Después de escuchar su historia hasta el final, decidí ayudarla a escapar.
No tenía ni la menor idea de todo lo que había pasado. Ella era una víctima de algo que no escogió. Yo había pensado que los Reyes vivían completamente libres de todo, que eran una posición a alcanzar en esta vida, pero resultó ser todo lo contrario.
No era más que un martirio.
Poco a poco, fui planeando su salida, tenía que ayudarla a escapar.
Comencé a investigar y a hacer reportes de todo lo que pudiera encontrar sobre esa chica, principalmente, el paradero de su esposo, Kay King. Cuando pregunté sobre él a mis compañeros de trabajo, hicieron a un lado el tema, como si fuese algo tabú. Seguí investigando hasta llegar a un gran descubrimiento.
La Operación 351, Sahara.
Al revisar la fecha, descubrí que coincide con la fecha de captura de Amelie. Eso era algo que no podía haber sucedido por casualidad, por lo que comencé a investigar sobre esa operación, sin encontrar nada más que unos archivos restringidos.
Después de tanta búsqueda, me salieron ojeras, ya que casi no dormía por estar leyendo cientos de reportes.
Kay King había pertenecido a tantos escuadrones y participado en tantas operaciones que se le había asignado el rango de Mayor gracias a sus logros. No era un mal soldado, pero tampoco era de los mejores en cuanto al combate. Se dice que escapó solo él de la operación 351, donde murieron todos.
No importa cuántas veces lea esta parte, se me hace un poco sospechoso.
Después de buscar un poco más, descubrí algo más interesante. Un tal Mager había llegado a ejército tan solo unos meses después de esa operación, decía que tenía que vengarse de una persona, más específicamente, el Rey Negro, por lo que fue rápidamente aceptado y se le encargó varias misiones, hasta llegar al rango de subteniente en poco más de un año. Se nota que es rápido y efectivo en lo que hace.
Poco a poco, fui ganándome la confianza de central, a tal grado que todos los cuidados de la chica estaban directamente bajo mi poder. Nadie podía entrar a ese lugar sin que me dijeran con anterioridad.
Desde que llegué, varias personas habían entrado, todas con órdenes de los Altos Mandos, con la intención de convencer a Amelie a que formara parte de su propio equipo y participara en el Juego, pero ella solamente los ignoró.
Hubo veces que, después de negarse a cooperar, fue golpeada y dejada sin comer, recibía un trato inhumano. Yo no podía hacer más que obedecer las órdenes para tener su confianza.
¿Es este el verdadero destino de los Reyes en este mundo?
Había escuchado rumores desde antes de entrar al ejército, pero nunca los había comprobado por mi cuenta. Supongo que esta es la realidad, si no sigues las órdenes de los Altos Mandos, ellos te atraparán. Me pregunto qué será de Kay, su esposo. ¿La estará buscando?
Es difícil saberlo, aunque no puedo descartar la idea.
Después de un tiempo, llegaron al edificio los Reyes Rojos, John y Elymar. Solo los conocía porque había leído sobre algunas de sus misiones y de su participación en el Juego del año pasado, donde habían quedado cerca de llegar a la final, siendo eliminados por el equipo Azul. Si los Altos Mandos lograran hacerse con el control de la chica, formarían el equipo definitivo, el cual solo se podría enfrentar con el equipo Negro, pero el Rey correspondiente no se había podido localizar aún.
Se cree que Amelie es la llave para encontrarlo, además del difunto Mager. Son las únicas dos personas que han hecho contacto con él.
Además, hace pocos días, surgió un nuevo rumor en la base de la montaña, a pocos kilómetros de Línber. La ciudad donde estaba ubicada central. Extrañamente, no se encontraba en Eutoria, antiguamente llamada Londres, ya que ahí se encontraba el cuartel principal del ejército de central, además del hangar principal.
El rumor era que el Rey Negro había sido localizado en la salida norte de Limber, después de haber sido abatido por un francotirador en guardia. Se dice también que era el soldado con mayor grado en el lugar, y que escapó usando una deformación espacial, huyendo con una mujer que se presume es la Reina. Esto se había vuelto un poco problemático.
John y Elymar pasaron por mi oficina, ubicada en el piso cuarenta y dos de la torre, antes de ingresar a la habitación de Amelie, ubicada justo arriba de mí. Llegaron a compartir cierta información que los Altos Mandos habían liberado, además de pedirme información detallada de la chica, ya que él solo la conocía mínimamente, y Elymar no sabía de su existencia.
Ellos se dirigieron al piso superior y hablaron con la chica, me sorprendió ver que lograron convencerla. Tan solo tenían que sacarla de ese lugar para poner en marcha mi plan. Hace poco menos de tres meses había logrado la autorización necesaria para usar las unidades de vuelo del hangar ubicado en el piso cuarenta y uno, por lo que, ellos sacarán a la chica por ese lugar. Esa será mi única oportunidad de llevar a cabo mi plan.
Terminé de hacer el reporte justo después de que Amelie dejó la habitación, por lo que tenía que darme prisa. Corrí hasta las escaleras, para encontrarme con dos hombres vestidos de traje y lentes oscuros sosteniendola. Como podrían retrasar mis planes, deslicé una tarjeta de autorización cerca de su pecho y ordené que llevaran a la chica al piso cuarenta y uno y le equiparan el dispositivo de vuelo. No se trataba de personas reales, sino de una especie rara de androides que Central fabricaba en Ciafran, el país ubicado al suroeste de Línber.
Estos pueden ser manejados si se tiene la autorización, la cual había logrado conseguir después de ser el perro faldero de los Altos Mandos por casi dos años. Todo para esto.
Después de dejar que los androides llevaran a Amelie al piso inferior, me dirigí hacia el superior, donde se encontraban John y Elymar platicando en medio del pasillo mientras fumaban. Me dirigí rápidamente a John y le entregué los documentos sin entablar conversación. Tenía que darme prisa para sacar a Amelie.