Pacto con la muerte

Capitulo 11

Las noches las había pasado tranquila  y a la vez no Yeiko no se había parecido esa era una buena noticia y algo que aunque me alegraba a la vez me entristecía pero no sabía porque y también  ya eran  dos semanas que no sabía nada de él  y aunque no estaba preocupada no sabía porque seguía pensando en él y porque cada vez cerraba mis ojos veía recuerdos extraños donde un niño aparecía y no sabía porque sentía un vacío en mi corazón cada vez que tenía ese sueño yo lo llamaba, le sonreía alegremente y este me daba un beso en la frente y se iba mientras que yo me lo quedaba viendo a lo lejos como se iba desvaneciendo después de que él se iba yo me despertaba pero en ese mismo momento lagrimas brotaban de mis ojos y el pecho me comenzaba a doler y así eran todas las noches.

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Había estado desparecido estas dos semanas pensando en lo que me había dicho Ariel estaba dolido una parte de mi quería que ella me recordara pero otra no quería que ella sufriera y me odiara pero que debía hacer aunque ya me habían dicho que era imposible que ella recordase pero algo en mi me decía que eso era imposible  pero que podría ser posible y por momentos me lagrimas salían me mis ojos demostrando felicidad.

Pase desapercibido me adentre a su cuarto viendo como dormía era tan bella tenerla tan cerca de mí pero algo me hizo preocupar ella estaba llorando susurrando no me dejes quédate porque no te puedes quedar quédate conmigo cada suplico hacía que mi corazón se estrujara de dolor, toque suavemente su frente y dándole un beso en esta y en susurros diciéndole no me iré , así que duerme mi niña  que jamás te dejare y así seguí toda la noche repitiéndole cuya frase hacía que su cara se suavizara de tener tal expresión  sintiendo  como su respiración  se volvía a regular y paraba de llorar trate de irme en ese momento sentí como su mano sujeto mi brazo y como no me dejaba ir trate de apartarlo pero me fue imposible cada vez que trataba ella me sujetaba con mas fuerzas así que opte por acostarme a su lado en un rincón asiéndole compañía hasta que ella se quedara dormida cerré mis ojos y vi como de pronto unos brazos me abrazaron   sin soltarme esta noche sí que iba a  ser dura.

Sentí  como una voz me despertaba y me miraba con enojo era Ariel  pero que mierda hacia aquí y porque me miraba así trate de apartar el brazo de Bonny ya que me tenia fuertemente sujetado.

-Tú que haces aquí. Dijo el mirándome seriamente y enojado.

-Yo nomas pasaba por aquí, quise ver un rato  a Bonny pero como vi que estaba sufriendo me quede con ella hacerle compañía no podía dejarla así entiende aunque me dijiste que me alejara no puedo.

-Lo entiendo Yeiko pero sabes que no puedes estar tan cerca de ella y sobre lo del pacto tenéis que romperlo.

-Jamás eso nunca pasara todo menos eso esa es la única forma de estar cerca de ella lo sabes no soy como tú, tu eres una ángel puedes estar con ella protegerla, ser su ángel guardín en cambio yo no la única manera mía de verla es si algún día llegase su muerte  yo me tendría que presentar ante ella.

Ver a mi amigo así me dolía, pero que podía hacer existían reglas claramente impuestas que la  muerte, ángeles, demonios y viceversa no podían involucrarse ni encariñarse con ningún humano pero no podíamos evitarlo si es que era un pecado que podíamos hacer uno se había enamorado como loco y otro no podía sentir  dejar de sentir curiosidad y de saber si es que sus dos amigos logarían ser felices aunque eso era imposible.

 




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