Palabras Que Nunca Dije

Divina maldición

En las profundidades del abismo 
de tu corazón de hielo, 
me hiciste tocar el cielo y el infierno.

Tu alma fue irrumpida por mí, 
y el corazón mío se desgarró por ti.

Arreglé tus alas y tú en cenizas tornaste mis esperanzas.

Divina maldición, 
me duraste un suspiro, 
pero yo continuaré 
escuchando tu nombre 
entre cada uno de mis latidos.

Me has condenado a pensarte 
en esta vida y en siguientes.

Tú arrebataste el resplandor que causabas en la mirada mía con tu sonrisa tentadora y tú locura cegadora, quedándotelo como presea.

Tente a la suerte contigo, 
adicción vehemente.

La fortuna tocaste, una vez más, 
al ganarle a la limerencia que 
obtienes fácilmente por quién sea, 
en esta ocasión por mí.

Yo sé que te consideras un triunfador, 
descarado... 
Descarado encantador.



#2939 en Otros

En el texto hay: sentimientos, escritos, poema

Editado: 05.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.