Estaba en nuestra habitación buscando las llaves del auto pero me encontré con algunas fotografías, las agarre y me senté en la cama, veía cada una con una sonrisa nostálgica, extrañando cada momento que veía. Tus sonrisas, tus malos chistes, tu obsesión con las bananas, extrañaban todo de mi Camz. Mi ceño de frunció al ver una fotografía que no correspondía, ni si quiera debería estar en esta casa, que debería estar en la basura junto a las demás cosas que le pertenecía.
Era una foto de Camila junto a su ex, su jodido ex, quien me hizo la vida imposible solo para separarme de ella, ¿por qué mierda aún conserva la fotografía? ¿Es que acaso le extraña?
Baje las escaleras a toda velocidad buscándola, necesitaba una explicación de lo que acababa de ver, la busque en la cocina, no estaba, fui a la sala pero tampoco estaba. Solo me quedaba un lugar a donde buscar y fui se inmediato, ahí estaba, sentada en una silla en el patio trasero leyendo un libro, como si no hubiese nadie más en la casa. Me acerque a ella con paso acelerado, estaba muy enojada y necesitaba una explicación con urgencia.
— ¡¿Por qué coño tienes esta fotografía?! — Le pregunte alzando la voz de inmediato, ella seguía leyendo, como si no me hubiese escuchado —. Camila, te estoy hablando. Baja el puto libro y responde la maldita pregunta. — Ella me hizo caso, bajo el libro pero no me miraba, no me hablaba, se quedó sin decir ninguna palabra. — ¿No me piensas responder? Pues bien, me largo.
Di media vuelta y salí del lugar, no soportaba ver como ella se quedaba en silencio dejándome a mí pensar lo peor, dejando que la duda se sembrara en mí. Salí de la casa, necesitaba caminar y despejar mi mente de todos aquellos pensamientos maliciosos que se formaban.
Yo planeé un futuro pero no lo imagine así.