Capitulo 4

Estaba en una playa disfrutando de la vista y lo relajante que era estar jugando riéndome y divirtiéndome en ese lugar tan cálido tan hermoso de pronto el sueño se tornó sombrío el agua cuya cristalina era ahora era un mar cuya agua podías comparar como que de tinta negra se tratase el día tan cálido que estaba se volvió sombrío con un vaivén de ráfagas de frio que a cualquier humano  podría  congelar y hasta asustar de pronto unas manos salieron de la arena arrastrándome hacia el mar cuya agua era negra violenta absorbiéndome hasta no poder respirar tratando de alcanzar la superficie cuya superficie era imposible de alcanzar ya que mientras más tratase de luchar mas me hundía en esas aguas mortales , agitada me levante de golpe tratando de con mucha dificultad tratase de controlar mi respiración ya agitada ya que no podía estaba en trance asustada y con pánico tarde de no hacer el mínimo ruido ya que no quería despertar a mis padres y baje a la sale a calmarme ya que me era imposible controlar mi respiración ya agitada  de pronto escuche un susurro casi intangible que me dijo:

NO TE HABRAS OLVIDADO DE NUESTRO TRATO O NO, NO  ME GUSTAN LAS PERSONAS QUE ME MIENTEN trate de no voltearme ya que sabía  a la perfección que ese susurro que aunque era casi intangible para mis oídos se escuchaba fuerte y claro y no podía ignorarlo  trate de coger valor y voltearme cuando lo logre vi a un chico que me miraba con indiferencia como que de un bicho me  tratase sonriendo con malicia y dándome a entender que aunque se viera así como que de un simple humano se tratase era el mismo espectro que vi la anterior noche trate de responderle pero él me callo diciéndome:

NO TINES QUE HABLAR SE LO QUE PIENSAS me quedó perturbada ante la respuesta que él me había dicho y a la vez aliviada ya que no tenia que responderle trate de no pensar en nada ya que no quería que el supiere lo asustada que estaba estando ante la presencia de él  la  MUERTE, LA PARCA, EL ANGEL DEL ABISMO LOS SIN NÚMEROS DE NOMBRES CON QUE SE LO CONOCIA.

Con el poco valor que me quedaba le pregunte que quieres de mi porque todavía sigo aquí yo intercambie mi vida por la de mi madre ya que la de ella la ibas a tomar  entonces porque todavía sigo viva y porque es que recién apareces, el silencio se hallaba en esa oscura sala que nomás se escuchaban el ruido de cuyo  atrapa sueño que se encontraba en el balcón resonando sin cesar.