Intento seguirle el ritmo a Beleth mientras corremos a través del campamento. Muevo mis piernas rápidamente, al tiempo que escucho como unos gritos surgen de todos lados. Ellos saben que no estamos.
- Ya casi llegamos. - dice Beleth y tira de mi mano. Una chispa me recorre y tropiezo por la sorpresa. Sacudo la cabeza y la ignoró por completo.
Una sombra llama mi atención y miro hacia arriba. El cielo sobre nosotros se comienza a volver negro, como si una manta estuviera cubriendo el campamento. Y me doy cuenta de lo que hacen.
- Oh no - susurro - ¡Nos están encerrando! - chillo y mi corazon late mas rapido, mi aliento se vuelve más agitado y mis músculos gritan. Mi visión se vuelve un poco nublada y sacudo la cabeza.
Escucho a Beleth decir algo en otro idioma y de pronto siento sus manos en mi cuerpo, mientras me carga para salir de esta jaula. Me aferro a su cuello y procuro no gritar cuando la oscuridad está casi sobre nosotros. Cierro los ojos fuertemente, esperando la oscuridad. Pero en cambio, solo siento como el sol me pega en la cara y abro los ojos.
Miro al cielo claro y al sol radiante. Luego bajó la vista y me encuentro mirando a unos ojos rojos que me observan fijamente y de repente me percato que estoy entre sus brazos. Avergonzada, me bajo y toco el suelo. Suelto un suspiro cuando el aire fresco llena mis pulmones. Me doy la vuelta y encuentro una cortina negra que se extiende más allá de mi vista. Como un domo.
- Bien, vámonos. - digo, temiendo que en cualquier momento alguien salga del campamento.
Beleth se sienta en el pasto y luego se recuesta, apoyando sus manos detrás de su cabeza.
- Una vez que se cierra, no puede abrirse. Solo la persona que hizo esto puede deshacerlo y creeme que tardaran en buscarnos. - sonríe perversamente - Puedo apostar que esos idiotas creen que seguimos allí adentro.
Aprieto los labios
- O no. No lo sabemos. - me pongo a su lado, bloqueando la luz del sol - Ya sabes lo que dicen: Mejor prevenir que lamentar. -gruño y me cruzo de brazos
Se bufa, burlandose
- ¿Te han dicho que dejes de ser tan aguafiestas?
- Estamos en una situación de peligro. Llévanos a otro lado. Ahora - mi tono se vuelve serio - Puedes tomar sol en cuanto estemos a salvo.
Me mira y levanta una ceja. Sus cabellos marrones y rubios mezclados brillan cuando se mueve para sentarse. Me tiende la mano.
- Lo que tu digas, Emma. - dice mi nombre lentamente y algo en su mirada me pone inquieta.
Tomo su mano. Una nube negra nos envuelve y siento com si mi cuerpo flotara unos segundos.
~°~
La nube desaparece y cuando acostumbro mis ojos. Reconozco el lugar. El lago de mis sueños está a unos metros de mi. Y los árboles sirvan con el viento que acaricia sus hojas verdes y sus flores de todos colores. Es el lugar que rebosa de vida y poder. Una brisa golpea mi cabello y respiro el aroma a rosas y dulce. Algo que me calma.
- Eso es. Ya relajate. - la voz de Beleth hace que pierda el momento, pero al final bufo y me siento a su lado, observando el lago y sorprendiéndome porque mis pensamientos son más claros.
- Entonces. ¿Conoces a Lucifer? - le pregunto
- Eso es bastante obvio ¿No crees? - cierra los ojos y se acuesta nuevamente - Todos lo conocemos. Pero, entre nosotros, no soy su mayor partidario.
Miro a los árboles y toco mi cuello, extrañando la sensación de tener a pequeño blanco allí "Oh cómo los extraño a todos" Debo establecer prioridades. Idear un plan.
- Tengo que encontrar a Miguel. - digo en voz alta
- Oh si, tu padre. El gran arcángel. - dice casi alegremente - No cuentes conmigo.
Gruño y lo golpeo
- Debo encontrar a mis amigos. A mi compañero. - aprieto los labios
Eso parece captar su atención y me mira fijamente
- Y tu compañero es... - levanta una ceja, esperando que termine de completar la frase.
Lo pienso un segundo. Confiar en él parece mala idea. Pero por otro lado, quizá el hecho de que Orion sea un principe y mi compañero podría hacer que este idiota se tome más serio la situación.
- Orion. - digo - El principe Orion - no puedo evitar que mi tono se vuelva arrogante.
Sus ojos se abren, sorprendidos. Y tengo que tragarme una risa.
- Oh, ya veo. - dice pero lejos de lucir intimidado, parece algo complacido, incluso perverso. - Te diré lo que debes hacer Emma Blue. - cuando ve que frunzo el ceño, continua. - No hay manera de que te lleve con un ángel. Tu mejor y única opción es contactar a Lucifer. Unir fuerzas. - abro la boca, pero me calla. - Piensalo. Lucifer es lo único que necesitan para tener el infierno a su disposición. Lo mas logico seria que lo encuentres antes que ellos.