Capítulo 26

La semana comenzó con la energía frenética que seguía al cierre de un acuerdo masivo, magnificada por el compromiso de la "pareja de oro". La oficina de Damon y Valeria era un hervidero de actividad. El teléfono no dejaba de sonar, los ejecutivos solicitaban audiencias, y la prensa seguía ávida de detalles, tanto de la fusión como del anillo de titanio.

Valeria, ahora con un título ampliado que consolidaba su poder financiero y estratégico dentro de la nueva mega-corporación, se movía con una eficiencia y una seguridad que solo el amor de Damon había terminado de perfeccionar. Él, por su parte, se dedicaba a las grandes jugadas de relaciones públicas y a la moral de la empresa, disfrutando visiblemente de tener a Valeria como su "ancla" y "filtro lógico".

La primera orden del día fue la reestructuración del equipo de marketing, lo que implicaba la gestión de la 'variable Isabella'. Valeria había preparado un plan tan pulcro y sin fisuras que era casi imposible de refutar.

"Según el análisis de rendimiento," explicó Valeria, deslizando un informe sobre el escritorio de Damon, "la división de Marketing Digital necesita una reestructuración completa para integrarse con nuestra nueva estrategia global. El caos de Isabella es demasiado localizado y no es escalable. Proponemos transferirla a la filial de Europa del Este, un mercado emergente que requiere su tipo de enfoque... pero lejos de las decisiones centrales de Nueva York. Es un 'ascenso' lateral que la saca del tablero."

Damon leyó el informe, una sonrisa lenta asomando en su rostro. "Brillante. Un despido envuelto en un lazo de seda corporativo. Es un movimiento digno de la 'reina de las cifras'. ¿Y quién se lo comunica?"

"Tú," dijo Valeria, sin dudar. "Es tu pasado. Tú eres el que debe cortar ese último hilo. Es parte de la cláusula 'Irreversible' de nuestro contrato matrimonial: gestionar el pasado para asegurar la coherencia del futuro."

Damon se puso de pie, su expresión una mezcla de admiración y determinación. "Me encanta cuando usas mi propia lógica en mi contra. Considera el hilo cortado."

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La confrontación con Isabella fue tan dramática como se esperaba. Damon, acompañado por un abogado de recursos humanos que garantizaba que el "ascenso" se mantuviera legalmente impecable, la enfrentó con la profesionalidad fría que a menudo ocultaba sus verdaderas emociones.

Isabella, al escuchar la propuesta de ser "la líder de la expansión en Eslovaquia y Rumania", inicialmente sonrió, pensando que era una broma. Su sonrisa se desvaneció al ver la seriedad en el rostro de Damon.

"¿Estás bromeando, Damon? ¿Me estás enviando a un puesto secundario... porque ella te lo ha pedido?" Isabella señaló la oficina de Valeria, visible a través del cristal.

"Esto no es una petición, Isabella. Es una decisión estratégica de la nueva mesa directiva," replicó Damon, su tono firme. "Tus talentos son innegables, pero la empresa ha cambiado. Requerimos una estructura y una coherencia que tú, lamentablemente, no ofreces. Es una oportunidad para que construyas algo nuevo, o... tomas tu indemnización y cierras tu archivo aquí."

Isabella se levantó de golpe, la furia distorsionando su hermoso rostro. "Esto es ridículo. Nunca podrías ser feliz con ella, Damon. Ella es aburrida, es papel milimetrado. Yo era el caos que te encendía. ¿Crees que un anillo de titanio va a cambiar tu naturaleza?"

Damon se inclinó sobre la mesa, sus ojos dorados fijos en los de ella, el peso de su nueva convicción palpable. "Mi naturaleza no ha cambiado. Simplemente encontré mi objetivo. Valeria no me 'domesticó', Isabella. Me dio la mejor estrategia de todas: una razón para ser mejor. Tú fuiste una aventura caótica. Ella es mi plan de vida. No hay competencia. Tómate el día para decidir. Pero te aseguro que, sea cual sea tu decisión, la nueva era corporativa ya no te incluye."

Al salir de la sala, Damon sintió un ligero temblor de la adrenalina. Al llegar a su oficina, Valeria lo estaba esperando, su rostro tranquilo pero con una tensión palpable en los hombros.

"¿Resultado?" preguntó ella, sin levantar la vista de su pantalla.

Damon se acercó, puso una mano en la nuca de ella y la besó suavemente. "Corte limpio. Ella está furiosa, pero ha sido reestructurada. El pasado ya no nos molesta. Ahora, ¿qué sigue en nuestro itinerario? ¿Planificación de la boda o la reunión con Lord Atherton?"

"Lord Atherton," respondió Valeria, respirando hondo. "Él nos dará la validación pública de que nuestra 'coartada del oso' no solo cerró el viejo trato, sino que abrió uno nuevo. Necesitamos ese titular para consolidar la coherencia de nuestra narrativa."

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La reunión con Lord Atherton se concretó en una teleconferencia de prensa que fue retransmitida a los principales medios financieros. Damon y Valeria, sentados uno al lado del otro, con el anillo de compromiso visible, ofrecieron la imagen de una unidad inquebrantable.

Lord Atherton, en un enlace en vivo desde su mansión en Escocia, anunció su multimillonaria inversión en la corporación recién fusionada, citando la "audacia estratégica" de la nueva mesa directiva.

"Invertí en esta fusión no solo por los balances, que son brillantes," declaró Lord Atherton con su tono dramático, "sino por el factor humano. La nueva estrategia, una mezcla de la lógica impecable de la señorita Montagne y el genio instintivo del señor Salvatore, es la dupla más formidable que he visto en décadas. Y sí, la historia de cómo la señorita Montagne usó el 'oso' como metáfora para la 'fuerza bruta' en las negociaciones de última hora me convenció de que están dispuestos a todo para ganar."