempo que lo hacía caer al suelo al patear su pierna de apoyo. Una vez en el suelo, Edge saltó sobre él para limitar sus movimientos.
–No creo que sea buena idea atacar a tus superiores.
–¿Qué demonios le hiciste a Aly?
Adler estaba gritándole a Edge mientras este lo inmovilizaba en el suelo.