Pacto con el enemigo

Capítulo 20

El vuelo de regreso desde Florencia fue, como era de esperarse, una lección magistral de disciplina forzada. Valeria y Damon se sentaron en asientos separados en Primera Clase, un muro de terciopelo y distancia entre ellos. La separación no era un castigo, sino la primera manifestación de su "solución de doble vía": la Unidad de Negocios Paralela (UBP), su refugio secreto, y el mundo exterior, donde debían seguir siendo los rivales perfectos.

Valeria se había abrochado el cinturón de seguridad y había abierto su portátil. Su mente estaba programada para ignorar el elegante perfil de Damon a tres filas de distancia, concentrándose en el análisis de riesgos. Pero era inútil. Cada cifra se superponía con el recuerdo del tacto de sus dedos en su piel, cada diagrama de Gantt se parecía peligrosamente a un mapa de las curvas de su abdomen. Concentración. El caos es el enemigo de la rentabilidad. Pero ¿qué pasaba si el caos era ahora el motor de la rentabilidad?

Se permitió una única mirada furtiva. Damon estaba sumergido en un informe, con un gesto de concentración que la hizo recordar su enfoque estratégico a las tres de la mañana. No era solo un hombre de caos; era un hombre de pasión enfocada. Y eso la atraía con una fuerza gravitacional que su lógica no podía calcular.

Ella tomó su bolígrafo y, en una hoja de papel en blanco, comenzó a trazar un diagrama, no de flujo, sino de emociones.

* Variable A (Damon, Caos): Alto riesgo, Alta recompensa emocional.

* Variable B (Valeria, Orden): Baja riesgo, Baja recompensa emocional.

* Sinergia (UBP): Equilibrio perfecto. Rentabilidad de felicidad proyectada: Infinita.

Guardó la hoja con una sonrisa pequeña y secreta. Había encontrado la fórmula.

🖤Damon🖤

No estaba leyendo el informe; estaba esperando la señal. Había aprendido que el silencio de Valeria significaba que estaba procesando algo profundo. Y lo que había sucedido en Florencia era lo más profundo que le había pasado en su vida. Sentir su rigidez inicial transformarse en una entrega apasionada no había sido una conquista, sino un descubrimiento. Había roto el muro de Valeria, y detrás había encontrado a una mujer de una intensidad que igualaba la mía, solo que la suya era dirigida.

En la oficina, la rivalidad era un deporte; en la UBP, sería una colaboración existencial.

Cuando la azafata pasó, Damon le pidió una servilleta de papel y un bolígrafo. En lugar de leer, él escribió una nota, doblando cuidadosamente el papel. Se levantó para ir al baño, y en el camino de vuelta, pasó junto al asiento de Valeria. Con un movimiento tan sutil que parecía un accidente, dejó caer el pequeño paquete de papel doblado justo en el regazo de ella, sin mirarla.

Valeria, con su precisión de lince, lo recogió inmediatamente, escondiéndolo bajo su cuaderno como si fuera el plano de un arma secreta.

Damon regresó a su asiento y se hundió, sintiendo el latido de la adrenalina. La espera era una exquisitez.

Valeria abrió la nota. En la caligrafía fuerte y ligeramente inclinada de Damon, solo había dos líneas:

"Te extrañaré. La UBP tiene 72 horas para reorganizar los datos. Tu cama, mi oficina."

Valeria sintió un vuelco en el estómago. Tres días de separación forzosa en la ciudad, donde debían simular el regreso a la rivalidad. Y después, una reunión de la UBP. En su apartamento. Su "cama, su oficina". La idea era electrizante.

Sacó un pequeño post-it y escribió con su pulcra letra:

"Reunión Aceptada. El nivel de control de la UBP será estricto. Lleva café. Y tu sentido de la estrategia."

Al cabo de unos minutos, Damon volvió a pasar, esta vez simulando una llamada. Al pasar junto a ella, su mano rozó la de ella, recogiendo el post-it con la destreza de un ladrón de guante blanco. En el post-it, Damon encontró las palabras que lo hicieron sonreír en medio de su "conversación telefónica seria". Ella estaba jugando. La rivalidad externa hacía que la conexión interna fuera aún más valiosa.

•••

Los días siguientes en Nueva York fueron un ejercicio de doble vida. En la oficina, eran la encarnación del profesionalismo glacial. Se saludaban con asentimientos rígidos en el pasillo. Sus interacciones se limitaban a correos electrónicos con copia a sus respectivos jefes.

* De: Valeria Rivas

Asunto: Corrección sobre la Fusión de Flujo de Efectivo

Damon: Hemos detectado una discrepancia del 0.05% en la proyección de flujo de efectivo. Por favor, revísalo y confirma tu ajuste antes de las 17:00. La precisión es clave.

* De: Damon Vega

Asunto: RE: Corrección sobre la Fusión de Flujo de Efectivo

Valeria: Discrepancia corregida. Excelente trabajo en la detección. A veces me pregunto si no tienes ojos en la nuca. Atentamente, D.

El "Excelente trabajo en la detección" era su forma secreta de coqueteo. La UBP operaba en los márgenes.

Valeria, sin embargo, se encontró con una dificultad. La eficiencia ya no le sabía igual. Solía encontrar paz en la previsibilidad. Ahora, su mente buscaba constantemente el factor Damon, la posibilidad del caos. Incluso su ropa se había vuelto sutilmente más suave, menos estructurada, un homenaje inconsciente a la necesidad de ceder.




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