“¿Voces?(II)”
¿Cómo debía tomar todo esto?
¿Qué pasaba últimamente? No podía tener una vida no sé, un poco más¿normal?
¿No se supone que era de humana? O bueno eso creía yo o más bien me quería convencer de ello, este año la mayoría de las chicas que conocía se transformarían, para eso las ninfas se las llevarían a un lugar especial esa noche de luna llena ellas sabían cuando seria su transformación de cada una.
No es tan complicado ya que es la luna llena más cercana a tu cumpleaños simple.
Cada veintinueve días dos o tres chicas eran llevadas a un lugar en medio del bosque para que cuando la luna este en su punto más alto puedas conocer a tu lobo interno algunos son afortunados y pueden hablar con su lobo unas semanas o meses antes de la transformación.
Los días después a esa confesión pasaron como si nada, Ahmanet no volvió a hablarme todo parecía normal, logre hablar y arreglar las cosas con Nari, si bien no podíamos decirle todo, le dijimos que había cosas que no podíamos confiar en ella no porque no quisiéramos sino porque no solo era nuestro secreto sino de otras personas más.
Iris mejoro de ánimo pasaron dos semanas y dejo de llorar, las clases ayudaron mucho en su ánimo, despejaban su mente o más bien la distraían, Nari dejo de prestarnos tanta atención seguía dolida pero ya no nos ignoraba como las primeras semanas.
Y yo pues no volví a poner un pie en el edificio donde pasábamos clases, las clases siempre las pasaba con Astrid y Vital en otro lugar.
Y eran todo el díatenía un plan de comidas que seguir ya no podía comer dulces ni chocolate, en un principio dejar de comer azúcar fue difícil me sentía más cansada de lo normal terminaba más casada pero de a poco mi cuerpo se acostumbró.
9 mayo 2017
Hoy era el cumpleaños de Iris diecisiete años es algo muy lindo el tiempo pasaba muy rápido ni lo había sentido, mañana ella iría junto con dos chicas más al bosque para su transformación, ella me había contado que su loba apareció hace ya tres días era algo bueno para ella, hoy todo parecía normal como cualquier miércoles con la diferencia de la cena en la noche nada raro ni extraño.
—Letsa ¿estásbien?— pregunto Daniela una niña que este año había llegado era de Estados Unidos era una niña muy dulce.
—Si pequeña, ¿porque?
—Es que te pregunte algo no me respondiste
— Lo siento ¿qué me preguntaste?
— ¿Si te quedaras a jugar con nosotras?
— No linda, solo vine a visitarlas no puedo quedarme, tengo cosa que hacer hoy pero vendré pronto y me quedare con ustedes toda la tarde, nos vemos tengo que irme— dije besando su cabeza
— ¿Porque tienes que irte? pero no terminaste tu té ni tus galletas– dijo fijándose en la taza de plástico casi llena que no tiene te pero si jugo de duraznos el favorito de Daniela y galletas de lo que según yo es de coco pero para ella son de vainilla
— Pero mira terminare todo mi té de un solo sorbo, y las galletas me las llevare para invitarle a Iris hoy es su cumpleaños— dije agarrando la taza de plástico y bebiendo su contenido lo más rápido posible y agarrando las galletas para echarlas en mi mochila esperemos que no se vuelvan migas
— Y ¿Por qué no me dijiste?— me grito indignada solo se vieron tres veces pero congeniaron bien
— Lo olvide pero si Astrid nos da permiso iras conmigo y luego volvemos pero tiene que ser rápido tengo clases más tarde ¿sí?
— Yey vamos— dijo jalándome para ir donde se encontraba Astrid, llegamos donde se encontraba estaba por hablar pero Dani se me adelanto— Señorita Astrid ¿puedo ir con Letsa?
— Y ¿dónde quieren ir?
— Donde Iris, Astrid hoy es su cumpleaños y Daniela quiere felicitarla personalmente— dije alzando a Daniela esta niña sé que pesa mucho aunque es una ternura.
— ¿Puedo?, porfis— dijo Daniela haciendo un puchero de los más adorable abrazándosemás a mi cuello.
— Si puedes ir, pero Letsa tenemos clases en una hora y media, recuerda que tienes que regresar con Daniela y estar lista para hoy.
— Si Astrid lo sé, no tardaremos mucho Iris tiene receso en veinte minutos así que primero iremos a mi cuarto me cambiare, luego nos encontraremos con Iris comeremos algo en la cafetería y vuelvo con Daniela a tiempo para mis clases contigo.
—Está bien las quiero aquí
— Sabia que dirías que si – dijo Daniela abrazando las piernas de Astrid la soltó y empezó a mover la mano de un lado a otro sonriendo seguido de un— adiós
—Vamos antes de que cambie de opinión, apúrate— dije alzando a la pequeña rubia de apenas cinco años pronto seis
—¡¡VAMOS POR LA LIBERTAD!!— grito cuando salimos por la puerta
— Esta muy loca pequeña— dije riendo
En el camino a mi edificio, Daniela se puso a cantar una canción de alguna seria de Disney.
—Relámpagos nanana, nanana nana quieren que yo nana mi verdad—cantaba dudo que esa fuera la letra pero siguió cantando
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Editado: 18.08.2022