P u p a - Taejin, Jintae

Introducción

Sus pasos resonaban vacilantes sobre el asfalto, de pronto ese día el sol se le hacía demasiado caliente y sus propios pasos demasiado pesados. Esa mañana había despertado como si algo dentro suyo quisiera matarlo desde el interior, su estómago parecía una bomba de tiempo que pronto estallaría, si, definitivamente era algo que iba más allá de acides o una mala comida. Para vivir solo hacía dos meses ya había aprendido a cocinar lo suficientemente decente como para no causarse una intoxicación, por lo que constantemente buscaba a que o quien echarle la culpa de su dolor. El clima le parecía extremadamente caluroso, pero definitivamente no era causa del sol que apenas alumbraba un bello día. En realidad se debía a la fiebre a quien le atribuía las gotas de sudor que finamente le iban cayendo por la frente. Si, definitivamente estaba mal pero no había nada que un cubre bocas y la presión social no pudieran solucionar, en día de examen era imposible que esa simple “gripe” lo dejara en cama, no, eso era imperdonable para la sociedad. Ahora cargando con su pesado cuerpo y sosteniendo su barriga daba lentos pasos sintiendo que en cualquier momento podría detenerse a vomitar la cena de la noche pasada.

Alzando su vista ligeramente y con una lentitud impresionante finalmente diviso los rojos ladrillos de los muros que rodeaban el gran edificio escolar. Lo había logrado con éxito, llegar a la escuela a tiempo sin haberse desmayado a mitad de camino; que no era largo mientras estuvieras físicamente sano cosa que obviamente él no estaba.

— ¡Buenos días!– Saludo eufórico cierto chico al que ya conocía lo suficiente como para no tener que ver su rostro para reconocerlo —Casi no te reconozco, no eres de los que use cubre bocas– Afirmo Jimin colocando su brazo encima de los hombros ajenos.

—Uh, bueno yo solo tengo algo de gripe– Murmuró sin muchos ánimos

— ¿Solo una gripe verdad?– Cuestionó seriamente mientras buscaba su mirada

—S-si– su voz sonó casi cual gallo haciéndolo tragar saliva. Extrañamente doloroso por cierto.

Antes de que el contrario abriera su boca para refutar la campana que daba inicio a las clases hizo su estruendosa presencia obligando a ambos jóvenes a apresurar sus pasos para llegar a la segunda planta donde se hallaba el salón de ciencias naturales dictadas por el viejo maestro Kang.

Las siguientes horas no fueron más que el lento pasó del tiempo atrapado en un salón lleno de miradas expectantes y paredes que parecían encogerse con el paso de los minutos. Su cabeza no hacía más que dar vueltas en un contante mareo mientras su cerebro parecía contraerse causándole leves punzadas ¿Cuánto más debía soportar? No lo sabía, se sentía tremendamente incapaz de asomar el celular por debajo de la mesa para echar un vistazo a la hora, tampoco tenía reloj y los demás parecían demasiado concentrados en esos jeroglíficos sobre la blanca pizarra.

A unos asientos de distancia se hallaba Jimin quien en diversas ocasiones unas menos discretas que otras giraba hacia él para verificar que siguiera ahí o quien sabe que más. Inútilmente le dedicaba sonrisas para tranquilizarlo olvidando que tenía el estúpido cubre bocas y Jimin no podía diferenciar sus expresiones.  

De pronto una patada en el estómago le despertó de su adormecimiento obligándolo a cubrirse el vientre con ambos brazos como por inercia, ciertamente aquel dolor se sentía como si algo le hubiera pateado desde lo más profundo de sus entrañas ¿Qué clase de alimento en mal estado era capaz de causarle tal dolor? Estaba empezando a creer que su comida había cobrado vida y se había convertido en un monstruo que quería matarlo desde su interior. Quiso reír para calmar la tensión pero las náuseas regresaron haciéndole ahogar un suspiro tratando de mantenerse. Trago saliva -nuevamente doloroso- y continuo respirando, finalmente la clase había acabado.

Para su propia sorpresa y a pesar de su agotamiento fue casi el primero en salir del salón hallándose prontamente en el baño encerrado en un cubículo y a punto de romperse en llanto. Quería vomitar, realmente quería, pero por alguna razón su cuerpo se negaba a sacar algo de su interior. ¿Cuánto más podía soportar?

Torpemente se levantó del sucio suelo y salió de aquel cubículo totalmente resignado. Avanzo hasta el lavamanos y procedió a juagar su cara esperando deshacerse de la molesta sensación de calor. Se aseguró de tallarse el rostro y mojar sus muñecas con tal de mantenerse despierto un par de horas más, al menos hasta su examen.

Al salir del baño se topó con un Jimin bastante serio, rara vez lo había visto actuar así. ¿Tan preocupado estaba?

— ¡Taehyung! ¿Estás bien? Saliste corriendo–Cuestionó tomándole suavemente del hombro.

—Es que tenía muchas ganas de orinar– Se excusó soltando una risita para nada convincente

—Bueno… ¿Tienes hambre? Vamos a comer, hoy tengo dinero para comprar demás en la cafetería– Mencionó con algo de entusiasmo.

—Oh, no, yo no… No tengo hambre –Murmuro sin mirarlo a los ojos

— ¿Es por tu gripe acaso?–Cuestionó nuevamente

—No, solo estoy muy lleno aun…

—Bien

Ambos avanzaron rumbo a la cafetería donde Taehyung prefirió apartarse de la multitud que hacía fila y opto por tomar asiento en una de las mesas en espera de que Jimin terminara de comprar. Extrañamente se sentía más calmado que hacía unos minutos, era raro que de repente sus dolores de estómago se detuvieran  y sus nauseas disminuyeran gratamente. Aún tenía fiebre, pero eso era un poco más fácil de llevar que todo lo anterior.

Cuando Jimin regreso pudo percibir el profundo olor a comida chatarra que este traía en su bandeja; nuevamente las náuseas regresaron.

— ¿Realmente vas a comer todo eso?– Cuestionó Taehyung alzando la vista en busca de la mirada ajena

—Por supuesto, a menos que quieras un poco~ –Canturreo destapando el empaque de su hamburguesa




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