Capítulo 8

-¿Qué? - me quedo helada y luego el peso de sus palabras me hace reaccionar. -¡No! - digo entre dientes apretados. - No puedes hacerlo. Esta es mi lucha también.

 No puedo creerlo. Pero esta loca si cree que me apartara.  

 Wanda suspira cansadamente.

   - Lo sè, Emma, creeme. - dice y me mira - Por eso creemos que cuando Lucifer nos vea reunidos contra los mayores y vea que aun le somos fieles, aceptara ayudarnos. Creemos que es su lucha, también. 

 Pestañeo y luego suelto un jadeo. "Debe estar bromeando"

   - Y una mierda. - salto de mi asiento, una corriente de rabia me recorre. - Si lo traes lo matare primero. - gruño

 Wanda se para y viene a mi lado. Me aprieta el hombro suavemente. 

 - Emma, yo sé que tienes una mala imagen de él por lo que dicen...

   -El tiene secuestrada a mi madre. - digo enojada

 Wanda se queda quieta, muy quieta y puedo jurar que no respira

   -¿Lilith está viva? - su voz es ahogada. Me esperaba todo, menos esto.

   - La conocías - digo dándome cuenta de su reacción.

 Ella asiente y me mira. Hay lágrimas en sus ojos

   - Era mi amiga y  cuando te vi, supe que debías ser su hija, y jure a su alma protegerte...Pensé...que ella ya no estaba. Su esencia y energía... - dice ella confundida

   - Lucifer. - es la única explicación que le doy

 Se queda mirando al piso con una expresión seria, luego se enjuaga las lágrimas

   - Escuchame, Emma. - dice con los dientes apretados y me sorprende verla así. - Si encontramos a Lucifer, encontraremos a tu madre. - se pasa una mano por la cara - Lo que ha hecho es imperdonable,  Pero como tu misma lo has dicho...necesitamos de todos y debemos dejar las diferencias y odio de lado.

Aprieto los labios, golpeada por mis propias palabras y lo que implican.

- Pero me tienen a mi. Sabes que soy más poderosa que él. Más que cualquiera.

"Y el premio a la más creída y arrogante es para...¡Emma Blue!"

Wanda asiente

- Lo sé, Emma. - me mira preocupada - Pero Sitael me ha comentado lo que planea buscar y porque. No podemos arriesgarnos a que tus poderes se vuelvan inestables. Por eso debes intentar controlarlos hasta que Sitel vuelva con la gema y quedarte fuera de la misión. - Wanda mira a lo lejos - Pero aun así necesitamos a Lucifer. Muchos de los demonios que están en el infierno podrían unirse de nuevo a él si vieran que intenta ir contra Los Mayores. Nos serviria de mucho.

Me doy cuenta que Wanda no quiere a Lucifer solo por adoración, sino por necesidad. Y aquello me sorprende un poco teniendo en cuenta que las brujas son servidoras del demonio. 

 Suspiro, sabiendo que Wanda tiene razón. Pero alejarme de las misiones para salvar a las personas...

   - Debe haber algo que pueda hacer mientras espero la gema. -le ruego con la mirada. - Por favor Wanda, haré cualquier cosa.

 Sueno desesperada, pero no quiero sentirme inútil en esta guerra. No quiero sentirme inútil nunca más.

 Wanda lo piensa.

   - Puede ayudar en las tareas del campamento, repartir la comida, vigilar el perímetro, ocuparte de lo que necesite la manada del alfa Aaron ya que ellos vendrán a instalarse aquí... - duda - No es mucho lo que puedo ofrecerte pero es lo más seguro para todos. 

 Asiento, tragándome una protesta. Me siento algo derrotada, pero sé que no debo insistir. Después de todo, algo es algo.

   - Ayudare a la manada de Aaron, claro. - le digo - ¿Ya puedo irme?

 Wanda asiente y en su mirada hay culpa. Sacudo la cabeza haciéndole saber que no tiene de que culparse. Me doy la vuelta pero me detengo antes de salir.

   - ¿Que pasara con los ángeles? - escucho su respiración sorprendida 

   - Tu misma lo dijiste. - dice al recuperarse. - Todos juntos. Enviar un mensaje y esperaremos la respuesta. ¿Crees que tu padre nos ayudará?

 Ahora es mi turno de quedarme congelada. Porque no había pensado en esa pregunta, ni en la posibilidad de que quizá no ayude. Sacudo la cabeza, alejando el malestar que se forma en mi estomago.

   - Eso espero. - es lo único que digo.

 No tengo respuesta de Wanda y tampoco la espero. Salgo de la tienda con pasos largos y tranquilos.

 Me animo pensando que solo tendré que esperar hasta que Siatel traiga la gema. Y es allí cuando podré actuar. "Todo estará bien" Y me aferro a eso.

 Fuera, el cielo está oscureciendo y mis párpados pesan. El cansancio se apodera de repente de mi e intento recordar hace cuánto que no duermo. Mi panza gruñe. Ni como algo.

 El viento sopla un poco más fuerte y solo encuentro escasas presencias rondando. Algunos brujos y brujas. Por suerte, memorice el camino que tomamos con Silas y sé como volver a mi tienda.

 Cuando dobló en la esquina de una tienda, casi tropiezo con una figura. Salto hacia atrás sorprendida y cuando alzó la vista me encuentro con unos ojos azules y una sonrisa divertida.