Mudanzas

Desesperantes y asquerosas, 
molestas a la vez engorrosas, 
me refiero a algo muy serio, 
algo que no es ningún misterio. 

A mas de uno nos a agobiado, 
con regaños y gritos a molestado, 
mover y arrastrar muebles, 
eso que tanto nos logra irritar. 

Todo debe ser al pie de la letra, 
con los sillones bien acomodados, 
no debe sobrar ni una prenda, 
tanto ejercicio nos tiene cansados. 

A mí me desesperan demasiado, 
con los ruidos que no han parado 
desde que esto empezamos, 
y desde antes nos hartamos. 

No es lo mas duro de soportar, 
pues esta la angustia y el dolor, 
de tu bella casa abandonar, 
donde estas de un buen humor. 

Todos los recuerdos se van al caño, 
todos los recuerdos serán olvidados, 
cuanto un pie tuyo saques de allí, 
y sabes que ya no puedes sonreír. 

Recorres en un largo e incómodo viaje, 
donde toda tu vida esta en un auto, 
que es como un bosque muy salvaje, 
y vez a todo el mundo tan alto. 

Cuando llegas a tu nueva casa, 
te tocara ordenar, 
es otra tortura de la mudanza, 
es el hecho de acomodar. 

Sabes que no tienes esperanza, 
cuando tu cuarto te han de enseñar, 
todo ello esta hecho una vasca, 
una mescla de moho y suciedad. 

O dios mío, 
aquí acabare rendido, 
adiós al ocio, 
adiós a lo divertido. 

Pero no todo es malo, 
pues cuando te vas a dormir, 
ya todo está callado, 
sin ruido que, a 
tu sueño pueda interrumpir. 

Esta tormenta se despeja, 
pues cuando vez por la ventana, 
a un hermoso cielo se asemeja, 
mas este de la tierra emana. 

Saques que es hermoso, 
y no te puedes contener, 
una lagrima sale de tus ojos, 
al ver esas luces resplandecer. 

Son mas que luces brillantes, 
son pequeñas luces de esperanza, 
que te animan a quedarte, 
y te dan un poco de esperanza.